La mañana siguiente el fue lo primero que vi, me observaba y al despertar repetí el gesto.
-Buenos dias. -Me dijo con una sonrisa.
Bostecé y me estire de brazos.
-Buenas. -Contesté con la misma sonrisa.
Nos cepillamos los dientes juntos y lo mismo con el desayuno, ya eran las once y teníamos que ir a trabajar, bueno, tenía que ir, porque él podía llegar cuando le diese la gana.
Llegamos los dos juntos en el coche, os imaginaréis el cuadro, el de traje y yo de calle, como decia, la dama y el bagabundo del revés.
Cuando llegue a la cafetería del último piso fui directa al vestuario, y salí dispuesta a empezar con mi día a día.
Laura no me dijo nada, me saludó con un simple "Bon día Ev" y se puso a trabajar, lo cual me indicaron dos cosas, una, que podría estar aburrida y que hoy no era su día, y dos, que seguro pensaría que ahora que estaba con Trey, podría hacer lo que me diese la gana.
"Pues eso es verdad... pero no señorita." Pensé al instante.
Cliente tras cliente se pasaron las horas, y ya era tiempo de servirle el café al "señor Duarte".
-Supongo que querrás llevarle el café a tu novio. -Me dijo Laura recalcando lo de "novio".
-Bueno... si insistes. -Le dije y sonreí pícara mientras cogía la bandeja ya preparada.
Me diriji en silencio hasta su oficina, y cuando ya estaba casi al lado divisé a Trey con un señor mayor.
Bueno de mayor, mayor, no, era mayor pero se conservaba bien, demasiado bien, es uno de estos típicos "shugar daddy".
De golpe y porrazo los cristales se volvieron opacos, lo que me obligó a picar la puerta antes de entrar.
"¡¿Como coño me dirijo a él en el trabajo?!, ¿Con tuteos, o sin? Mejor vamos a lo seguro..."
-Su café señor... -En cuanto entre, ambos me miraban, aquel señor y Trey con los ojos como platos. Me puse un poco incómoda pero ahí mi trabajo solo era servir el café.- Duarte.
Le dejé la bandeja en la mesa y la bacie dejándolo todo ahí mismo, coji la bandeja y me la eché al brazo, dispuesta a irme.
-Señorita, -Me dijo cojiendome del hombro aquel señor.- tráigame uno a mi tambien.
Le mire al señor a los ojos, tenía los mismos ojazos negros que Trey, también el mismo mentón, y si su pelo fuera negro, pndria las manos en el fuego a que sería igual al de Trey.
Dos gotas de agua, uno joven y guapísimo, el otro mayor y atractivo, obviamente padre e hijo.
Asentí y me diriji afuera, nada más dejar la oficina escuche a Trey soltar uno de sus ya típicos "Joder...".
Volví a la cafetería de la planta para servir otro y Laura se me quedó mirando raro.
-Tan rapido lo haceis? -Dijo enarcando la ceja.
-Como? -Pregunté comfusa.
-Deves ponerle mucho para que se corra tan rapido Eva. -Solto de repente.
Me puse roja al instante y seguí con mi trabajo, después intenté calmar el mal entendido.
-Hay un señor ahí, me ah pedido otro café igual, solo eso Laura. -Dije echándome la bandeja ya cargada en la mano.
Laura me sonrió pícara y me fui directa, otra vez, hacia aquella oficina.
Sabía que nada le había quedado claro a Laura pero ¿que le íbamos a hacer?
Cuando llegue volví a tener que picar, ya que los cristales seguían opacos.
-El café... -Anuncié nada más entrar.
Cuando divisé el lugar, Trey estaba apoyado en su mesa con aquel señor delante, eso tenía toda la pinta de ser una discusion.
-Gracias bonita... -Dijo cogiendo la taza con la mano, y después me miro con interés.- ¿Como te llamas?
Le mire un poco perpleja, eso se estaba poniendo raro.
-Eva. -Contesté a secas.
-Y la señorita tiene apellido? -Volvio a preguntar alzándome un poco la taza a mi dirección.
Mire un segundo a Trey confundida y volví a centrar mi atención en aquel señor.
-Eva Cooper. -Contesté con un intento de sonrisa agradable.
Habrio un poco los ojos y se volvió a mirar a Trey, este le devolvió una mirada comfusa y después se dio la vuelta para volver a verme.
Asintió la cabeza con una sonrisa, lo que me indicó que me fuera, así que asentí de la misma forma con el mismo intento de sonrisa y dejé la oficina.
Eso no solía ocurrir, normalmente voy, le dejo el café, me da algun que otro beso y me voy, si había alguien solo dejaba el café y me iba, esto era raro.
Regresé a la cafetería y me puse a atender clientes y esperar a que fuese la hora de salida.Las horas se pasaron literalmente volando, cliente tras cliente y, por primera vez, con sonrisas reales y sinceras.
Ya eran las nueve menos cuarto cuando divisé a Kathy y Marc a lo lejos viniendo hacia la barra.
-Nos vamos al bar del padre de Marc? -Preguntó Kathy apoyandose en la barra con un brazo.
-Ademas, -Me dice Marc mirandome.- dice mi padre que quiere hablar contigo Eva.
-¿Conmigo? -Pregunte señalándome.
Marc encogió los hombros y me sonrió.
-Pues vamos no? -Intervino Laura.
Asentí un poco insegura y me metí en el vestuario.
Me cambie rápido, sentía la sensación de que todos me esperaban solo a mi, y cuando salí me encontré a Trey con todos.
Cuando me vio sonrió un poco pícaro y se enderezó.
-Hola. -Dije acercándome y rodeando la barra.
"¿Como coño actúo? ¿Le besó, le abrazo, le saludo con la mano y ya...?"
El ni corto ni perezoso me agarro por la cintura y estampó sus labios con los míos.
-¿Donde vais a ir? -Preguntó el despues.
-Al bar de mi padre. -Contestó Marc con cara seria.
-Vas a ir? -Me preguntó Trey después.
Asentí con la cabeza rapido y le mire al instante un poco, no sé cómo podría explicarlo, como con ¿verguenza?, no por el, sino por lo que había echo segundos antes, y por la mirada de los demás.
-¿Entonces, vamos? -Dijo mirando a todos los demás.
Marc cojio sus llaves de los bolsillos y ladeó la cabeza con molestia, y ahí si que me quede un poco patidifusa.
"¿Que esos dos no se llevaban bien supuestamente?"
Mire un segundo a Trey, este lo siguió con la mirada hasta desaparecer.
Mire de reojo a Kathy y laura, estaban susurrándose cosas, cuales cosas que no entendí.
Trey me cojio de la cintura y me atrajo hacia el.
-Tengo el coche abajo. -Nos dijo mirándonos a las tres.
Todas asentimos y bajamos juntos.
Una vez abajo vimos a Marc apoyado en su coche, un Ford, con los brazos cruzados.
Le sonreí al llegar de modo saludo y el copio mi gesto.
-Vienés conmigo Eva? -Me preguntó Marc una vez llegue a su lado.
Sinceramente, no quería ir con él y que se repitiera lo mismo que la última vez, con Laura en el mismo coche que Trey, pero ¿como se dice un no amable?
Por supuesto tendría que haber dicho un rotundo no, pero claro ¡GENTE SOY LA BUENAZA DE EVA COOPER!
-Claro. -Le contesté al fin con una sonrisa lo más cálida posible.
-Laura vienes conmigo? -Preguntó Trey de repente mirándola.
Laura, ni corta ni perezosa sonrió de oreja a oreja y se acercó a Trey, este le habrio la puerta haciendo que ella entrase en su magnífico Audi negro.
-Nos vemos allí. -Dijo después entrando por la puerta del piloto.
"Valla... un dejavú."
Me volví a mirar a Marc y me estaba habriendo la puerta del copiloto.
Entré y Kathy copió mi gesto, después nos dirigimos a mi antiguo trabajo, el bar del padre de Marc.
Durante el camino Marc nos contaba cosas que le pasaba cuando era pequeño en aquel bar, y eh de admitir que me gustó su compañía, y Kathy no se quedaba corta, si no tenía un comentario tenía una risa demasiado contagiosa, con esas compañias, el camino se hizo cortísimo.
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Tras nuestra supuesta verdad
Teen FictionEva Cooper, hija única de una familia de tres, junto a un pasado confuso incluso para ella misma. A la temprana edad de los trece años tiene que buscarse la vida, dado a ello tiene que ponerse a trabajar con la ayuda de carnets de identidad falsos...