Capítulo 47

303 30 0
                                    

**EZEQUIEL**

Llamo a mi padre en cuanto dejo a Lucia en la playa. Necesito saber que cojones pasa con el tío ese. No me ha escrito y no me responde a los mensajes que le he mandado. Tampoco me coge el teléfono. Llamo a Adrián y tampoco responde mis llamadas. Se que me ha dicho que se iba a encargar él pero no puedo aguantar la rabia que llevo dentro. No he podido ni tocar a Lucia en todas estas horas por la rabia que recorre mis venas. Se la dirección. Se donde vive. Voy a ir a por él. 
La casa de los padres de Lucia está muy cerca de la de mis padres. Hemos vivido en la misma calle toda la vida, creo que se que casa es pero no caigo en quien vive ahí. Cuando llego veo que está el coche de mi padre aparcado delante. Vuelvo a llamarle pero sigue sin cogerme el teléfono. No se que hacer. Si llamar al timbre o colarme. Miro a mi alrededor. No hay nadie por la calle, a estas horas y con este calor, poca gente se atreve a salir. Me acerco a la puerta y como veo que no puedo abrirla ni forzándola un poco decido saltarla. Este tío tiene dinero porque la casa es grande y no escatima en lujos. Tiene el doble de parcela que la de mis padres. Cuando llego a la puerta principal veo que está cerrada así que me doy un rodeo por el jardín. No oigo nada, no veo nada. ¡Joder! Vuelvo a llamar a mi padre y a Adrián, pero nada.
Me quedo dando vueltas delante de la puerta como un tonto. Me ciega la rabia y no se que cojones hacer con ella. De pronto se abre y cuando voy a ir a esconderme veo que salen mi padre y Adrián. ¡Que susto! Me miran. Les miro.
— ¿Que haces aquí hijo?— Adrián va detrás y esconde algo detrás de sus pantalones. Parecen nerviosos.
— Pues venía a rendirle cuentas a este hijo de puta— Les digo.
— Vámonos— dice Adrián— Ya no molestará más—
— Si vamos—
— ¿Que habéis hecho? ¿Está dentro?— Intento entrar pero Adrián me para.
— Vamos Ezequiel... no deberías estar aquí— No me gusta nada su actitud. Me pongo tras él y miro en su espalda. ¡Joder!
— ¡ME cago en la puta!— digo — ¿Que habéis hecho?— Mi padre me agarra del hombro y tira de mi para salir de la casa.
— Ezequiel hijo, vámonos. Olvídate de que hemos estado aquí— Le miro.
— Papá, ¿Dónde está ese tío? — Me estoy poniendo nervioso.
— Lucia ya está a salvo, no te preocupes— Dice Adrián. No le miro. Miro a mi padre. Me da igual lo que haya hecho Adrián, me interesa lo que ha hecho mi padre.
— Papá... ¿Dónde está ese tío? — Le pregunto de nuevo. Miedo me da pensar que le hayan hecho algo más que daño.
— Ezequiel, tenemos que irnos— Caminamos en dirección al coche. Yo ya por inercia. No se que hacer. No se que ha pasado ahí dentro. ¿Está mi padre en un lio?
Mi padre me acompaña hasta mi coche, me abre la puerta, me siento y la cierra. Bajo la ventanilla. Adrián está junto al coche de mi padre.
— Hijo... no hemos estado aquí— Me dice.
— Pero papá... — No se ni que decirle.
— Mira hijo voy a decirte unas cosas— Se mete la mano en el bolsillo y de el saca un pequeño USB— ¿Ves esto? Ese hijo de puta tenía imágenes de Lucia. Había puesto una cámara en su habitación y otra en su baño— Me quedo sin aire— Imágenes de ella desde hace tiempo hijo... mucho tiempo— Tengo nauseas.
— ¿Las habéis visto? — Le pregunto.
— En parte... — respira hondo y me aprieta en el hombro — Hijo, no volverá a hacer nada semejante, ya ha pagado por ello —
— Dame ese USB — le digo. Mi padre me dice que no.
— Ezequiel, no quieres ver lo que hay aquí—
— No voy a verlo papá... quiero asegurarme de que nadie lo ve. Dámelo— Le digo. Me lo da. Me conoce. Es mi padre. Sabe que jamás haría nada para dañar a Lucia.
— Vete a casa—
Antes de irme Adrián que estaba unos metros atrás se acerca a mi.
— Ezequiel, esta vivo, que se por donde van tus pensamientos. Pero te aseguro que le hemos jodido la vida y que nunca volverá a hacer nada semejante. Ahora, vete a casa y olvida que hemos estado aquí.
Guardo el USB en el bolsillo de mi pantalón y vuelvo a casa con más rabia con la que he venido. Dejo el coche en el parking. Me quedo parado ahí. No me veo capaz de subir a casa. Se que he dicho que no iba a ver nada del vídeo pero... quiero saber desde cuando la estaba grabando ese hijo de puta. Y que es lo que ha visto. ¿Por qué a ella? Siento que me quema en el bolsillo como si llevara un bola de fuego. Me pesa. Mentalmente me pesa. No puedo respirar bien. Subo a casa y dejo el USB en la mesa del comedor. Necesito una ducha fría. Bajo el chorro pienso. Pienso en ella. En su piel. En su mirada. En su niñez, esa que ese hijo de puta ha vulnerado. Mi cuerpo arde de rabia. Mataría por volver a su casa y rendirle cuentas. Mirarle a los ojos y poder decirle cuatro cosas. Hacerle pagar. Volver atrás y estar a su lado. La quiero. Me mata no poder protegerla. Lucia para mi lo es todo y este todo me quema en el pecho de una manera que no soporto. Y no se si necesito tenerla cerca o marcar distancia para que deje de doler.

Descubriendo a LuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora