Half A Heart ☄ (Dahmo)

Capítulo 6 - Mitad -

Cuando estaba con Momo, actuabamos como niñas de 5 años, mi mamá nos seguía la corriente y reía.

A Momo no le gusta hablar de su familia, ni le gusta estar mucho en su casa, la única razón por la que siempre vuelve, es Hana, su hermana. Le pregunté varias veces porqué, sólo dice que no se lleva bien con sus padres, que le hace mal hablar de eso, así como a mi me hace mal, no puedo contarle de mis pesadillas. Tendrá sus razones. Hana, es bailarina, muy buena por cierto, de ahí viene el que a Momo le guste bailar.
De vez en cuando yo iba a su casa pero no era lo mismo, el clima era triste, Momo no era tan alegre ahí. Salvo cuando nos encerrabamos en su habitación, que compartía con su hermana, su sonrisa vuelve automáticamente cuando estamos a solas. Poníamos música a un volumen bajo y me enseñaba sus coreografías, algunas de las coreografías de Hana, reíamos cada vez que algo me salía muy mal, Momo era la experta en el baile ahí.

Llegó la primavera y Momo cumpliría 15 años, con sus 15 también llegaron pretendientes, ella los rechazaba a todos, diciendo que sólo tenía tiempo y ojos para una sola persona, su mejor amiga, Kim Dahyun.
Reíamos cuando me contaba como se le declaraban los chicos y ella los rechazaba diciendo que salía conmigo, ellos la miraban mal y se iban, eran realmente patéticos.

*

Esta vez Hana quiso venir a la playa con nosotros. Momo le había contado lo genial que la pasó conmigo. Su hermana y yo nos llevamos muy bien. Ella ahorró todo el año y unas semanas antes habló con mis papás, que sin problema aceptaron, obvio sin antes hablar con los padres de las chicas. Ellos no parecían tener mucho interés en lo que hicieran sus hijas, mientras no tengan que gastar su dinero.
Todo fue divertido, aprendí a bailar mucho este verano. Hana hizo algunos amigos en la playa así que no estaba mucho con nosotras.

Esta vez yo no quise ir a visitar a mis tíos, quería quedarme con Momo aunque su casa no fuera el ambiente ideal. Trataría de no estar mucho tiempo ahí.

Pasábamos tanto tiempo juntas que ya era difícil no vernos por un tiempo.
Se nos hizo costumbre caminar de la mano, primero era sólo en el regreso de la playa a casa en las noches del verano, luego también lo hacíamos de camino a la heladería que estaba a unas cuadras de su casa, cuando bajamos las escaleras del centro comercial de la ciudad, para todo caminábamos de la mano, aunque todos nos miraran raro, en nuestro mundo, para nosotras, era normal.
Íbamos seguido al parque de los árboles enormes, Hana que ahora pasaba tiempo con nosotras, trepaba con facilidad cada tronco que podía, Momo al principio tenía miedo pero después de una semana, se volvió una experta, con ayuda de su hermana.
El primer día ella se resbaló y raspo su rodilla, empezó a lagrimear y reía para no llorar, mientras Hana iba a buscar algo para limpiarla, Momo me pedía que le de un besito en la mejilla, así tal vez me duela menos, decía.
- Seguiré resbalando si sigues dándome esos besos- me dijo con una sonrisa burlona. Y lo hizo, al día siguiente volvió a resbalar, y al siguiente, al siguiente, lo hacía a propósito pero a mi no me importaba porque me gustaba darselos, así recompensaria sus besos de buenas noches. Hana ya ni siquiera volteaba cuando Momo resbalaba, sabía que lo hacía a propósito, vio cada beso que yo le daba, sólo sonreía y seguía en lo suyo.
- Dahyun, deberías intentarlo algún día, la vista es linda desde aquí. - dijo Hana.
- Ella no lo hará, tiene terror a esto- Momo era una experta en Dahyun.
- Tú también le tenías terror, sólo necesitabas confianza, tal vez puedas dársela a Dahyun ¿No crees?- Vi como le guiñaba el ojo a Momo.
- No importa, otro día lo intentará, hoy trae vestido- me miró y le sonreí, sabe que me aterra la altura.

Tercer año, ya casi nadie me molestaba, sabían lo que Momo era. A ella no le importaba ir a dirección si se trataba de defenderme, por eso le temían tanto, podía pasar de un humano tranquilo y bondadoso a ser una completa perra en dos segundos.