Tres Son Multitud (+18) [Kookmin]

Capítulo 24

Jimin subió a la oficina de su amigo.

-Hola–Saludó Jimin entrando.

-Hola Minnie–Saludó Hoseok y se levantó. -¿Como estas?–Preguntó abrazándolo.

-Sigo vivo–Jimin le sonrió y le dio un beso en la mejilla a Hoseok.

Ambos se sentaron.

-Hola Jimin, también existo–Dijó el padre de Hoseok.

-Oh hola–Jimin le sonrió falsamente y se sentó.

-¿Que pasa con mi hijo?–Preguntó el señor Jung.

-Hablé con él hace un rato y me dió algo–Jimin sacó la hoja.

-¿Y que es esto?–Preguntó Hoseok.

-Una lista de nombres de gente corrupta del gobierno... es un acto de buena fé por parte de Nam–Jimin se acomodó en la silla por el dolor de su herida.

-Le dije mil veces que ese no era hombre para él–Dijó el señor Jung serio y se levantó enfadado. -Se lo dije pero nunca hace caso.

Jimin y Hoseok lo miraron sin decir nada.. el menor sabía que era preocuparse por los hijos, el mismo lo hacía por Shin Hye todos los días desde que nació y sabia que siempre lo debía hacer.

-Hoseok tenemos que hacer esto un caso oficial... no sé quiénes estarán en esa lista, no confío en nadie más que no sea ustedes dos..

-Apenas se enteren que Namjoon habló lo matarán–El señor Jung miró a Jimin. -¿El fiscal del caso de Nam es confiable?–

-Vendido igual a todos pero tiene miedo que Nam le haga algo por meterlo preso–Jimin suspiró y se levantó yendo hacia la mesa. -Mañana hablaré con él por el trato con Nam..

-¿Quien llevará esto?–Preguntó Hoseok con la hoja en la mano.

-Tu papá–Le dijó Jimin tomándose dos pastillas.

-No te excedas con esas pastillas–Le dijó Hoseok serio. -Y con respecto a esto tienes todo mi apoyo Jimin y papá no quiero meterme en lo tuyo pero...

-¿Pero que?–Le preguntó su padre.

-No dañes esto–Hoseok suspiró. -Aqui mismo pueden estar los nombres de los hombres con que juegas poker los fines de semana o el de los hijos de ellos...

-Pero no está el tuyo ni el de Jimin–Le dijó el señor Jung serío. -No me importa el resto, los ví crecer a ambos no son unos vendidos... empecemos con esto.

Hoseok y Jimin asintieron.

-Avísenme cuando tengan las órdenes listas.. por ahora haré que mi equipó busque por encima y abran archivos–Jimin se acercó a Hoseok y lo abrazó suave. -Ire por Shin Hye.

-¿Y eso por que?–Preguntó Hoseok. -¿Jungkook no lo hará?.

-Debemos organizar su fiesta de cumpleaños, la otra semana cumple 5–Jimin sonrió levemente. -Debe querer todo de princesitas.

-Vete, nos encargamos–El señor Jung le sonrió levemente.

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-¡Papaaaá!–Gritó Shin Hye contenta y corrió a los brazos de su padre.

-Mi niña hermosa, te extrañe mucho–Dijó Jungkook acariciando su cabello. -Me sentí muy sólo sin ti.

-¡Papá me llevo a ver princesas!–Dijó muy feliz. -¡Una torta grande de princesa, un vestido y muchos globos...

-¿De princesa?–Preguntó Jungkook y su niña asintió muy contenta. -Por que no subes y te pones lo que deje en tu cama.. después bajas y dibujamos princesas.

-¡Si papi!–Ella le dió un beso en la mejilla y se due corriendo.

Jungkook sonrió y luego miró al frente.

-Cuando fui por ella la profesora me dijo que te la habías llevado–Habló Jungkook suave.

-Es mi hija.. puedo hacer eso y además debo organizar su fiesta de cumpleaños–Jimin le quitó la vista de encima y se fue al segundo piso.

-Podemos hacerlo juntos–Propuso Jungkook pero no recibió respuesta alguna.

Jungkook suspiró pesado y se alborotó el cabello desesperado, ya no sabía ni que hacer... apostaba que así Jimin estuviera temprano en casa no comería en la misma mesa que él.

Subió al segundo piso por su hija pero se desvió de puerta.. abrió la de Jimin y entró despacio, Jimin no estaba ahí pero si su chaqueta y su camisa estaban en la cama.

Jungkook respiró profundo y terminó de adentrarse al lugar, la puerta del baño estaba abierta y sin pensarlo dos veces entró.

-¿Te ayudo?–Preguntó Jungkook viendo que Jimin se aseaba su herida.

-No quiero que estes aquí–Le dijó Jimin serío y dejó de limpiarse.

-Quiero estar aquí–Jungkook se le acercó. -Quiero estar contigo...

-Creo que es tarde para eso–Jimin quitó las manos de Jungkook de su cintura. -Vete Jungkook, no quiero gritar por que la niña está en casa...

-Yo te amo–Le dijó Jungkook evadiendo las órdenes de Jimin. -Daría mi vida por ti, vivo por ti.. no puedes quitarme la razón de vivir... perdóname y prometo ser mejor esposo.

Jimin templó su rostro.. no sabía que sentía exactamente pero no se sentía nada bonito el remolino de emociones que estaba teniendo en este preciso momento.

-Tu presencia me duele–Le dijó Jimin al borde de las lágrimas. -Me da asco que me toques, me siento repulsivo cuando me miras y cuando dices que me amas siento que dices que soy lo peor que te puso haber pasado Jeon...

-No es asi mi amor–Jungkook aferró más sus manos a la cintura de su esposo. Yo te necesito para vivir...

-Sigues aquí por Shin Hye, por que sino hace rato estuvieras en la calle...

-Por ella debemos arreglar nuestro matrimonio–Jungkook sonrió débilmente y sorvio su nariz, no se había percatado que estaba llorando. -Podemos volver a hacer esa familia feliz de antes...

-¿En donde yo estaba siendo traicionado y tu hija olvidada?–Jimin río con amargura y limpio su rostro con fuerza. -No puedo Jungkook...

-Intentemoslo–Suplicó Jungkook. -No te rindas ahora.

-Talvez nunca debimos hacer esto, creo que fue un error casarnos... sabías que yo hiba por todo en la policía pero no te importó–Jimin empujó a Jungkook lejos de él. -Quiero el divorcio–Le dijó Jimin seguro.

-¡No amor!–Sollozo Jungkook. -¡Hare lo que quieras pero el divorcio no!–Le tomó las manos pero Jimin se soltó.

-Esto está irremediablemente roto... no confío en ti, ni siquiera cuando duermes por que pienso que sueñas con otro hombre–Jimin empujó a Jungkook fuera del baño. -Debes hacer los papeles del divorcio–Le dijó antes de cerrarle la puerta en la cara.

-¡No Jimin, no por favor, amor no me dejes!–Dijó Jungkook llorando desde el suelo de la habitación.

Jimin se metió a la regadera y abrio la llave, se metió debajo del agua fría y sin importarle el dolor del disparo empezó a llorar. No quería.. no quería dejarlo ir pero solo verlo le dolía como el infierno.

Talvez dejarlo era lo mejor para él...

¿Pero que era lo mejor para la hija que tenían en común?.