51. Juramentos

1.8K 324 284
                                    

—Y eso fue lo que pasó —explicó Raisin. Había hecho un resumen de lo atestiguado en cuanto a (Tn), y también habló un poco de las acciones que tomó, para encubrir la escena en la que la encontró—. Por favor, encárgate de ella —le encomendó a Kid, mientras se la entregaba en los brazos.

Odiaba tener que dejarla bajo el cuidado de su enemigo, habría preferido ser él quien la atendiera, el hombre que estuviese allí para aliviar sus cargas, para apoyarla, mimarla, hacerla sentir mejor..., pero sabía bien que en ese momento, cualquier sentimiento personal estaba fuera de lugar.

—Gracias —dijo Kid, sintiéndose un inútil. Nuevamente, no estuvo para (Tn), cuando consideraba que ella más lo necesitó. Si tan sólo no hubiese tenido esa reunión con el equipo..., habría evitado ese incidente—. Gracias por resolv...

—No lo hice por ti. —le espetó Raisin, frunciendo el ceño—. No tienes que darme las gracias.

—De igual manera. Te agradezco.

—Como sea. —gruñó malhumorado, no era que lo estuviese tolerando por gusto—. Esas tipas no dirán una sola palabra sobre lo ocurrido, pero sé sin lugar a dudas, que (Tn) se sentirá mal por lo hecho una vez despierte —la veía con ojos de ternura, y notable preocupación—. Conociéndola como la conozco... intentará dar la cara por los daños causados —manifestó al ver a Kid con dureza—. Distráela de su sentir. Esas escorias no merecen su arrepentimiento.

—No necesitas pedirlo  —aseveró Kid. Aborrecía el hecho de que Raisin supiera tanto sobre (Tn), y vaya que éste tenía razón. Todo era acertado.

—Bien. Te ayudaré a acomodarla en el auto.

—No hace falta.

—Como quieras —masculló Raisin, al darse la media vuelta, para comenzar a alejarse.

En ese momento, Kid dirigió su mirada a (Tn), y recordó lo que ella le había comentado hacía pocos meses, acerca del incidente que tuvo al enviar a aquellas chicas al hospital. Ya sabía de lo que ésta era capaz por lo que observó en esa ocasión, cuando Benn sostuvo el muñeco que quedó hecho trizas, después de ser el receptor de tantos golpes brutales.

¿Quién diría que ese aparentemente frágil duendecillo, tendría tal alcance?

Al llegar a casa, Kid se fue directamente a su habitación, y con gran cuidado, depositó a (Tn) en su cama. Ella aún respiraba con sentimiento en ocasiones. Después de contemplarla por un momento, suspiró preocupado al pensar en qué reacción tendría cuando despertara. Seguidamente, le quitó las zapatillas, las medias, y fue por toallas húmedas a la habitación de ella, para limpiarle la sangre de los nudillos de sus dedos.

(Tn) se encontraba en perfecto estado a excepción de sus manos, las cuáles presentaban una que otra magulladura, a causa de los puñetazos que dio en el tronco de aquél árbol. Fueron las pobres Bonney, Carina y Baccarat, quienes se llevaron la peor parte. De saber los alcances que tendría la chiquilla que quisieron volver su víctima, seguramente jamás se habrían metido con ella.

Kid se culpaba por haber hecho que (Tn) le prometiera aquella vez, el no volver a permitir que alguien mas la agrediera, aunque siendo honesto, el sentimiento no se debía a Bonney, Carina, o Baccarat, sino a la manera en la que la propia (Tn) pudiera llegar a responsabilizarse de lo ocurrido con éstas. Suspiró consternado a la vez que se restregaba la cara, ya que por mucho que lo deseara, no podría encargarse de nada sin antes consultar con Benn y Shanks, por lo que se dirigió a la oficina para contactarles, y así contarles lo ocurrido. Por supuesto que a ellos, la situación les tomó por sorpresa, y le dijeron que regresarían de inmediato al Shinsekai.

Los guardaespaldas no fueron reprendidos, puesto que Benn y el mismo Shanks les habían ordenado esperar afuera del portón del instituto, y vigilar los alrededores del muro. Después de lo acordado con Bonney... nunca pensaron que algo así fuese a suceder nuevamente. Era claro que ella había roto el acuerdo. Ya se encargarían de eso.

Romeo y Julieta... se odian ━━ [Finalizado]《17》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora