Cap.16 "La llamada"

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— Enserio vas a dormir?.— lo mire.

— Quieres ver una película?.— me miro al ver que yo no tenía nada de sueño, además eran apenas las 5:30 de la tarde.

— Si. — le respondí y él se sentó en la cama, se acomodó apoyándose en el gran espaldar de esta.

— Y te vas a quedar ahí?— dijo ya que yo estaba sentado en la esquina de la cama.— Sube y acomódate. — enserio no puedo creer que esté en esta casa, en el cuarto y en la cama de aquel que dije que odiaba con todos mi ser.  Me subí a la cama y me senté doblando mis piernas a una distancia razonable de él.

— Que vamos a ver?.— mire el gran televisor que estaba al frente de la cama.

— Ten, busca que quieres ver.— me entrego una tablet que aparentemente era el control.— Busca lo que quieras en Netflix.— fue lo último que dijo antes de volver a cerrar los ojos y acostarse de nuevo. Se notaba cansado y supe que aún tenía dolor en su brazo.

— Jean.— deje la tablet a un lado.

— Mm.— me contestó aún con los ojos cerrados.

— Has tomado medicamentos?.— El negó con la cabeza.— A caso necesitas una enfermera a tu lado para que te esté dando el medicamento o que?.— lo regañe y él me miró.— donde tienes el medicamento?.

— Están en el segundo cajón de ahí.— apuntó a la mesita de noches que estaba a mi derecha.

— Eres un niño acaso?.— me levante y busque el medicamento que estaba junto con un papel el cual indicaba el horario, eran varias que tenía que tomar.— Se supone que la dosis anterior tenía que ser a las 2, la tomaste?.— lo mire.

— No, esas malditas cosas me dan mucho sueño y me hacen sentir cansado.— dijo con fastidio.

— De verdad que pareces un niño .— rodé los ojos y caminé a la salida.— donde queda la cocina?.— lo miré.

— Baja hasta el living y ve a la derecha hay una puerta, ahí está la cocina.— salí del cuarto y baje las escalera, cogí a la derecha y como él lo había dicho había una puerta pero no una sino 3 y ahora cuál de esas tres cogía?. Opté por la primera y por suerte esta era la cocina, era enorme, tenía una gran isla  en el centro y sus gabinetes eran de madera oscura, realmente hermosa.

 Opté por la primera y por suerte esta era la cocina, era enorme, tenía una gran isla  en el centro y sus gabinetes eran de madera oscura, realmente hermosa

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Busque un baso entre todos esos gabinetes, ya por fin habiéndolo encontrado lo llene de agua y cuando estaba de regreso me encontré con Malexa.

— H...hola.— dije sorprendido.

— Hola, Libardo verdad?.— dijo algo extrañada de mi presencia pero con una sonrisa.

— Si.— le sonreía igual.

— Tanto tiempo sin verte, como estás?.— dijo animada.

— Si, desde que cambiaste de escuela en tercer año de secundaria, estoy bien y tu?— le sonreí.

— Bien igual, si ahora que lo dices extraño esos días, estudiar y trabar para mi madre no es nada divertido.— dijo haciendo puchero.

— Estás estudiando administración de empresas verdad?.— la mire.

— Si ya estoy en mi 3 año de universidad.— me sonrió.

— Que bueno por ti. Si me disculpas voy a llevarle esto a tu hermano.—

— Si, haber si lo haces que tome el medicamento, nunca lo toma cuando debe y su hombro mantiene en constante dolor. Por cierto, gracias por haberte ofrecido a tráelo ese día, si él hubiera manejado tal vez no estaría aquí ahora.— Dijo ella sonriendo.— Bueno espero verte de nuevo.— se despidió y entro a la cocina.

— Ten toma.— le pase el baso de agua a Jean y saque las pastillas que debía tomar en total eras 4.

Él las tomo y se volvió acostar, yo me puse a revisar mi teléfono pero luego empecé a pensar en que quería decir Malexa cuando dijo que él no estaría aquí, lo hubieran mandado de nuevo a New York?. Mire a Jean el cual ya estaba dormido y tenía una expresión relajada, viéndolo bien me gusta más dormido que despierto, me quedé observando detalladamente sus facciones y al mirar sus labios recordé el golpe que le había dado y las imágenes del beso volvieron a mi cabeza.

— Cielos.— Cerré los ojos y sacudí la cabeza los volví abrir y noté la pantalla de mi teléfono prendida estaba el nombre de mi madre. Me puse nervioso pero conteste.

— Porque no contestabas Libardo.— escuché la voz enojada de mi madre.

— Tenía el teléfono apagado perdón.— conteste alejándome de la cama.

— Sabes que estás castigado debías estar en casa hace 3 horas!, ¿ahora me desobedeces también?.— dijo ella enojada

— No es eso mamá, me castigaron en la escuela y tenía que estar en detención, al salir empezó la...— fui interrumpiendo.

— que fuiste que Libardo Izasa!? Como que te castigaron porque?.— dijo molesta.

— Tuve... una pelea.— dije relamiendo mis labios, sabia lo que me venía pierna arriba y no era nada bueno.

— Te desconozco Libardo, ¿con quien y porque peleaste?.— Su voz cada vez se sentía mas enojada.

— Con Jean pero..

— Con ese muchacho? Te dije que te alejaras de él, ¿ya volvió a la escuela, intento molestarte?.

— No, yo fui quien lo atacó en cuanto llegó.— conteste ya cansado.

— Sabes que yo no te eh enseñado nada de eso, nunca te inculqué la violencia.— dijo molesta.

— Si y por eso siempre fui presa fácil para el.— Eso salió de mi sin pensar. Tome bastante aire y luego lo solté calmándome .— Me quedaré en casa de Nicole por la tormenta, vuelvo a casa mañana temprano.— Ella no contesto y simplemente colgó. — Maldición, maldición, maldición!!.— dije enojado.— lo que me faltaba. — me volví a sentar y pase mi mano por mi cabello frustrado y miré a Jean.

Mi Mala Influencia / Jean , Libardo #Liean #Terminada/ haciendo algunos cambios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora