Capitulo 34

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  En ese momento, Dahyun sentía que un cuchillo retorciéndose en su pecho dolería menos.
Ver a Momo, el amor de su vida, en el sillón con Suny, prácticamente devorándose, la estaba hiriendo demasiado.
Se quedó ahí congelada unos minutos, mirando pero no a la vez, porque estaba muriendo, estaba llorando y estaba odiando todo en ese momento.
El corazón se le estrujaba, y lo que sea que fuera el alma, se le estaba rompiendo, se estaba yendo.
¿Por qué tuvo que ver eso? ¿Por qué Momo dijo que la amaba a ella y ahora estaba besando tan ansiosamente a Suny?  ¿Por qué le había creado falsas esperanzas? Y... ¿Por qué estaba siendo tan egoísta con Momo?  Ella estaba, evidentemente feliz con su pareja.
Dejó el álbum de fotos de Mina sobre la cómoda en la entrada, y salió sigilosamente.
Se dirigió a su cuarto antes de que sus amigas la vean y no pueda contener el llanto. Entró, cerró con llave la puerta y se recostó en ella.

— ¿Por qué a mí? — Eso fue todo lo que dijo en voz alta, luego fue hasta el balcón, se sentó en el pequeño sofá que estaba ahí, y estuvo un largo rato en silencio, mirando el parque frente a sus ojos, la gente pasaba, y la noche había llegado, junto con el frío de ella.

Dahyun no pudo resistir más, al escuchar las risas de Momo y Suny del otro lado de su balcón, las lágrimas se apoderaron de ella, las lágrimas y los sonidos de dolor que alguien hace cuando llora desconsoladamente.

Claro está que Momo no tenía idea de que Dahyun la había visto y que ahora se encontraba llorando.
Momo estaba muy divertida jugando con Suny en la habitación, haciéndole cosquillas y robándole besos. Nadie podría decir que esa era la Momo que amaba solamente a Dahyun y que no sentía nada igual o parecido por Suny.

Aunque Suny si había visto a Dahyun irse del apartamento, no dijo nada.

— Bueno, ya tengo que irme. — dijo, y robó un último beso de Momo. Se levantó de la cama y acomodó su ropa. — Gracias por el día de hoy. — acarició la mejilla de la pelinegra. — Mi hermanita realmente lo disfrutó, ella no habla con nadie más que conmigo y mi madre, así que es muy importante para nosotros esto.

Momo asintió mordiéndose el labio. — ¿Tienes que irte? — tomó la mano de Suny.

— Creo que tienes cosas que hacer. — dijo.

Momo la miró confundída. — ¿Qué?

— Hoy entró una chica al apartamento, y al parecer quería decirte algo, porque nos miró y luego se fue. — se alzó de hombros.

Momo palideció — ¿Qué chica?

— La vi una vez, no recuerdo quién era. No tiene importancia.

—¿Y por qué no me avisaste?

— Ya dije, no tenía importancia, sino nos habría interrumpido. — dijo, desinteresada. — Además, no quería separarme de ti. — le guiñó el ojo.

— Está bien, entonces ya te vas. — Momo se apresuró.

— Nos vemos amor, gracias por ser la mejor del mundo.

Momo la acompañó rápidamente hasta la puerta y cerró. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, contó hasta que Suny se haya ido, y corrió hasta la puerta del apartamento de al lado.

Atendió Juls. — ¡Momo! Creí que no vendrías. — sonrió.

— ¿Por qué creía que iba a venir? — arrugó las cejas.

— ¿Por Dahyun? — Momo seguía sin entender. — ¿El hospital? — explicó la mayor.

Momo en verdad se sentía como el peor ser humano del mundo. ¿Cómo podría haberse olvidado de lo mal que estaba Dahyun?

Half A Heart ☄ (Dahmo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora