**MARÍA**
El camino a casa se me hace pesado. No debí quedarme hasta tan tarde, pero ese cambio de último momento en las cortinas lo ha retrasado todo. Ha quedado precioso. Esa casa me trae muchos recuerdos. Ahí empezó todo. Mi vida entera está en esas paredes. Diego, Dani y Adrián me abrieron sus puertas y sus brazos y gracias a ellos tengo la maravillosa familia que tengo hoy. Cuando Dani me propuso reformarla yo, confieso que me lo pensé. Sabía que a Dunia no le haría mucha gracia y además es su casa, no la mía. Aunque él se empeña en decir que es nuestra. No he hecho muchos cambios. He actualizado la cocina, estaba ya muy desfasada. Mármol blanco con el suelo negro. Una gran isla en medio. Grandes ventanales y muchos armarios. He tapizado los sofás, he cambiado las cortinas y todo el textil de la casa ha sido actualizado.
Tengo ganas de llegar ya. He quedado con Dani en su clínica. Hace dos semanas que no estoy con él y lo hecho de menos. Sé que él también a mi. Se que Dunia lo sabe, lo sabemos todos, pero todos hacemos como si nadie supiera nada y así es más fácil. Es nuestra vida. Así la hemos llevado siempre.
Diego fue el primero en proponerlo. Aquel día en la bodega de nuestra casa, cuando él me estaba follando y Dani nos pilló. Chúpasela, me dijo. Lo hice. Hacía diez años que mi marido no me compartía y ... ¡Joder! Como lo disfruté. Después Adrián me pilló sin bragas, lo supo y creo que hablaron porque esa noche mi marido me propuso volver a jugar los cuatro. Dudé en decirle que si. Yo quería, claro, es mi vida. He nacido para ser compartida. Lo supe en el mismo momento en que Nacho y Rubén lo hicieron, pero quise luchar contra ello.
A Diego le gusta compartirme. Sabe que soy suya. Me casé con él y eso le basta. Me deja a veces jugar yo sola con ellos. Lamento profundamente la perdida de Adrián. Hace dos años me llamó, yo estaba en casa sola, Diego tenía turno largo y Lucia y Lucas habían salido a cenar con Ezequiel, Blanca y Julen. Me dijo de vernos. Me besó. Me hizo el amor, me hizo suya y luego me dijo que iba a ser la última vez. Que le dolía demasiado tenerme y dejarme ir. Lloré. Adrián para mi es mi segundo amor. Y me dejó.
Son las 3 de la mañana. Me quedan un par de horas para llegar según el GPS. Voy a llamarle. Lo coge enseguida. Seguro que está durmiendo en la clínica para no despertar a Dunia.
— ¿Ya estás aquí? Se me está poniendo dura ya solo de pensarlo — me río. Dani es así. Da igual cuantos años cumpla, que ya tiene muchos. Cincuenta y nueve cumplió este año, que sigue siendo igual que siempre.
— Me quedan un par de horas, pero quería saber si estabas en la clínica ya. Me muero por verte. —
— Dos semanas María, eso no se hace. Ya me dirás porque no pudimos vernos el sábado pasado... — Resoplo. Diego estaba cansado de su turno largo y no quería ir a jugar sin él, porque esa semana tocaba jugar los tres, no yo sola.
— Tenemos unas normas Dani, ya lo sabes. —
— No entiendo porque... solo es sexo — Él sabe que no, yo se que no. Dunia, Diego y Adrián lo saben. Nos queremos, aunque de distinta forma.
— En dos horas estoy ahí. Te lo compensaré — Le cuelgo.
Dani me toca de una manera distinta a como lo hace Diego. Dani tiene prisa pero lo hace lento. Me saborea con ansia, pero Diego se deleita en cada rincón de mi sexo. Dani gime fuerte mientras que Diego gruñe. Y mientras Diego sabe a hogar, Dani me sabe a juego y a fuego.
Nos pasamos más de dos horas follando. En la camilla, en el sofá de su despacho. Jugamos a que soy su secretaría y se la chupo bajo la mesa. Reímos. Luego jugamos a que soy una paciente y me chupa los pezones mientras me examina. Me gusta. A las 8 de la mañana salgo por la puerta. Más cansada pero más relajada. Me hubiera quedado un rato más pero Lucia seguro que no tarda en llegar, conociéndola aunque Dani le ha dicho que puede venir más tarde, antes de las 10 está aquí.
Cuando llego a casa veo que Diego también está. Seguro que está durmiendo y como no quiero despertarle me voy al baño de invitados y me ducho ahí. Pero cuando me meto en la cama, me nota y me abraza. Me apoyo en su hombro. Si, Diego es mi hogar.
— ¿Ya has ido a ver a Dani? - Le digo que si a la vez que le doy un pequeño beso en la barbilla. Él sigue con los ojos cerrados — Pues ahora ven para que yo puedo follarte.
¡Este es mi marido! Me meto bajo las sabanas y como duerme desnudo no tardo en encontrar su miembro, lo sujeto, ya está medio duro y lo lamo. No tarda en mostrarme una gran erección. La succiono y le oigo gruñir.
— ¿Lucia y Lucas no están? — Levanta las sábanas y me mira.
— Estamos solos — le digo. Me coge de los hombros, me tumba y se pone encima de mi.
— Entonces voy a hacerte gritar cariño mío — ¡Oh si!
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Descubriendo a Lucia
RomanceEl tiempo ha pasado y ahora los hijos son los protagonistas. Lucia vive enamorada de Ezequiel desde que tiene memoria. Pero Ezequiel solo la ve como una hermana. Aunque puede que todo cambie. ¿Será demasiado tarde cuando esto ocurra? Ardiente, romá...