Capítulo 7

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**LUCIA**

A las 7 estoy en pie. Oigo como llega papá y salgo de mi cuarto para saludarlo. Hoy huele a humo. Aunque se ducha en el trabajo siempre vuelve a hacerlo en casa. Nosotros tenemos extintores por toda la casa. Papá se empeñó en ponerlos, siempre nos cuenta la de casas que quedan calcinadas porque cuando ellos llegan el fuego se ha extendido mucho y si hubieran tenido un extintor el 90% de los casos se podrían haber evitado. Lo han perdido todo, nos decía, y todo por no ser previsores. También nos hizo un curso intensivo a Lucas y a mi de pequeños de como usarlos. Ahora Lucas es bombero como él y en su nuevo hogar, en el que vive con Marta, su novia, ha hecho lo mismo.
A las 8,30 salgo de casa. Mamá sigue dormida. Le encanta dormir y se pasaría horas haciéndolo. Muchas veces dice que tiene que recuperar todo ese sueño que tanto Lucas como yo le hicimos perder con nuestros desvelos. Me hace gracia a la vez que me aterra. No tengo ningún instinto maternal ni ganas de momento. No es algo que me llame la atención y el hecho de que aún no haya practicado sexo aún lo incentiva más. Tengo que vivir y experimentar mucho antes de tener hijos, si los tengo, que aun no lo tengo claro.
Mi madre tuvo a Mía y a Leah con poco más que mi edad  y aunque las quería con locura, ella siempre dice que le vinieron grande. Que aun no estaba preparada.
Llego a la clínica justo cuando Dani también lo hace. Me saluda. Justo recibo un WhatsApp de Eze, me dice de vernos a la hora de comer. Por supuesto le respondo que si. Ningún enfado con él puede superar mis ganas de verle.
La mañana se pasa rápida entre pacientes. Trabajar aquí es fácil. La gente que acude aquí o tiene un seguro privado o necesitan una segunda opinión. Hace tiempo que Dani no opera y las consultas son casi meros tramites de información a los pacientes. Hoy una mujer con un soplo, un hombre de 70 años con arritmias y un bebé con el ductus abierto. A la 1 llega Eze, sonrió. No puedo evitarlo. Verle me hace feliz.
— Papá, me llevo a Lucia a comer — Nos mira.
— Voy a quedarme aquí, traedme algo por favor — Le digo que si y salgo con Eze.
Vamos a un restaurante a dos calles de la clínica, el camino se me hace lento, estamos callados, es incomodo. De pronto me habla.
— Sobre el beso del otro día... — No, no quiero oír nada.
— Déjalo Eze, no quiero hablar — No sigue. Le oigo suspirar. Se lo agradezco. No me apetece oír de su boca un "no debió pasar", un "fue una tontería" o algo así.
En el restaurante volvemos a ser los de siempre. Bromeamos y me cuenta que esta semana tendrá una sesión de fotos, me pregunta si le quiero acompañar. Suele hacerlo. Creo que se siente un poco vulnerable en esas situaciones y tener a alguien cerca le ayuda. Siempre vamos o Blanca o yo y esta vez me lo ha preguntado a mi. Le digo que si y me sonríe.
— Pues si no hay cambios será el Jueves por la noche, ya te pasaré la ubicación, aunque si lo prefieres paso a recogerte yo — Claro que me apetece. Le digo que si y vuelve a sonreír. Me cago en todo que guapo está cuando sonríe así.
— Depende de la hora tendrás que recogerme en la clínica. —
— Pero ponte guapa — Le miro mal. No puedo evitarlo.
— Si lo prefieres pídeselo a Blanca — Chasquea la lengua.
— Joder Lucia, lo digo porque como estarás en la clínica llevarás ropa informal. —
— ¿Y qué tiene de malo mi ropa informal? Mira Eze.... mejor no voy — Ni que yo fuera una pordiosera. Hoy por ejemplo llevo un tejano estrecho, una camiseta de manga corta de color rosa pálido con encaje en los hombros y en el pecho y unas sandalias cerradas de color oro rosa.
— Ya vamos a empezar — Ahora chasqueo yo la lengua. Me mira. Le miro y nos reímos. Somos así.
A las 3 vuelvo a la clínica. Eze no me acompaña, le ha llamado su representante y se ha tenido que ir corriendo. Cuando llego Dani está solo en su despacho, entro y le dejo el tupper con el arroz negro que le he pedido. Me da las gracias y sigue a lo suyo.
— Oye Dani, ¿Tú quieres a mi madre? — Me mira pero se queda callado. Creo que me analiza.
— Sí— dice finalmente.
— ¿Y a tú mujer? — También me dice que si, entonces no lo entiendo — ¿Y porqué les haces esto? — Suspira, se echa atrás en la silla y me dice que me siente.
— Tú madre es consciente de que yo estoy casado con Dunia y que ella es mi mujer, y Dunia desde siempre ha sabido que yo he necesitado más y aun así sigue a mi lado.—
— Es que no lo entiendo Dani, no logro entender como puedes querer a alguien y a la vez estar con otra persona.—
- Mira Lucia, ten en cuenta dos cosas. La primera es que se puede querer con la misma intensidad a más de una persona a la vez y la segunda es que el sexo y el amor no siempre van de la mano.—
La conversación se acaba con él explicándome como conoció a mi madre. Me sorprende. Mi madre nunca me había hablado de ello y eso que gracias a Dani fue como conoció a papá. Me agobio. Para empezar yo siempre había creído que el sexo a cierta edad ya no existía. Y para seguir, estamos hablando de que mi madre se acuesta con más de un hombre. ¡Mi madre!
A la hora de plegar vuelvo a no tener ganas de ir a mi casa. Así que me voy a la biblioteca para estudiar un poco. A las 9, cuando cierran llamo a Adrián, me lo coge pero me dice que no está en Barcelona, pero que puedo irme a su piso. Genial. Como tengo unas llaves que siempre llevo en mi llavero, me voy directamente a su piso.
Me voy a meter en la ducha cuando me llama Eze. La sesión de fotos es mañana a las 9. ¡Guay! Me pregunta donde estoy y cuando se lo cuento me recuerda que él también tiene un piso al que puedo ir si no quiero ir a casa. Lo sé, pero te me antojas tanto Eze que es mejor estar alejada de ti.
Tras la ducha me voy al sofá y hago zapping. Adrián me llama un rato después, que tengo un tupper en la nevera y me recuerda que llame a mis padres para contarles que no voy a ir a dormir. Seguro que ya lo ha hecho él, así que para que molestarme.
Me quedo dormida en el sofá, son las 3 cuando me despierto con un dolor de espalda horrible. Me voy a la cama. Adrián no ha cambiado sus sábanas y huelen a él. Me duermo.

Descubriendo a LuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora