Se encontraba acostada boca arriba en la cama, con la mirada perdida en algún punto del techo. Escuchaba música a volumen moderado en su sistema de sonido, creyendo que estaba sola en casa. Ignoraba que Kid se encontraba sentado en la alfombra del pasillo, apoyado de espaldas contra la puerta de su habitación.
Él podía oírla sollozando, y a pesar de que ya no sabía qué hacer para que ella le concediera aunque fuesen unos minutos para hablar, era consciente de que nada cambiaría, y que llevaba las de perder.
¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? ¿Por qué nadie parecía entender que fuera como fuese, (Tn) era suya y él era de ella?
Estaba harto de tanta idiotez, de tantas trampas y malos entendidos. Tenía la esperanza de que todo fuera más sencillo cuando se la llevara lejos del Shinsekai —porque claro, eso era lo que planeaba hacer una vez que las cosas se solucionaran y se graduaran del instituto— por lo que no podía esperar a que transcurrieran las pocas semanas restantes para culminar con sus estudios. Bueno, primero tenía que encontrar la manera de ganarse su perdón.
No le importaba lo que tuviese que hacer por tal de tenerla con él.
Aunque (Tn) continuara diciéndole que lo odiaba, y que no lo quería tener cerca de ella... jamás la dejaría. Lo había jurado, y lo cumpliría.
Kid pensaba que si tan sólo pudiera ver a (Tn) a los ojos en ese instante, entonces le diría lo mucho que le dolían las letras de esa canción. Sucedía que al continuar escuchando la melodía él se convencía cada vez mas, de que a pesar de todos los obstáculos que habían enfrentado y lo mucho que se esforzaron por superarlos, su lucha quedaría en nada si se rendían ahora.
Por su parte, estaba seguro de que aunque tuviera que pelear contra la corriente, no la dejaría ir jamás.
—Todo esto es mi culpa. —dijo, mientras continuaba pensando en qué hacer para ganarse un perdón por algo que él no había hecho.
Del otro lado de la puerta, (Tn) estaba enfadada con su nariz, puesto que tenía las fosas nasales cerradas e irritadas por tanto sacudirse. No importaba lo mucho que se esforzara, no podía parar de llorar, no si todo lo que tenía presente era la imagen de Kid con esas tipas.
Se consideraba la más tonta del mundo... alguien que confió y se entregó por completo a quien amaba, ¿y todo para qué? Para descubrir que al final tan sólo fue una mas, o así lo creía ella.
Pese a que se había prometido dejar su tristeza de lado, lo único que conseguía era empeorar.
Extrañaba tanto a su madre... que a veces le parecía verla acostada a su lado, sonriéndole. Echaba de menos a su papá y también a su tío, quienes aún continuaban de viaje de negocios.
Quería ver a Law y desahogarse con respecto a todo, pero si lo hacía, estaba segura de que éste buscaría a Kid para reclamarle por lo sucedido, y eso tan sólo daría paso a mas problemas. No quería que la situación se le fuera de las manos.
En resumen... estaba literalmente sola con cada cosa que le carcomía el alma.
Hubieron algunas ocasiones en las que tuvo que esforzarse por mentir cuando Shanks y Benn hablaban con ella por videollamada. Estuvo lista con alguna película romántica o dramática en una ventana de la portátil, para así excusar el hecho de tener los ojos rojos y vidriosos. Reía como boba, explicándoles que si lloraba, era a causa de lo que estaba mirando.
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Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》
Fanfiction[Kid x Lectora x One Piece] Libro 1 de la bilogía «Una y mil veces tuya». [Universo paralelo]. Libro 2 «What If?» [Law x Lectora] (En curso) Sus padres deseaban unirlos pero las circunstancias los hicieron detestarse. Cuando por fin se dieron la o...