Half A Heart ☄ (Dahmo)

Capítulo 64

— Dale mis saludos a todas, y a tus padres, obvio. — Dijo Chaeyoung.

Todas las chicas se despedían de ellas en el aeropuerto. Harían una visita a Corea antes de viajar a Inglaterra. Dahyun necesitaba despedirse de todas las personas que amaba.

— Lo haré, cuídate mucho Chae, cuida a Tzu, cuida a Mina, cuida a Sana — hizo un puchero en lo que evitaba que las lágrimas escapen de sus ojos.

— ¡Hey!

Sus dos amigas la abrazaron en cuanto notaron su nostalgia.

— Volverán pronto, no hay porqué llorar. — Tzuyu limpió una pequeña lagrimita que escapó de la rubia.

— Es que... Nunca nos separamos. — infló sus mejillas, aún atajando el llanto.

— Estaremos aquí, no nos iremos a ningún lado.
Chae le sonrió, tomando su mano, Dahyun la presionó, la de sus dos amigas, con fuerza, negándose a no saber si las volvería a ver.

— Hey, tranquila, no es como si no volverás. — Tzuyu sonrió.

— Claro. — respondió, su voz se quebró.

No quería arruinar todo a último momento, así que las abrazó a ambas, con fuerza, Tzuyu tuvo que agacharse un poco para encajar bien entre su brazo, y fue el más largo abrazo que jamás se habían dado, el más emocional para Dahyun, que llenaba de besos las mejillas de las otras dos, tambien besó sus cabezas, mientras ellas reían.

— No me extrañen — sonrió, a la vez que lloraba.

— Te extrañaremos mucho. — respondió Chae, Tzuyu asintió, ya tenían lágrimas tambien.

— Misana — miró a las otras dos que se acercaban con refrescos en las manos. Ellas le sonrieron.
En cuanto Sana notó las lágrimas en Dahyun, corrió a abrazarla y esconderla entre su pecho.

— Dahyunie, Dahyunie ¿Por qué lloras? — palmeaba su cabeza.

Dahyun se aferró a su cintura. — Te voy a extrañar.

— Hey — Mina se acercó y acarició su espalda. — Está bien, sólo son unos meses.

La pequeña sacó su cabeza entre los brazos de Sana, y asintió, mirando a Mina, como por última vez, no apartaba sus ojos de ella.

— Está bien, pero, antes de que Momo vuelva del baño... — se separó de Sana y aclaró su garganta. — Las amo, mucho, a todas — volvió a quebrarse.

Sana rió y volvió a abrazarla, pero solo un poco. Mina sonrió, las otras dos estaban conteniendo las lágrimas.

— Es que, me acostumbré a verlas todos los días, y... No lo sé, el mundo es peligroso, así que quiero hacer todo bien.

Mina frunció el ceño, enojada. — No digas eso, ustedes regresarán aquí sanas y salvas, la pasarán genial y nos traerán muchos recuerdos. — cortó la distancia de dos pasos entre ellas, y la abrazó, Sana continuó abrazándola por detrás, Chaeyoung y Tzuyu tambien se unieron.

Dahyun atesoró ese momento lo más que pudo, sintiendo cada brazo que la rodeaba, respiró profundo, porque eso la ayudaba a sentir mejor todo lo que pasaba al rededor, y ese momento era hermoso, le daría fuerzas infinitas. No podía evitar llorar, pero valía cada segundo si alejaba el mal de las personas que amaba.
Había pasado semanas escuchando hablar y temiendo a Mark, y sólo ella, nadie más, únicamente ella, sabía lo mal que estaba, lo que podía llegar a hacer, lo que haría si no hacía lo que pedía. A una persona así, no quería probarla, porque a él no le importaba ir preso o terminar muerto, si conseguía lo que su enferma mente quería.