Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》

32. Pudo ser un día perfecto

—Kid, ¿a dónde me llevas? —inquirió sonriendo muy curiosa, mientras caminaba tomada de su mano, un paso detrás de él.

—Es una sorpresa tablita —respondió un tanto misterioso—, ya casi llegamos.

—Pero ya me cansé de caminar...

—No seas llorona, sólo han sido unos cuantos bloques.

—Recuerda que un paso tuyo son tres de los míos... —expresó sonando casi mimada.

—Eres una quejosa —giró sin previo aviso para tomarla de la cintura, y así colocarla sobre sus hombros.

—Aaaah... ¡Kiiiiid! —gritó temerosa de que este fuera a dejarla caer.

—Es tan fácil cargarte... por eso me gusta que seas tan pequeña.

—N-no me asustes así. —le pidió apretándole el cuello con las piernas, agarrándose de su cabello.

—¡Me vas a dejar calvo! —se frotó la cabeza—. ¡Ya relájate, no voy a dejarte caer!

—P-perdón... eto... n-no me viste, ¿cierto?

—No, no vi que usas un cheekster blanco.

—¡Oye! —le pegó con el talón de su pie, en el costado derecho.

—¡Hey no me culpes! —exclamó entre risas—. Si vas a usar faldas cortas, tienes que estar dispuesta a que te vean la ropa interior en cualquier momento.

—No pensé que me fueras a subir a tus hombros, tonto —se cruzó de brazos.

—No entiendo la lógica de las chicas, usan ropa corta... ¿pero se alteran cuando alguien les ve las panties?

—Ustedes los hombres nunca entienden nada. —se quejó haciendo un puchero—, oye, ¿así se siente ser alto? Estoy casi dos metros lejos del suelo, ¡es genial!

—Eres tan pequeñita... que me parece divertido verte hacia abajo —declaró entre risas, sin embargo; (Tn) fingió estar molesta.

—¿Quieres quedarte calvo?

—N-no, no dije nada. —manifestó con un escalofrío recorriéndole el cuerpo.

—¿Ya casi llegamos?

—No. —respondió dando zancadas en la muy crecida maleza.

—¿Qué tal ahora?

—Acabas de preguntarme tablita, aún no llegamos.

—¿Y ahora?

—Preguntaste hace cinco segundos, además voy cargándote, ¿cuál es la prisa?

—Sólo me gusta molestarte —admitió sin poder aguantar una risa.

—¿Ah, sí? —hizo un brusco movimiento simulando estar a punto de dejarla caer, por lo que (Tn) gritó al sostenerse de una rama a su alcance, por desgracia, agitó un pequeño panal de avispas, motivo por el que Kid comenzó a correr con ella sobre los hombros, como si no hubiese un mañana.

—¡Eres un tonto Eustass Kid! —continuó gritando, a la vez que Kid seguía riendo, casi sin poder ver por donde iba.

—¡Cállate que por tu culpa me picaron a mí! —se quejó agitado—. Pero creo que ya estamos a salvo

—Fue culpa tuya al pretender dejarme caer.

—Era sólo para molestarte tonta —la colocó sobre la grama—, llegamos...