Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》

67. Aférrate a lo que amas

Se había llegado el día viernes en el cual, se daba por terminada la semana de exámenes finales. Esa misma tarde, (Tn) fue a su casillero para recoger sus pertenencias.

No podía creer que había llegado al Shinsekai con el propósito de acostumbrarse al entorno, mientras cursaba los tres años de instituto y que sin embargo, tan sólo haya hecho uno debido a su promoción.

Sonreía triste al pensar en aquella vez que varias chicas la rodearon y la golpearon en esa área, y estuvo a punto de llorar cuando se detuvo un momento en las escaleras, allá donde chocó de bruces contra el hombro de Kid.

Tanto había pasado en ese año, que le parecía mentira.

Miró alrededor, rememorando los momentos felices y también los tristes. Suspiró llena de nostalgia al saber que a pesar de todo, extrañaría el instituto y sus amigos también.

Se sentía un poco mayor de lo que era, y pensó que a lo mejor eso se debía a que las circunstancias la obligaron a adelantarse a su tiempo en muchos sentidos. Pese a los resultados... no se arrepentía de nada, mucho menos de haberse convertido en mujer por haberse entregado a Kid.

Una chiquilla de quince años, que se veía de quince años, pero que se sentía de dieciocho o diecinueve. Era algo loco.

Sonrió al soltar un bufido de gracia al negar con la cabeza, y se encaminó hacia la salida, donde Law la esperaba.

—¿Estás lista mi niña? —le preguntó al recibirla con una sonrisa, y la puerta del copiloto abierta.

—Sí —respondió sonriendo muy dulce. Entró al auto, se acomodó, y esperó a que Law ocupara su asiento para decirle—: Quisiera hacerte unas preguntas sobre tu carrera.

—¿Ah, sí? —inquirió Law, algo intrigado y a la vez; agradado.

Mientras conversaban, se pusieron en marcha y se dirigieron al cine. Tenían toda una tarde planeada.

Esa misma noche del día viernes...

Los chicos de tercer año de todas las secciones organizaron una fiesta en la playa para celebrar la culminación de sus estudios en el instituto, y bueno, no hubo alguien que no se presentara a la fogata donde resonaba la música a alto volumen, así como los gritos de diversión y carcajadas de aquellos que gastaban bromas entre sí. Abundaba la bebida alcohólica, las botanas, y también, se disfrutaban de diversas actividades que realizaban de un momento a otro.

Muchos aprovechaban la ocasión para portarse mal antes de ingresar a la universidad.

Allá en el fondo, alejado de la aglomeración y del ruido excesivo, se encontraba Kid sentado sobre un tronco seco. Estaba inclinado hacia adelante. Tenía los codos reposados sobre las rodillas separadas, y mantenía la mirada fija en las elevadas flamas de la fogata. Se bebía una cerveza de lata, y tenía otras de éstas apiladas en una pirámide que había construido, con los envases vacíos de las que ya se había bebido.

Lucía triste, algo demacrado a causa del insomnio y la falta de apetito que había venido sufriendo últimamente.

Se encontraba absorto en sus pensamientos, arrepintiéndose de cada cosa que hizo mal, por lo que llevaba varios días experimentando una sensación de tristeza y soledad que tan sólo se acrecentaba cada vez más.

La culpa por los dos intentos de suicidio de Bonney y también, por la depresión y decaimiento de (Tn), lo tenían dominado. Rememoraba cada momento que había vivido junto a la última, y podría jurar que entre más le doliera cada recuerdo, más sentía amarla.