Capítulo 53

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**NIL**

— Necesito contarte algo porque no me deja respirar— Puede que la esté cagando pero necesito que entre ella y yo no haya barreras.
— Me estás asustando— Le agarro de las manos y me pongo frente a ella.
— Te he odiado toda mi vida. A ti, a tu madre, a tu hermano... a tu padre..— La observo, sus manos han empezado a sudar— Mi padre se fue a Australia no solo por mi, si no por culpa de tu madre. Ha sido y será siempre su amor, su primer amor—
— ¿Todo esto te lo ha contado él? — Me pregunta
— No y si. Lo leí en sus redes, me empapé de todas las publicaciones que habían escrito mi padre y tu madre en todos sus años... luego hablé con mi padre y él me contó el resto.... ¿sabes que tus hermanas, Mia y Leah figuran como hijas de mi padre en el libro de familia? — Intenta soltarme las manos pero no le dejo— ¿Y sabías que viví con tu madre y mi padre siendo como una familia durante mis primeros años de vida? La custodia la tenia compartida con mi madre y mi padre vivía con tu madre. Incluso pensé que éramos hermanos— Me suelta de golpe y retrocede unos pasos.
— ¿QUe?
— No lo somos. No hubiera podido follarte de ser así. Aunque reconozco que mi intención era hacerte daño. Quería tenerte y luego dejarte como hizo tu madre con mi padre, destrozarte la vida.
— Nil... — No le sale a penas la voz. Sigue a dos pasos de mi y no quiero acercarme por miedo a que salga corriendo.
— Sabía que estabas en Mallorca. Aunque lo del barco fue un poco casualidad... ahí empezó mi plan.
— Nil quiero irme... —
— Espera Lucia. QUiero que sepas que esa era mi primera intención pero... pero me he enamorado de ti—
— ¿Y que? Eres... horrible. Querias hacerme pagar a mi por los errores de mi madre. QUe culpa tengo yo...
— Lo sé... me cegaba la rabia. Mi padre... ha llorado mucho pro tu madre, más que por la muerte de mi madre — Lucia se lleva la mano al corazón— Necesito que sepas que aunque todo empezó como una venganza... ahora te quiero Lucia. Y moriría antes de hacerte daño. Lo del tio ese... no debió de pasar. Le dije que parara.
— ¿Cómo?... — le tiembla la voz y retrocede dos pasos más.
— Le dije que ya no quería que te hiciera nada. Mi plan era ir a por ti una vez te hubiera tocado un poco y salvarte para que confiaras en mi. Le dije que no lo hiciera por eso no estaba preparado a que nada pasase.
— ¿Pero tu estás loco?— Lucia va a coger su movil pero me acerco a ella y le paro los pies— Déjame Nil, me asustas.
— Lucia... ¿QUe no me oyes? Que te quiero. Que sería incapaz de hacerte daño.
— Tarde... ya me lo has hecho— Se pone a llorar y yo quiero morirme.
— Estoy enamorado de ti... lo sé desde que nos llevaste a mi y a mis amigos a tu casa. Vi como te abrías a mi... y—
— QUE ME DA IGUAL— me grita. Respira hondo y me mira fijamente— ¿De que conoces al tío ese?
— Trabaje con él el verano pasado... un trabajo temporal mientras estaba aquí arreglando unas cosas para volver con mi padre a Barcelona, y sin querer vi uno de los vídeos tuyos. Yo te odiaba y él deseaba follarte....
— Dios mio... voy a..— siento que va a caerse, corriendo me acerco a ella y la cojo. Ella intenta soltarse de mi pero pierde las fuerzas y al final me deja hacer.
Cierra los ojos. La sujeto fuerte. No debí habérselo contado. Pero necesitaba hacerlo. Porque aunque todo esto empezó con un fin... ahora, ahora ya no quiero que nada le pase. Ahora entiendo cuando mi padre me decía que lo daría todo por María... me pasa lo mismo con Lucia. La siento en el coche y me quedo junto a ella. Cuando despierta me mira. Le ofrezco agua pero la rechaza.
— Lucia.. — Le digo.
— Nil... quiero volver a casa— SI la llevo se que no volveré a verla más.
— Necesito que me perdones — Me mira.
— No puedo hacerlo— Se me rompe algo por dentro.
— Déjame que te haga el amor... así volverás a confiar en mi...
— ¿Estás loco? Nil... no quiero saber nada de ti. Estabas dispuesto a que me violaran...
— Antes de quererte...
— Estás enfermo— me dice. Eso duele.
— Ya estuve encerrado un tiempo y créeme que ya no estoy enfermo— Le digo. Mi tiempo en Green House, el centro de Psiquiatría de Australia, no es algo que me guste recordar. Pero me dieron el alta,. Me curé.
— Creo que necesitas ayuda— me dice— Déjame que te ayude— Me dice. No se si creerla. Se acerca a mi y coge mi mano. No puedo creerla.
— No necesito ayuda Lucia. Solo te necesito a ti—

Descubriendo a LuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora