8. En tus brazos

2.2K 395 136
                                    

Kid y (Tn) se besaban de manera intensa y apasionada, el calor de sus cuerpos se había regulado debido a la agitación del momento, lo cual les era conveniente considerando la situación en la que se encontraban.

Cuando Kid la liberó de su agarre para acariciarla de las rodillas a las caderas, ella le mordió el labio con fuerza, haciendo  que él se quejara y saboreara algo tibio, de regusto amargo y metálico esparciéndose en su boca.

—¡Maldición (Tn)! ¡Aaaah! —se tocó el labio.

—¡Quítate de mí aprovechado!

—¿Quieres jugar rudo? De acuerdo...

—¡Quítate de mí! —exigió nuevamente, pero lejos de obedecerla, lo que le esperaba fue un apretón en el pecho derecho—. ¡Aaaahg! ¡Eres un idiota Kid!

—Si juegas sucio... atente a las consecuencias. —le apretujó el pecho izquierdo esta vez.

—¡Aaahg! ¡Deja de hacer eso o lo siguiente que escuches serán tus joyas siendo aplastadas!

—De acuerdo, que sea con tu boca por favor. —dijo con una sonrisa seductora.

—¡Eres un vulgar de lo peor! —le espetó indignada al darle una, y otra, y otra cachetada.

Kid la miró mientras sonreía de manera ladina, y se relamía los labios al recordar lo sucedido ese día, en el baile de graduación de la preparatoria.

—Me encantas... —dijo al tomarla de las muñecas para besarla a la fuerza.

(Tn) luchaba por soltarse, se retorcía y trataba de apartarlo con las piernas, pero de alguna manera terminó cediendo, y besándolo con locura.

Él le empezó a besar el cuello, arrancándole así, muchos suspiros ahogados y jadeos sutiles que con el paso de los segundos se volvían más sonoros.
Volvió a liberarle las manos, esta vez ella lo presionaba por detrás de la cabeza, mientras él llevaba sus labios hasta el canalillo de sus pechos.

La desesperaba sentir la manera tan lenta en la que Kid le bajaba el encaje de las copas del sostén, para besarle alrededor sin llegar donde ella deseaba sentir la tibieza de su lengua. Y con cada eterno milisegundo que pasaba antes de que le besara los sensibles botones de sus pechos, toda esperanza moría al momento que apartó sus labios y los llevó al abdomen, y ahora sí, una urgencia más intensa se hacía presente en su palpitante zona baja.

Y es que él sólo jugaba con sus ansias, sabía perfectamente que la estaba desesperando, le era difícil no reír al notarla tan agitada a esperas de lo siguiente. Pero no, no iba a darle el gusto, no aún. Primero iba a encenderla para volverle loca, hasta el punto que le suplicara, así como la castigaba cuando se portaba mal.

A la vez que deslizaba con suavidad la yema de sus dedos por la piel de (Tn), haciendo que esta se erizara, Kid empezó a morderle sutilmente su centro, sobre la tela de la ropa interior. Le encantaba verla contornearse, sabía de sobra que estaba impaciente por que le hiciera aquello que siempre la tranquilizaba cuando estaban enojados, eso que la hacía olvidar que tenían alguna diferencia.

Volvió hasta a su cuello, la tomó por detrás de este y la atrajo hacia él halándole el cabello, mientras le devoraba los labios. Ella se sujetaba de sus anchos hombros y arqueó la espalda al sentir que finalmente le había desabrochado el sostén. Eso quería decir que ahora sí le comería los pechos, ¿o no?

—Te amo... —musitó muy suave.

—¿Qué dijiste? —inquirió Kid al despegarse de ella, creyó haber escuchado algo que se suponía que ninguno de los dos diría nunca.

Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora