Tres Son Multitud (+18) [Kookmin]

Capitulo 3

-¿Sabias de esto Jeon?–Preguntó Tae levantándose serio.

-No, casi no habla de sus casos–Jungkook se acomodó bien en el sofá y suspiró pesado.

-Nuestro Minnie no sabe con quién se metió, Nam le cortara la cabeza y se la lanzara a los perros–Dijo Tae sirviendo Whisky para los dos.

-¿Conoces a ese hombre?–Pregunto Jungkook recibiendo el basó con licor.

-Ujum.. trabaje para él unos días y te digo que es muy peligroso, al principio se ve que es buena persona y dulce pero es verdad es el diablo–Tae se sentó a su lado y apago el televisor.

-Solo te diré esto Kim Taehyung.. primero no es nuestro, es mi Minnie, segundo, él es inteligente y se cuidara, y por último vine a tener sexo contigo y no a hablar de mi esposo.

Jungkook se tomó todo el alcohol del vaso y lo dejo en la mesa para tirarsele encima a Tae para devorarle los labios con fuerza y lujuria. Sus manos bajaron hasta el muslo del mayor y lo apretó mientras subía su mano hasta la nalga.

-Estas muy necesitado–Le dijo Tae con burla y por respuesta tubo un apretó en su miembro sacándole un gemido fuerte.

-Tu igual cariño–Susurro Jeon chupando y lamiendo su cuello.

Los besos eran desenfrenados y fuertes. Quitaban el aliento por todo lo que daban, sus lenguas se mezclaron siendo una y sus roses los hacían gemir.

-Llévame a la habitación–Pidio Tae.

-No, quiero aquí–Le dijo Jungkook con la respiración agitada y se levantó quitando el pequeño panti de su amante, se agachó y beso su abdomen metiendo su lengua en el ombligo haciendo que el mayor arqueara su espalda por esa excitante acción.

Jungkook abrió su pantalon y lo bajo hasta las rodillas con todo y su boxer con una mano mientras que con la otra acariciaba el muslo del chico debajo.

-Te dolerá–Le dijo el pelinegro y Tae le sonrió con picardía.

-Me gusta con dolor–Susurro y abrio más sus piernas.

Jungkook saco el condón de su bolsillo y se lo puso. Escupió un poco de saliva en su mano y le puso a Tae en su entrada palpitante haciendolo jadear cuando empezó a hacerle círculos sin meter el dedo.

-¡Joder Jeon mételo ya!–Le grito Tae desesperado.

Jungkook sólo sonrió y así lo hizo, agarró los muslos de Tae y lo penetro de un solo golpe.

Sus embestidas eran fuerte y certeras, lo disfrutaba a pesar de que Tae no fuera lo suficientemente estrechó para su gusto.

Los gemidos de Tae no se demoraron en llenar la sala más los gruñidos de Jungkook. El cabello del menor se movía al compás de sus fuertes embestidas. Tae sólo se aferraba al terciopelo de su sofá y cerraba los ojos con fuerza con cada embestida bestial que le daba su amante.

Los minutos era eternos y placenteros, ambos hombres disfrutaban de su sexo clandestino todos los días en las mañanas.

Jungkook al sentir un hormigueo en su vientre acelero más el ritmo haciendo que el sillón se mueva de su lugar y haciendo que Tae grite de placer.

Al correrse dentro del condón sólo quedaron los espasmos de sus cuerpos. Tae se masturbo y su semilla cayó sobre su vientre plano.

-Eso estubo bestial–Dijo Tae con la respiración agitada.

-Como te gusta–Dijo Jeon recostado sobre el sofá con los ojos cerrados.

Tae lo miro y al verlo así de sudado se excitó otra vez y se le sentó a orcadas.

-Esta vez, yo, tendré el mando señor Jeon–Susurró el mayor en los labios de Jungkook y saco su lengua para lamer los labios de su amante.

-Hazme lo que  quieras–Le dijo Jungkook con una sonrisa pícara.

Taehyung solto una risita y beso despacio los labios de Jungkook mientras tomaba su pene medio erecto y se lo metió por su ano.

-Te dolerá cuando me ponga duro–Le dijo Jungkook un poco inquieto.

-Soy masoquista, lo sabes.. el dolor me hace sentir vivo–Susurro Tae antes de que se fundiera en los labios de su menor.

Y haci empezaron con un sexo duro, brutal, doloroso pero muy placentero.

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Cuando Jimin llegó al presinto del distrito 23 fue recibido con aplausos por todos los oficiales de policías presentes.

-Felicidades Sargento–Le dijo la sargento de patrulleros.

Jimin y la sargento Jisoo estrecharon manos con una sonrisa.

-¡Ya chicos, cálmense!–Grito Jimin con una de sus tiernas sonrisas y todos hicieron silencio. -¡No es sólo por mi, aqui todos colocaron un granito de arena para completar la misión! ¡ahora todos a trabajar que los delincuentes madrugan chicos!–Grito Jimin más serio.

Todos entre murmullos y sonrisas sé dirigieron a sus labores.

-Grandioso sargento–Le dijo una mujer subiendo las escaleras.

-Gracias Lisa, ahora a trabajar que hay mucho por hacer–Dijo con un pesado suspiro.

En el segundo piso Jimin también fue recibido con aplausos de sus colegas y uno que otro lo abrazaba contento.

-¿Café?–Pregunto Lisa.

-Sip, y cierra la puerta–Avisó cuando llegó a su oficina.

Se sento en el escritorio y empezó a mirar la carpeta del nuevo caso y un sobre del supuesto caso cerrado de "Kim Namjoon" .