Half A Heart ☄ (Dahmo)

Capítulo 69

  La oscuridad y un increíble silencio pueden volverte una persona muy distinta en cuestión de minutos. Aunque estuviera sola allí, aunque sólo Mark sabía donde estaba aquella cabaña, Dahyun sentía que había personas intentando entrar, creía haber visto sombras durante toda la noche, creía haber oído personas hablando; la verdad es que no, estaba sola, nadie estaba siquiera cerca de allí, la ciudad estaba a kilómetros, pero aún así ella sentía todo eso cada vez más real, tanto que intentaba tapar sus oídos y cerraba sus ojos apretándolos fuertemente. Presa y sin poder hacer nada más que llorar, se quedó profundamente dormida, sin haberse dado cuenta de que el sol comenzaba a salir del otro lado de la pared.

(...)

— No voy a perder un minuto más, Hana. — Dijo Momo, levantándose de la cama y yendo directamente a la puerta.

Hana la miraba desde la punta de la cama.

— ¿A dónde planeas ir así vestida?

— ¿Planear? ¿Crees que me importa mi vestimenta?

Estaba con un simple camisón blanco y pies desnudos. 

— No Momo, tranquila... — se levantó de la cama y caminó hasta su hermana.

— ¿Cómo... — soltó una risa histérica. — ¿Cómo pretendes que este tranquila? ¡Dahyun fue secuestrada!

— Por favor — colocó sus manos en los hombros de Momo. — Escúchame. — logró hacer contacto visual con su hermana y pudo sentir todo el dolor en sus ojos.

Momo suspiró profundo y seguidamente una lágrima cayó a través de sus mejillas a toda velocidad.

— Me tengo que ir. — Intentó voltear para abrir la puerta.

— Escúchame, llamé para hacer la denuncia aquí,en casa. No puedes salir así.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes? De todas maneras, no puedo esperar Hana, tengo que moverme.

En ese preciso momento la señora que había llevado a Momo hasta allí tocó la puerta.

— Hana, la policía está aquí.

Momo se apartó y caminó rápido hasta la sala.

— Yo soy quien denunciará el secuestro. — dijo, antes de que nadie pudiera percatarse de su presencia.

— Señorita Hirai — saludaron los oficiales.

Momo contó todo, quebrándose un poco más con cada palabra. Hana acariciaba su espalda durante todo el tiempo, tratando de ser fuerte, aunque le costaba.

En cuanto los oficiales abandonaron la casa, asegurando poner en marcha el operativo ese mismo día, Momo subió las escaleras como pudo y se preparó tanto física como mentalmente para encontrarse con sus amigas.

— Te acompañaré. — dijo Hana.

Momo asintió y le dió una ligera sonrisa de agradecimiento mientras se colocaba un abrigo que había dejado allí desde la última vez.

— ¿Sabes? Por alguna razón, la persona que describiste... — dijo, desde el marco de la puerta.

Momo la miró. — ¿Qué?

— Siento que la he visto.

— Hana, no sé qué pensar. Dahyun no hizo absolutamente nada para salir del auto.

— ¿Cómo? Eso no se lo dijiste a la policía. — frunció el entrecejo.

— Es que... Tenia miedo de que si se los decía, pensarían que ella si quería irse con él.