Vistazo al pasado

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Unos cincuenta o setenta pisos de altura son lo que me separan del duro asfalto, aunque cada segundo que pasa estoy más cerca del mismo. Voy cayendo a buena velocidad para matarme apenas tocar alguna superficie. Pero ¿Cómo llegué aquí?

Un hombre robusto y enorme me ve caer desde la orilla del edificio del que me lanzó mientras ríe con su áspera voz. ¿Así voy a terminar? Embarrada en la banqueta de una zona poco transitada por culpa de un tipo que quiere comprobar su teoría.

-Los héroes solo buscan atención, veamos si alguien se digna a salvar a una sin singularidad en un barrio de mala muerte- había dicho antes de arrojarme al vacío, no sin antes recibir una patada y un escupitajo de mi parte.

Claro que tengo una singularidad, pero no funciona bien. ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Justamente ahora que casi no tengo control sobre mi poder y que va y viene cuando le viene en gana, y para mi suerte, nótese el sarcasmo, en estos momentos de nerviosismo y terror me había abandonado, haciéndome imposible salvarme por mi cuenta.

Lagrimas caían de mis ojos, quedando suspendidas en el aire por la gravedad, mi respiración estaba entrecortada, tanto que casi no sentía al aire entrar en mis pulmones.

Estoy herida, asustada, y en cualquier momento, estaré muerta.

Pero, ¿Cómo llegue a esto? Fácil de explicar.

Durante toda mi vida he estado viajando por el mundo a causa del trabajo de mis padres, tuve una educación privada, lo que me ayudo a graduarme un poco antes. Veinte años entrenando, para que en menos de seis meses todo se fuera al carajo.

Todo comenzó cuando pude sacar una licencia internacional, lo que me permitía seguir acompañando a mis padres luego de que finalicé los estudios a los 19. Un año entero estuve acompañándolos por el mundo, hasta que llegamos a América, más específicamente, Estados Unidos.

Ellos se quedarían en Texas arreglando cosas de trabajo, mientras que yo fui a las vegas a perder el tiempo, y también porque había escuchado de unos ladrones revoltosos que no habían sido atrapados aún y al parecer estaban causando muchos problemas.

El problema, fue que los subestime. Pensé que podría con ellos, que equivocada estaba.

Flashback

Iba tranquilamente caminando por las calles, buscando algún casino que llamara mi atención para jugar un rato, cuando un tipo enorme y verde salió de uno de ellos.

Otros cinco le seguían, todos cargaban con bolsas de dinero y algunas cosas de valor.

Actué enseguida, extendí mis alas y comencé a volar por sobre los civiles sacándolos de peligro y luego volé sobre ellos a una velocidad casi imposible de seguir con la vista sacándoles las bolsas que llevaba el tipo grande en la espalda.

-¡Hey! Miren lo que hacen- una pelimorada fue la primera en darse cuenta que les estaba quitando sus ganancias.

-Quietos todos, quiero ver sus manos.

-Nina estúpida, ¿de verdad crees que te vamos a hacer caso?

-No creo que tengan otra opción- sonreí con superioridad y corrí hacia ellos, logré noquear al más grande, volando lo más rápido que pude para patearlo dejándolo inconsciente. Traté de atacar a la chica, pero uno de los hombres que los acompañaba me tomó por la cintura, volviéndola como de madera.

Le di una patada en la entrepierna y me alejé de él. El tipo verde estaba despierto de nuevo, eso será un problema. La chica alzó un marro de materia morada al igual que su cabello y con el trató de golpearme, pero logre esquivarlo.

Un chico rubio me tomó por sorpresa en el aire y me azotó contra el suelo, parece que los profesionales locales aún se van a tardar un rato. Traté de levantarme, pero no podía, era como si el suelo me atrajera a él.

-¿Te gusta? La gravedad esta jugando en tu contra gracias a mí, no vas a poder levantarte, aunque quieras- se acercó y me tomó del mentón- eres muy linda, ¿Qué tal si jugamos?

Le escupí en la cara y el me abofeteo, hiso más presión en mi cuerpo rompiéndome un par de huesos y lastimando mis alas, las guardé en mi espalda antes de que las lastimara más, seguido de esto me liberó de su singularidad. Un azabache se acercó con un cuchillo, mientras me levantaba él se encajo el cuchillo en una pierna, pero no parecía haber tenido daño alguno, al contrario, fui yo la que sangro a pesar de que el cuchillo lo toco a él y no a mí. Será algún tipo de muñeco voodoo.

Aún con la pierna sangrando me puse de pie. Estaba rodeada. Traté de atacar, pero descuide mi espalda, el tipo verde em golpeo lanzándome directamente al otro tipo, que a su vez me tomo por los antebrazos convirtiéndolos también en madera, tardé en reaccionar, la madera abarca desde mis codos hasta casi las puntas de mis dedos.

La de la materia morada creo un par de paredes con las que me aplasto. Por fin llegaron los profesionales, trataron de ayudar, pero solo rebajaron un poco la carga, estos villanos son demasiado buenos, tanto con sus singularidades, como trabajando en equipo.

Él voodoo volvió a mirarme, cruzamos un milisegundo la mirada, en ese solo fragmento de momento, me sonrió. Volvió la vista al héroe contra el que luchaba y se llevó la cuchilla a la espalda, clavándolo justo en el centro de la columna. El corte me afecto a mi otra vez. Grité con dolor atrayendo la atención de algunos héroes y civiles que se quedaron viendo la pelea.

Los villanos aprovecharon eso, pero cada vez llegaban más héroes, uno de los que habían llegado primero se acercó a mí.

-¿Estas bien?

-Si- logré hablar entre jadeos por el dolor- pero no creo poder seguir luchando.

-Tranquila, ya vienen las ambulancias y los policías, me voy contigo.

-Gracias- sonreí como pude, aunque seguramente parecía más una fea mueca que una sonrisa.

-No, gracias a ti. De no haberlos retenido ese rato, se hubieran escapado, otra vez.

No podía ver nada, pero los golpes y explosiones ya no se escuchaban tanto. Luego de unos minutos escuché como llegaban sirenas, los villanos maldecían y unos paramédicos se acercaban a mi y al otro héroe.

Nos llevaron al hospital donde estuve un mes internada gracias a los múltiples golpes y cortes en mi espalda, el profesional que me ayudo no estaba tan herido, por lo que se fue al día siguiente. Ni siquiera le vi la cara y no pude agradecerle como me hubiera gustado.

Aquella fue una de mis primeras peleas como héroe profesional, y no solo una de las primeras, si no que también fue la más problemática y traumática según los doctores, ya que, en algunas situaciones mi kosei no reacciona.

Según ellos es por que me pongo una barrera inconsciente que no permite que mi kosei se active como es debido, por lo que entreno todos los días y hago un montón de ejercicios especiales para que mi espalda sea la misma de antes de aquella pelea y poder superar las consecuencias de ella.

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Hey, aquí Alex compartiendo una nueva historia, una nueva fantasía de vida, esta vez a lado del héroe número dos desde el incidente en Kamino, Takami Keigo (Aunque ese nombre para él no debería existir más), mejor conocido como Hawks. Espero hacer de su agrado esta historia con el pollito precoz que todxs queremos.

Tengo también una historia con Aizawa Shouta, por si algún amante de la oruga con complejo de maestro vagabundo sexi llegó primero a esta historia, les invito a pasarse por mi perfil.

-Alex.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora