Half A Heart ☄ (Dahmo)

Capítulo 30

Tímidos golpes en la puerta de la habitación, sacaron a Mina de sus pensamientos

— Adelante — dijo, sin ánimo.

La pequeña pelinegra se asomó lentamente — Permiso...

— ¿Qué deseas Chaeyoung? — Mina estaba tejiendo una boina.

— ¿Tejes? — trató de ser amable.

— Si. ¿Qué deseas? — Insistió la castaña.

— Yo... Yo quiero disculparme contigo. — Moviéndose nerviosa.

— ¿Lo haces porque en verdad lo sientes...— sin apartar la vista de su trabajo de tejido — ... O porque Dahyun te manda? — Mirándola en la última palabra.

— Yo en serio lo siento. No soy así, no sé que me pasó. — explicó.

— ¿En serio lo sientes? — su expresión se relajó.

— En serio — le dedicó una sonrisa.

— De todas formas, estuve mal. También lo siento por eso. Olvida lo que te propuse. — le devolvió la sonrisa y siguió tejiendo la boina roja.

— Sobre eso... — se sentó en la cama, junto a Mina. — quiero saber más. Ayudarte.

— No tienes que hacerlo si no quieres.

— Si, quiero. Hagámoslo.

— Está bien. — se levantó de la cama y buscó unas carpetas en el cajón de su gran mesita de noche. — Este es un trabajo que me dieron para hacer en mis clases de fotografía. — se sentó más cerca de Chaeyoung, para poder enseñarle mejor. — No es obligatorio, pero quiero hacerlo. — Chaeyoung asintió, mirando la carpeta llena de imágenes guía e instrucciones.

— ¿Éstas son las temáticas? Son como, de fantasía. — agarrando una de las fotos y observándola.

Mina asintió, mirando la fotografía y luego a Chaeyoung, sus ojos tan enormes, sus labios rosas, el lunar que llevaba debajo. Podría tomar muchas fotos bonitas de ella.

(...)

— ¡Tenemos una urgencia!— gritó Sana, mirando por el balcón de su apartamento.

— ¿Qué sucede? — respondió Tzuyu, que acababa de llevarse una galleta a la boca.

— Ven, mira esto.

Tzuyu se acercó al balcón y pudo encontrar a Momo, Dahyun y una chica desconocida para ella, hablando en el parque. — ¿Y eso? — frunció el ceño.

— ¡Ella es Suny! — habló fuerte

— Aah... — abrió la boca — Ooh... Momo está en problemas.

— Hay que ayudarla. — saliendo del balcón, para ir hasta Momo, pero Tzuyu la detuvo del brazo.

— Hey, no... — enojada.

— Debemos ayudarla. Es mi amiga. — soltándose.

— Ella se lo buscó. Y Dahyun es mi amiga, merece saber la verdad.

— Pero créeme, no así. — insistió.

— ¿Por qué? — la pelinegra se cruzó de brazos.

— Suny puede ser muy buena, pero es escandalosa. ¡Y Momo se frustra demasiado rápido!. — abriendo grande sus ojos. — Dahyun merece enterarse, pero no así. Por favor Tzuyu. — agarrándole del brazo y suplicando con ojos tiernos.

Suspiró — Está bien — rodó los ojos.

Sana corrió por delante de Tzuyu, y minutos más tarde estuvieron en el parque.