Lisa y yo estamos sentados a la orilla del lago mientras nuestras madres ya dormían.
— Es bueno estar aquí contigo.— Lisa me miró.
— Lo mismo digo, hace tiempo mi madre y yo no salimos y nos divertíamos.— conteste mirando hacia él lago.
— Te puedo preguntar algo?.
— Si claro.— la miré.
— Cual es tu tipo de chica ideal?.— pregunto tímida.
— Bueno ... Mmm no sabría decirte la verdad , nuca me puesto pensar en un tipo ideal.— conteste.— Pero chicas como tú son lindas pueden ser mi tipo.— le sonreí.
— Chicas como yo?.— constató mirándome.
— Si, tiernas y tímidas pero cuando entras en confianza son diverti...— Dije esto pero ella me beso interrumpiéndome yo inmediatamente la aleje de mi, mirándola sorprendido.
— Lo... lo siento, perdón no debí hacer eso.— Dijo nerviosa.
— Aaa.— No supe que decirle me sentía incómodo.
— Perdón, discúlpame... será mejor que me vaya a dormir.— ella se levantado avergonzada y entro a la tienda de acampar de su madre.
Me quedé pensando en lo que había acabado de pasar, quizás la confundí al decir que me tipo podían ser chicas como ella. Me quedé un rato más hasta que sentí mucho frío y entre a la tienda para ya dormir.
— ¿Estás bien hijo?.— dijo mi madre cuando entre.
— ¿Te desperté?.
— No tranquilo, solo te esperaba.— Dijo ella y me acosté a su lado.
— Durmamos.— le dije y cerré los ojos, al poco tiempo me quedé dormido y como un abrir y cerrar de ojos desperté, mi madre ya no estaba en la tienda, me senté y estiré mis brazos.
— Buenos días bello durmiente.— dijo mi madre cuando salí.
— Buenos días ma.— el sol me dio en la cara haciendo que cerrara los ojos.— Sube al auto el desayuno ya está listo, partimos en una hora.— Hice lo que mi madre me indicó y subí al auto, Norma estaba en la pequeña cocina y Lisa en la mesa, en cuanto me vio bajo la mirada.
— Hola Libi, buenos días, siéntate ya te sirvo el desayuno.— me dijo Norma.
— buenos días.— conteste y me senté en la mesa. Lisa y yo no hablábamos, solo nos dedicamos a esperar el desayuno.
— Tomen.— Norma nos puso dos platos con huevos, tocino y pan.
— Gracias.— contestamos los dos.
Empezamos a comer evitando mirarnos el uno al otro, la señora Norma nos puso las taza de café y noto nuestro incómodo.
— Que les pasa a los dos hoy?.— preguntó ella.
— Nada mamá.— contestó Lisa y me miró por unos mini segundos y volvió a mirar su plato.
— Okay, en cuanto terminen desayunar ayuden con las tiendas por favor, hay alerta de lluvia así que será mejor irnos antes.
— Yo lo hago solo, tranquila.— conteste. Termine de desayunar y enseguida me puse a desarmar las tiendas.
— Que sucede con Lissandra y contigo hijo?.— mi madre se me acercó.
— Que?.— La mire y luego a Lisa que estaba entrando la parrilla con su madre.— Nada mamá.— seguí desarmando la tienda.
— Como si no te conociera Libardo, ayer estaba los más de bien felices y ahora ni se miran.
— No puedo ocultarte ya nada verdad?. Es que bueno, ayer Lisa me besó y yo la alejé un poco brusco.— conteste.
— Ay hijo, tienes que explicarle todo a ella, para que no salga lastimada en un futuro.— contestó ella.
— Lo se, lo haré más tarde.— le contesté.
— Okay hijo, terminaré de guardar unas cosas, te duchas y nos vamos vale.— Dijo ella.
— Vale.— Ella se fue al auto, yo termine de guardar todo y me dirigí al carro para darme una ducha fui el ultimo así que cuando salí ya estábamos por partir.
— Ya estamos listos?, no se nos queda nada verdad?— dijo Norma antes de arrancar.
— No.— dijo mí madre.
Lisa estaba acostada en el camarote de atrás y yo estaba sentando en el pequeño sofá. Así estuvimos durante todo el viaje, mi madre y Norma hablaban de su juventud y reían, yo decidí dormir un rato ya que el viaje era largo, llegaríamos en la tarde al pueblo. Después de unas horas de sueño me desperté y ya estábamos en el pueblo, estaba lloviendo a cántaros, miré a Lisa que estaba sentada en la mesita y me acerqué a ella. Iba hablar pero ella se me adelantó.
— Libardo, disculpa por lo de anoche, confundí muy mal las cosas yo.— la interrumpí.
— Tranquila Lis, también tengo culpa, quizás te confundí y no me supe expresar bien, pero todo fue un mal entendido, finjamos como eso nunca pasó.— le sonreí para darle a entender que todo estaba bien, ella me sonrió igual pero se notaba tristeza en sus ojos.
— Si está bien.— contestó ella.
— Pero que lluvia, ojalá no sea una nueva tormenta.— dijo mi madre. Ya estábamos cerca de nuestra casa ya que la pude visualizar.
— Libardo.— Lisa me agarro del brazo pero no le preste mucha atención ya que mi mirada se centraba en una figura que me era muy familiar, estaba sentando de cuclillas en el portal de la casa mojándose.
— Jean!?.— dije sorprendido en cuanto me di cuenta que era el.
—¿Que?.— dijo Lisa mirando por la ventana también. El se quedó observando el auto cuando frenó al frente de la casa. Yo me solté del agarre de ella y salí de inmediato.Él en cuanto me vio camino apurado hacia mi.
— ¿Jean que haces?.— El no me dejó terminar y me abrazo fuerte.
— ¿Donde diablos estabas?.— dijo en el abrazo, luego se separó y me beso, dejando a mi madre a Lisa y a su madre sorprendidas.— Me tenías preocupado, te estuve marcando a tu teléfono y no contestabas, en la escuela dijeron que estabas enfermo vine ayer y no había nadie en tu casa, llame a Nicole y ella no sabía nada de ti. Creí que me iba volver loco.— Me volvió a besar.
— Lo siento, deje mi teléfono en casa.— conteste. Jean miró a tras de mí y vio el carro rodante.
— ¿Estabas de viaje?.— me miró.
— Si, perdóname por no haberte avisado.— le contesté y el camino hacia el auto en el cual mi madre estaba bajando con las maletas.
— Entre rápido a la casa, déjeme le ayudo.— Jean tomo las maletas y mi madre corrió hacia mi, jalándome a la entrada para ella abrir la puerta y entrar, Lisa y su mamá arrancaron el auto y se fueron, Jean entró después de nosotros y dejó las maletas en el suelo.— Discúlpeme que haya venido pero es que estaba preocupado.— contestó Jean.
— Tranquilo Jean, gracias por preocuparte por mi hijo.— le contesto sonriendo mi madre.— Déjame llevo esto arriba, Libardo sube a Jean para que se seque o se enfermara.— Dijo mi madre y subió a su cuarto. Jean estaba sorprendido por la actitud de mi madre pues aún no le decía sobre su aceptación.
— Ven, ¿acaso estás loco, como te vas a quedar esperando bajo la lluvia?.— le dije al entrar a mi habitación, tome una toalla limpia y se la di. Pero el envés de secarse se puso a acercarme el pelo a mí y habiendo hecho esto luego se secó el.
— Estaba preocupado que querías que hiciera?.— me miró.— creí que les había pasado algo a ti y tú madre.
— Lo siento mucho por preocuparte.— me acerqué a él, estaba completamente en papado.
— Tranquilo, lo bueno es que están bien.— me volvió a dar a otro pequeño beso. Y sonreí.— Me tuviste con los nervios de punta.
— Pobre de ti.— reí acomodando su cabello que estaba desordenado, crucé mis manos por su cuello y junté mis labios con lo suyos en un beso más profundo. — Es por haberte preocupado.
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Mi Mala Influencia / Jean , Libardo #Liean #Terminada/ haciendo algunos cambios
Fanfiction𝐿𝑖𝑏𝑎𝑟𝑑𝑜 𝐼𝑠𝑎𝑧𝑎 (La historia está siendo editada y teniendo algunos cambios entorno a los nombres de algunos personajes) Libardo Isaza un chico de 17 años , que está apunto de graduarse, el es el típico chico inteligente , buen hijo , bue...