Narra Guillermo:
Como cada mañana, me tocaba madrugar para ir a la Universidad. La idea de levantarme temprano nunca había sido de mi agrado, pero era algo que tenía que hacer.
Estudio filología inglesa, lo tenía muy claro desde hace tiempo. Siempre me había gustado el idioma y era lo que más me llamaba la atención estudiar.
—¡Willy! —Escuché decir a mis espaldas. Era Alex, mi mejor amigo desde quinto de primaria. Me giré para encontrármelo con una enorme sonrisa en la cara-. Por fin me oyes. Llevo llamándote un buen rato.
—¿En serio? Vaya, lo siento. —dije quitándome los auriculares. Siempre que iba me gustaba ir escuchando música-. Justo te había escuchado porque terminó la canción.
—Eres increíble... —No hacía falta conocer demasiado al más bajito, para saber que no lo dijo en el buen sentido precisamente. Yo sonreí para molestarlo.
—¿Qué quieres, tío? Eres tú quién viene a interrumpir mi momento de paz. —Me encantaba molestarlo, y siempre que tenía ocasión, la aprovechaba.
—Eres un borde, tío. Desde luego que no sé cómo te aguanto.
Ambos anduvimos hasta la entrada de la Universidad, donde tuvimos que separarnos. Teníamos muchas clases en común, pero la primera del día de hoy no era una de ellas.
—Nos vemos luego. —Se despidió con la mano, a lo que yo respondí igual y nos separamos para entrar en nuestras respectivas clases.
La profesora de literatura alemana, ya se encontraba frente a su mesa, esperando a que los alumnos se sentasen para empezar con la clase.
Nunca entendí porqué en esta carrera tenías que estudiar tantas cosas de otros idiomas, pero bueno yo me metí aquí y este ya era el segundo año de carrera.
Me iba bastante bien, algunas asignaturas no me gustaban pero no tenía más remedio que atender si quería aprobarlas todas.
La primera hora transcurrió algo más fluída, gracias a mi compañero Frank que me hizo más amena la clase.
A este chico lo conocía hace apenas dos meses, sinceramente me cayó estupendamente desde la primera vez que hablamos.
Él era nuevo este año, y aunque nos llevábamos muy bien, había alguien con quién se llevaba aún mejor, con Borja —aunque todos lo llamaban Luzu, por su apellido Luzuriaga—.
Este último era el mejor estudiante de la Universidad, y todos lo conocían por ello y por lo increíblemente atractivo y simpático que es.
Yo nunca había hablado con él, pero cuando lo observaba en la lejanía se veía que era un buen chaval.
—¡Eh, tío! -me llamó la atención Alex. Nos encontrábamos en la tercera y última clase de hoy—. Estás empanado hoy. En qué estarás pensando... -dijo pretendiendo creer saber qué rondaba en mis pensamientos. Me sonrojé de inmediato.
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Wigetta: Más allá
FanfictionGuillermo, un chico joven de veintiún años -el cual iba a la universidad, situada a unos novecientos metros de su casa-, se sentía extremadamente atraído por el compañero de trabajo de su padre, Samuel. Julio, el padre del universitario, se reunía a...