¡HE DORMIDO CON ALEX!
LAUREEN
Desperté en una cama que no era mía y no necesité estar cien porciento consciente para saber que era de un hombre. La almohada estaba impregnada de un perfume varonil que encantaba a cualquier mujer. Froté mis ojos. Traté de enfocar la vista. La cabeza me dolía. Las paredes eran color crema y las cortinas negras. No, definitivamente no era mi habitación. Ese no era el problema. El problema era que no conocía esa habitación. Entonces, comencé a temer lo peor. Me toqué los pechos. Suspiré aliviada al notar que tenía brasier. Me llevé las manos a la entrepierna. También tenía bragas. Volví a suspirar. Pero, de pronto, me sentí demasiado cómoda para estar en una habitación que no conocía. Deslicé la mirada hacia abajo y me vi envuelta en una camisa de Nirvana que, de ningún motivo, era mia. ¡Alguien me habia desnudado y me habia puesto esta mierda!
Me levanté de un salto y busqué evidencias de sexo. No había ropa interior de hombre tirada por algun lado, tampoco un sobre de condones abierto, mucho menos un condon usado en el suelo con un nudo —¡venga! Hay hombres bien cerdos. Tenía que estar segura—. Nada. Ningún indicio de que la noche anterior había follado con un desconocido, lo que me causo alivio, no por el hecho del desconocido, si no porque... ¡vamos! No había tenido sexo en más de un año, si iba a tener quería al menos recordarlo, ¿no?
Me quedé de pie en medio de la habitación oscura, inmersa en mis pensamientos y tratando de descubrir donde cojones estaba... y que había pasado la noche anterior. No, no sabía. De pronto, mi cabeza se había vuelto una enorme nube negra.
Me llevé las manos a mi cabello desmarañado y enredado. La única puerta de la habitación me invitaba a abrirla, pero me daba miedo descubrir que había al otro lado. ¿Y si era un tipejo que vivía con la mamá? ¿Y si no se bañaba? ¿Y si, por el contrario, era demasiado limpio y habiamos tenido sexo y prefirió limpiar todo antes de salir de la habitación?.
Pensé en llamar a Tina y hasta esa idea fue confusa. ¿Dónde estaba mi bolso? Pero lo peor fue cuando sentí la necesidad de orinar y no, no era esa necesidad pequeña cuando todo se pasa si juntas un poco las piernas, era algo desmesurado, como si mi vejiga haya tenido capacidad de guardar cinco litros de agua y necesitaba deshacerme de ellos porque, de lo contrario, iba a explotar.
La necesidad fue mayor.
Y cada vez mayor.
Y comencé a saltar en puntitas, juntando las piernas y tratando de no pensar en algo que se relacione con el agua. Y entonces, levanté la mirada hacia alguna pared, tratando de distraer a mi propio organismo. Y allí estaba, ¡una foto del oceano!
—Maldita sea, maldita sea, maldita sea —musité entre dientes. Ya no podía juntar más las piernas.
¡Y la puta habitacion no tenía baño privado!
—De seguro es un tio que vive con la mamá —dije mientras buscaba con la mirada mi ropa. Si eso era cierto, no iba a salir con la polera de su hijo.
Joder, Laureen.
¿¡Que has hecho!? ¿¡Es que acaso tenías tantas ganas!? ¡Dios, Tina estaría riéndose de mi! ¡
Pero, entonces, me percaté de algo.
La foto del oceano.
No era una foto del oceano. Era una pintura del oceano y tenía un pequeño papel con un mensaje en la esquina inferior.
Me acerqué, apenas, arrastrando los pies y sin separar las rodillas.
«Cuando dudes cuanto te quiero, observa el oceano. Te quiero tan infinito como el, Alex».
Mis ojos se abrieron como plato y las ganas de orinar de pronto se esfumaron.
«Alex»
El único Alex que conocía era.
El mejor amigo de Adam. El que estaba ayer en la fiesta. El tonto del culo de la iglesia.
Y entonces, la puerta se abrió lentamente y un cuerpo se asomó en silencio.
Nuestros ojos se encontraron.
—Oh, despertaste —aclaró la voz. Alex eran de los que no miraban demasiado a los ojos. Era esquivo y distante, pero esa mañana estaba... extrañamente más amable—. Lo siento, te traje algo para el dolor de cabeza. Luego de todo lo de anoche, me imaginé que descansarías más. Hasta yo estoy exhausto.
Mi boca se abrió hasta el suelo.
Me cago...
... en la puta.
¿¡He dormido con Alex!?
.
.
.
¡He revivido!
No. Lo cierto es que estaba corrigiendo FUERA DE CONTRATO para un concurso y para propuesta editorial. Recién la semana pasada acabé y ahora puedo seguir tranquilamente con esta segunda parte que me tiene llena de ideas.
Gracias por la paciencia y gracias a todas las que se han sumado.
Trataré de actualizar al menos una vez a la semana. Por favor, ténganme paciencia, porque estoy en pleno período de exámenes en la universidad, pero no dejaré esto botado.
¡Ustedes son lectoras increíbles y lo merecen todo!
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Fuera de reglas ©
RomanceLaureen estudia medicina. Alex es abogado. Laureen vive su vida conforme a muchos planes. Alexander nunca ha tenido un plan, salvo ahora: Buscar a su hija. Alex quiere a Laureen. Y Laureen quiere a Alex. Pero, ninguno de los dos quiere salirse...