Cap.31 "Día de campo"

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— Libi hijo levántate.— escuché la voz de mi madre, abrí los ojos y ella estaba parada al lado de mi cama.— Tienes que arreglarte son las  7 en punto, Norma y Lisa pasan por nosotros en poco.— Dijo antes de salir de mi habitación.

Me senté en la cama bostezando, me levante  y estire, luego entre al baño para ducharme, salí y me puse unos vaqueros y un buso negro, luego de esto baje a la cocina.

— Desayuna el camino será largo.— mi madre me puso un plato de huevos revueltos con tostadas, mermelada y chocolate caliente.

— Gracias mamá.— ella puso su plato y se sentó a desayunar conmigo, al terminar lavamos los platos y se escuchó la bocina de un auto.

— Deben ser ella, lleva las canastas de los bocadillos yo llevaré las maletas.— Dijo ella subiendo a su habitación.

— Maletas mamá?.— conteste agarrando las canastas.

— Si, hay que ir preparado hijo.— contestó ella y luego bajo con dos bolsos en la mano, salimos de casa y yo lleve las canastas a la casa rodante.

— Buenos días.— Dijo Lis cuando yo entre, tenía su cabello recogido un buso igual al mio, llevaba puestos unos shorts y unas vans que combinaban con su buso.

— Buenos días Lis, buenos días señora Norma.—

— Buenos días cariño.— contestó ella desde el volante, mi madre subió de copiloto y el auto se puso en marcha.

— Hola.— saludó mi madre.

— Hola!.— le contestaron ellas con una sonrisa.

Los dos estábamos sentado en una mesita pequeña jugando parques.

— Ganó de nuevo.— dije riendo.

— Pero como es posible.— dijo ella.

— La suerte esta de mi lado.— la miré y reí. Luego ella sacó su teléfono y tomó una selfie.

— Mierda!.— dije.

— Esa boca Libardo.— me regañó mi madre.

— Que pasó?.— Lisa me miró asustada.

— Lo siento mamá. Deje mi teléfono.— dije tocando mis bolsillos.

— Ay hijo, crees que Jean o otra persona te llame?.— me miró mi madre.

— Jean muy probablemente y Nicole también,  no le avise que faltaba. — conteste.

— Bueno igual no te estreses, Lisa no tiene el número de Nicole?.

— No, no lo tengo, podríamos escribirle por Instagram pero no tengo internet tampoco.— contestó ella.

— Se supone que es un viaje de campo y sabes cuáles son las normas Lisa.— dijo la madre ella mientras conducía.

— Ya lo se.— Lisa se levanto y camino hacia ella y le entrego su teléfono.— Nada de teléfono durante el viaje.

— Si hijo deberías disfrutar por un tiempo lejos del teléfono.— dijo mi madre.

— Okay.— conteste.

Lisa y yo nos sentamos en un sofá que estaba pegado a la pared y los dos nos quedamos dormidos. No se cuanto tiempo paso cuando me desperté, Lisa estaba dormida en mis piernas, no la quise despertar así que la dejé así y me puse a mirar por la ventana el paisaje, el cual ya no estábamos en el pueblo y no reconocía el lugar. Después de una hora más de viaje ella se despertó.

— Lo siento.— dijo apenada levantándose.

— Tranquila, somos amigos, no pasa nada.— le sonreí.

— Bueno chicos llegamos al parque de las flores.— dijo la madre de Lis, estacionado la casa rondante al frente de una gran lago. Lisa y yo bajamos rápido a mirar el lugar, era un campo enorme con un gran lago, era hermoso.

— Te dije que era bueno traer los bolos , traje bastante ropa extra.— dijo mi madre acercándosenos.

— Siempre estás preparada.— dije riendo.

— Bueno necesitamos montar la tienda, para preparar el almuerzo.— Dijo Norma, todos nos pusimos a armar la carpa que era grande y sacamos la parrilla.

— Ustedes vayan a mirar el lugar, yo termino de fritar la carne y los chorizos.— dijo Norma.

— Yo me quedo contigo.— contesto mi madre.

Lis y yo empezamos a caminar por el lugar hasta entrar a un pequeño bosque, Lisa iba delante de mí así decidí gastarle una pequeña broma.

— ¡Lisa!.— Dije con tono asustado.

— Que?.— ella me miró asustada.

— No, no te muevas.— mi voz tembló.

— ¿Que Libardo, que tengo? quítamelo.!— dijo asustada estando como estatua.

— Tienes una pequeña culebra en la espalda.— no termine de decir la frase y ella corrió saltando hacia mí.

— Quítamela!!.— dijo entre gritos. Y yo no pude aguantar las ganas de reír.

— De que te burlas?.— Me miro ella confundida.

— Era broma, no había nada — Dije entre risa.

— Que malo eres.— ella me iba apegar pero corrí y ella venía atrás de mi.

— Ya, ya lo siento.— dije agitado llegando a la carpa al igual que ella.

— Me vengare eh.— dijo tragando saliva y respirando hondo.

— ¿Corrieron un maratón o algo por el estilo?.— dijo Norma cuando nos vio.

— Algo así.— conteste.

— Entren a refrescarse, el aire acondicionado está prendido y tomen agua.

Lisa y yo hicimos eso y nos quedamos un rato dentro del auto, nos pusimos hablar de tonterías hasta que nos llamaron para comer, ella y yo salimos y la carne estaba lista, fuimos los primeros en comer y luego mi madre y Norma, hablamos y reímos, nos metimos al lago y jugamos, después de unas hora nos cambiamos pues ya empezaba hacer frío.

— Que les parece si pasamos la noche aquí Y mañana en la mañana nos vamos?.— dijo la madre de Lisa

— Faltaremos mañana también.— dijo Lis.

— Hace mucho no salimos hija.

— Libardo y yo nunca habíamos tenido un día como hoy, no importa si faltan mañana ya es viernes, el fin de semana se ponen al día.

— Si están bien.— contestamos Lisa y yo.

— Perfecto.— contestó la madre de ella.

— Armamos las tiendas para dormir?.— dije.— ya está oscureciendo y luego no nos vaya a coger la tarde.

— Libardo tiene razón.— dijo Norma.— voy a sacar las tiendas okay.

— La ayudó.— camine con ella a la parte de atrás de la casa rodante y sacamos dos tiendas enormes. Tardamos más de una hora en armarlas, una de las varillas me había lastimado la cara, a lo que me rayo y dejo una marca.

— Eso se ve feo, seguro no te duele.— Preguntó Lisa tocando mi rostro.

— No, o sea me arde pero solo un poco.

— Yo traje una crema para los golpes.— mi madre me pasó la crema y me la unte.

La noche cayó y ya hacía mucho frío, cada uno entró a las tiendas, Lisa y su mamá durmieron en una y mi mamá y yo en la otra.

Mi Mala Influencia / Jean , Libardo #Liean #Terminada/ haciendo algunos cambios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora