74. Reminiscencia

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En horas de la tarde, antes de que Kid sufriera el colapso...

—¿A qué le debo tu visita, Zoro —le preguntó Bonney al mencionado, tomando asiento donde él esperaba por ella. Los separaba una pequeña mesa de acrílico transparente. Se encontraban en el salón de descanso.

—Podrías al menos fingir que te da gusto verme —dijo Zoro, sonriendo de manera soberbia.

—¿Por qué? ¿Acaso vas a ayudarme a escapar de este lugar? —inquirió irónicamente. Zoro se carcajeó y ella puso los ojos en blanco—. ¿Qué quieres? —le preguntó con seriedad.

—Bueno, vine a encargarme de unos asuntos y aprovechando que estaba cerca, quise pasar a visitarte. Luces muy bien.

—Gracias. —respondió, mirando al suelo a través de la mesa.

—¿Qué pasa?

—Perdóname. Honestamente sí me da gusto verte. Sigo trabajando en...

—Lo sé. —le interrumpió Zoro—. Te conozco, Bonney. —puso la mano sobre la de ella—. Quise venir antes, pero presentía que no querrías verme.

—Y no te equivocaste. —declaró, mirándolo a los ojos—. Me sentí traicionada aquella vez, cuando descubriste y destruiste las fotos que tenía para incriminar a Kid por haberme agredido físicamente. Ahora te lo agradezco. Yo estaba muy mal.

—Perdóname por haberlo hecho. Pero hice lo que consideré correcto. Aunque me habría beneficiado la posibilidad de que Eustass fuera a la cárcel... eso no estaba bien.

—Lo sé. Mi amor fue egoísta. Prefería hacerle daño a Kid, en vez de verlo con otra.

—Estabas obsesionada, Bonney.

—Creo que tienes razón. —coincidió, bajando la mirada—. Espero que algún día despierte, y rezo porque me dé la oportunidad de hablar con él. Quiero decirle que lo siento.

—Me da gusto verte recuperada Bonney. —comentó, sonriendo de medio lado. Evitó darle información que pudiera alterarla o emocionarla, tal como se le había instruido antes de pasar al salón.

—Lamento todas esas cosas feas que te dije aquel día en el estacionamiento del centro comercial. Sólo... estaba enfadada contigo.

—Tranquila, ya pasó. —dijo muy comprensivo—. Fui sincero al decirte que quería intentar algo serio contigo, aunque me rechazaste porque no quise ayudarte a separar a Eustass y (Tn), pero quiero que sepas que no te guardo resentimiento. Me gustaría que fuéramos amigos, y que me dejaras venir a visitarte.

—Eso me encantaría —declaró Bonney, sonriéndole de manera genuina.

***

—Doctora... —habló Benn, viendo a Kureha aproximándose.

Aguardaba por noticias en la sala de espera. Al final, tanto Kid como (Tn) fueron a parar al mismo hospital.

A Benn le acompañaban Killer, Cavendish, y Fullbody. Wire, Heat, y Oliver se encontraban en la cafeteria. Habían ido por algo para desayunar, ya que habían llegado a horas de la madrugada. Shanks estaba en el baño.

—Señor Beckman... —saludó Kureha, a la vez que asentía.

—¿Cómo está mi hija? —preguntó, al tiempo que se puso de pie al igual que los chicos—. ¿Cómo está el bebé?

—Tranquilo —le sonrió levemente, y miró a los muchachos de uno a uno—. Ella se encuentra descansando. —respondió, colocando la mano sobre el hombro de Benn—. Fue una falsa alarma.

Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora