Capítulo 61

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Dahyun dejó su bolso en la cama que se encontraba en medio de la habitación.

— Es posible que se corte la electricidad. — dijo, mientras se acercaba a la ventana, donde pudo ver que los truenos eran con más continuidad.

— Deberíamos bañarnos antes. — Momo no apartaba su intensa mirada de la rubia.

— Adelante. —Se volteó, hizo un ademán con la mano, indicando que Momo lo haga primera.

— Como quieras. — dijo.

Caminó buscando el baño, pero cuando Dahyun se distrajo, se acercó y la tomó rápidamente por la cintura, pegándose a ella.

— ¿Qué haces? — preguntó, agitada por el sobresalto.

— Te dije que no me resisto a tí, ya no más. — su respiración se unió a la de Dahyun.

La empujó suavemente contra la pared, disminuyendo todo pequeño espacio entre ellas. Apoyó una de sus manos en su cintura, y la otra a un costado de su cabeza, recostando sus hombros para poder verla.

— ¿Por qué eres tan hermosa? — susurró, mirando su rostro. — No entiendo como eres dueña de mi mente, estás todo el día en ella.

— Perdón — hizo puchero y giró su cabeza al costado.

Momo buscó sus ojos e hizo que la mire nuevamente.

— Me encanta, pero también me desespera. Me desespera que no puedo verte cuando quiero, ni siquiera si vivimos a una pared de distancia. 

— ¿Qué quieres decirme? — miró detenidamente la expresión de la chica.

Dirigía sus enormes y oscuros ojos a los de Dahyun, por todo su rostro, como si estuviera buscando algo, luego a sus labios y de nuevo a sus ojos, siempre regresaba ahí.

— Quiero estar contigo aquí, que ninguna se vaya, hasta que nos busquen por desaparecidas. — bromeó.

Sus respiraciones eran intensas, sus pechos subiendo y bajando, chocaban, estaban conteniendo todo, y no sabían el porqué.

— Yo te lo dije, haría todo lo que tú me pidieras... — mordió su labio inferior, soltandolo suavemente.

— ¿Todo? — ladeó una sonrisa.

Dahyun asintió, relamiendo sus labios.

— Antes creía que hacías eso a propósito. — sus ojos estaban fijos en la boca de Dahyun.

— ¿Hacer qué? — susurró, dejando llegar una bocanada de aire a la pelinegra.

— Humedecer tus labios. Creí que lo hacías para provocarme — rió. — Pero cuando te observaba, tu siempre lo estabas haciendo, y creo que es lo más dulce del mundo.

Dahyun rió. — Se siente bien, por eso lo hago.

— Se siente bien verte ¿Me dejas mirate para siempre? — acarició su mejilla suavemente con el pulgar. Volvió la vista a sus ojos, con amor.

— Te dejo mirarme esta noche. — sonrió.
Tomó su cabello húmedo y lo tiró tras sus hombros, dejando ver la camisa desabrochada, que es lo que las había llevado a eso en un principio.

Momo se corrió un paso para atrás, observándola mejor; mordió sus labios por instinto, y soltó un jadeo inconscientemente.
En ese momento, la luz se había ido.

Dahyun se sorprendió por un momento, levantando su cabeza y mirando al rededor, con su boca ligeramente abierta, buscando una pequeña luz.
En ese momento otro relámpago cayó, dejando ver al menos donde estaba parada.

Half A Heart ☄ (Dahmo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora