Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》

30. ¿Cómo le llamo a este sentimiento?

Se había llegado la mañana del día siguiente, lo cual le era avisado a (Tn) por medio de su subconsciente, a causa de esto, comenzó a moverse de manera perezosa mientras emitía sonidos de agrado al sentirse muy cómoda, a su vez, abrazaba con gran afecto a su gigantesca... ¿almohada? Bueno, quizá era otra cosa.

Dibujó una tenue sonrisa al sentirse tan relajada, encantada por la calidez de la sábana que la arrullaba. Acomodó el rostro y también su pierna sobre la dichosa almohada, fue hasta entonces que notó algo que no reconocía, por lo que abrió los ojos con un poco de pesadez y parpadeó un par de veces, todo para darse cuenta que no se trataba de lo que abrazaba, sino... a quien.

«Kid...» pensó al liberar una tímida sonrisa.

Se habían quedado durmiendo juntos la noche anterior, después de haber compartido un rato de juegos y muchos besos que surgieron de las tortuosas cosquillas, cuando ella le pidió que no se moviera ni un centímetro.

Un sonrojo se hizo presente en las mejillas de (Tn), al notar que tenía la pierna sobre el abdomen de Kid, mientras lo abrazaba del cuello. La comodidad que recibía su rostro, era gracias al pecho de este, quien la tenía abrazada, apegada a sus costillas de su lado izquierdo.

—Luces tan tierno e inocente estando quieto... —dijo por lo bajo, volviendo a sonreír. Le parecía que él se veía hermoso con las mejillas rojas y el cabello enmarañado.

—Tcht... cállate... —le pidió con una voz muy ronca acompañada de una sonrisa.

(Tn) se ruborizó, puesto que no esperaba despertarlo.

Él se acostó de lado, la abrazó con ambos brazos y la apegó a su cuerpo, imposibilitándole cualquier intento de alejarse. No quería ir a la escuela, deseaba quedarse así todo el día.

—K-Kid... —habló tanto nerviosa como sonrojada.

—Ssssh... cinco minutos más.

—Es que... —intentaba empujarlo suavemente con la palma de la mano, presionándole el pecho.

—Ssshhh... quédate quieta.

—No, aleja esa cosa d-de mí. —Kid levantó el rostro y la miró a los ojos, estaba confundido.

—Ah, eso... —dijo al darse por entendido, seguidamente volvió a colocar su cara sobre la almohada—. Lo siento, es de mañana —respondió estrujándola aún más, no tenía la intención de permitirle salir de sus brazos—, y relájate, no es como si fuera la primera vez que lo sientes —habló entre risas cínicas, por lo que ella se sonrojó aún más—. Además, se llama "Terminator" no le digas "cosa".

—¿Le pusiste nombre a tu cosa?

—Oi —la miró hacia abajo, intentando lucir serio—, te pedí que no le llames "cosa", no le gusta.

—P-perdón. —dijo al esconder la cara en el pecho de Kid, quien seguidamente soltó una risa suave al colocar una almohada entre ambos, para evitar que su "Terminator" le tocara el estómago a ella.

—Eres un desvergonzado.

—¿Por qué lo dices? —la abrazó fuerte nuevamente.

—Por nada.

—¿Es porque dije la verdad? ¿Sobre que no era la primera vez que lo sentías muy de cerca?