Capitulo 36

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— Está precioso bebé — Sheila, la pequeña hermanita de Suny, le enseñaba a Momo el dibujo que hizo de las tres (Suny, Momo y ella misma.)

Momo no podía sentirse peor con eso, cada vez se le hacía más difícil terminar con Suny, ya no sabía cómo decírselo.

— ¿Estás bien? — Suny tocó su hombro, al notar a Momo con la mirada perdida en el dibujo.

Momo reaccionó — ¿Eh? Si, el dibujo es precioso Shei — le sonrió a la niña.

— Quiero que lo conserves — le dedicó una pequeña sonrisa, que se desvaneció al decir la siguiente frase — Te dejaré muchos como herencia.

— Sheila... — la regañó Suny.

La niña agachó la cabeza, triste — Perdón.

Momo no podía explicar sus sentimientos, ni siquiera con ella misma. Sacarle sonrisas a esa pequeña en (tal vez) sus últimos meses de vida, la hacía sentir buena, útil, le encantaba poder hacerla feliz al menos un tiempo, y no quería dejar de hacerlo. Suny tambien estaba contenta porque su hermana al fin se había entendido con alguien.

Pero Dahyun... Momo sabía que Dahyun podría entender la situación, sabía que ella lo estaba llevando demasiado bien, ¡Pero ella necesita explicarle todo! Al menos así no se sentiría mal con ella misma.

(...)

— ¿Cómo han estado? Es hermoso verlas juntas — habló Dahyun.

— He estado mejor que hace años — Dijo Nayeon, abrazando a Jeongyeon.

— Diría lo mismo, pero...

Nayeon la miró, desafiante — ¿Pero?

— Pero nunca he estado tan feliz como ahora — dejó un suave beso en los  labios de la castaña.

— Obvio, estás con Im Nayeon — jugando con su pelo.

— Aunque... — Jeongyeon seguía bromeando con la castaña. Dahyun se divertía observando.

— ¿Y ahora qué? — Nayeon puso una graciosa expresión, entre enojada y frustrada.

— Aunque sería más feliz si ese imbécil... ya saben.

— Oh, si. Pero ya te dije que no te preocupes más por él, debe estar lejos. — Miró a Dahyun, que ahora estaba seria, pensando — Tú tampoco te preocupes Dahyuna, debe estar obsesionado con otra.

— Eso es justamente lo que me preocupa. — Dijo, y Jeongyeon asintió.

— Quisiera verlo pudrirse en la cárcel. Lo que te hizo a ti, y a Tzuyu, no puedo permitir que quede impune.

— Mejor hablemos de otra cosa. — ignoró el tema — Dime rubia menor ¿Cómo están las demás? Conseguiste alguna parejita ¿Verdad? — sonrió pícara.

— Están bien. No conseguí pareja, pero si amigas geniales, y me encantaría que estemos todas juntas. Aunque ustedes y nosotras no seamos tan cercanas, jamás podría alcanzar el agradecimiento por todo lo que las tres hicieron.

— Debes tener algo mal, en serio... — Dijo Nayeon, un poco sorprendida por lo dulce que era Dahyun.

— No puedes ser perfecta... — agregó Jeongyeon.

— No lo soy, pero jamás querría ser como los bravucones que me molestaron toda la vida escolar...

Nayeon bajó la cabeza. — Lo siento Dahyunie.

— Tú cambiaste, y estoy feliz por eso. — le sonrió, y Nayeon le devolvió la sonrisa.

Todas tomaron un sorbo del jugo que había preparado Jeongyeon.

Half A Heart ☄ (Dahmo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora