**LUCIA**
Jimena me llama para tomar algo. Ha discutido con Marcos, él se ha ido a pasar el finde con sus padres y ella no quiere quedarse en casa sola, esa casa que comparte con él y que huele a él. Le digo que venga a mi piso, que aun tengo que ducharme y preparar algunas cosas y que luego salimos. Cuando me llama estoy con Eze en la cama, creo que el 80 por ciento de nuestro tiempo lo pasamos aquí.
— ¿Noche de chicas?—
— Lo necesita. Ha discutido con Marcos. —
— ¿Iréis a Terry's?—
— Seguramente. Jimena no hay día que no quiera ir.—
Desde que hablamos del tema de los celos, él no ha salido con sus amigos y yo no he tenido que lidiar con ello. Esta va a ser la primera vez que nos separemos y no se como nos va a sentar. Tiene la mirada puesta en el iPad, está gestionando sus redes sociales. No se si evita mirarme para que no vea como se siente al respecto o porque no hay nada que sentir y son todo paranoias mías.
— ¿Tú que vas hacer? — Le digo mientras me desnudo para meterme en la ducha. Me mira de reojo y veo como se le encienden los ojos.
— Primero follarme a mi novia — me muerdo el labio — luego irme para que pase la noche con su amiga — Eze ya está junto a mi tocando mi cuerpo desnudo. Lo que él provoca en mi en cuestión de segundos es... increíble — y después me iré a casa a dormir, porque amor... contigo duermo poco y descansar una noche no me vendrá mal. —
En cuanto Eze se va y yo estoy recién follada y duchada, Jimena enseguida llega. Su cara es la de siempre. No hay tío que la hunda.
— Dichosos los ojos Lucia... has conocido el sexo y te olvidas de tu amiga — le doy una pequeña cachetada en el culo y se ríe. Va directa a la nevera y coge una Cocacola fresquita en lata y se la abre. Me gusta esta intimidad que tenemos. Que sea capaz de llegar a mi piso y abrir mi nevera sin pedir permiso y coger lo quiera.
— Tú hiciste lo mismo ... — le recuerdo.
— Sí joder... con 15 años. —
— Bueno... a cada uno le llega cuando le llega — ambas nos reímos.
Nos ponemos al día. A pesar de que hablamos casi cada día aunque sea por WhatsApp, siempre tenemos muchas cosas de las que hablar. Me cuenta su pelea con Marcos.
— Es que él quiere más... Y yo no me veo lista Lucia. Tía tenemos 21 años. —
— ¿Pero lista para que? Si ya vivís juntos... — no entiendo a que se refiere.
— Pues si... eso le he dicho yo. Que ya vivimos juntos. Porque tenemos que formalizarlo. Pero no... él dice que no. QUe seguimos teniendo cada uno nuestra habitación y que cuando salimos seguimos diciendo que somos amigos y que a sus padres aun no les ha dicho nada porque yo no le dejo y no se tía...—
— Bueno y ¿porque no lo intentas? — Jimena se me queda mirando con los ojos muy abiertos.
— A ver... ¿Estamos flipando? — se pone de pie y abre los brazos — yo tengo aun mucho que conocer. No puedo quedarme con el primer tío que me enamora.
— No es el primer tío... ya has visto mucho — se deja caer de nuevo en el sofá y suspira.
— Tía que me da miedo — ya lo sabía yo. La conozco muy bien.
— Todo da miedo... pero algún día tendrás que empezar Jimena.—
Dos horas después estamos con toda la ropa tirada por el vestidor probándonos modelitos para salir a tomar algo a Terry's. Mientras Jimena se maquilla le mando un WhatsApp a Eze y le informo de que al final vamos a salir. Pronto me responde y me dice que lo pase bien, que tenga cuidado y añade el emoticono del beso. Creo que nuestra charla de hace una semana fue bien. Nos sentó bien.
Jimena se pone uno de mis vestidos, escoge uno de color rojo pasión que me regaló mi madre hace unos meses. Es estrecho. No sé que se le pasó a mi madre por la cabeza, yo jamás usaría un vestido así, de echo creo que lo está estrenando Jimena, esta hecho para un cuerpo como el suyo, no como el mío. Yo me pongo un short tejano negro de cintura alta y una camiseta de tirantes con cuello de barca en color crema con perlas cosidas por el pecho y los hombros. Unos aros grandes en las orejas. Y ambas maquilladas como puertas. Ella más que yo. Yo labios granate y ella rojos. Y listas. Yo fiel a mis botas militares y ella se ha puesto unos taconazos color negros que ya traía puestos.
En mi familia siempre me han dejado claro el tema de coger transporte publico de noche sola. Nunca me han dejado hacerlo. Y coger un taxi a ciertas horas tampoco les hace mucha gracia. Como hace días que no hablo con Adrián le llamo.
— Tito... — digo nada más oír como descuelga el teléfono.
— Dichosos los oídos ojazos. Mi niña se ha echo mayor y ya no necesita a su tío favorito.—
— Hoy si... — Le digo.
— ¿Y qué necesitas de mi?—
— Jimena y yo queremos salir... pero ya sabes que mamá y papá no me dejan coger taxi o el metro a estas horas... — Oigo como tapa el altavoz y habla con alguien aunque no entiendo que dice.
— En 15 minutos estoy libre ojazos. ¿Dónde estás y dónde queréis ir?—
Le esperemos en la terraza que da a la calle así vemos cuando llega. En cuanto vemos aparecer el inconfundible Maserati amarillo nos apresuramos a bajar. A Jimena le gusta ese coche tanto como a mi. En cuanto Adrián me ve me abre los brazos y yo me abalanzo sobre él. Llevaba desde el encuentro para recordar a mis hermanas, sin verle, y ese día casi no pude estar con él. Y aún así, hacía días que no estaba con él, a solas, tranquilamente.
— Así que vais a salir las dos chicas más guapas de Barcelona... y solas —dice mi tío mientras conduce. Yo voy delante y Jimena detrás.
— Bueno solas solas... — dice Jimena— siempre nos encontramos a alguien en Terry's.—
— ¿Y Ezequiel? — Me pregunta.
— Se ha quedado en casa — Le digo.
— Eso esta bien ojazos. Que hagáis vida fuera de la pareja.—
En cuanto Adrián nos deja en la puerta de Terry's y Jimena se aleja a saludar a unos amigos que ha visto justo en la puerta yo aprovecho para abrazarme otro poco a él. Siempre he sido así de pegajosa. Me gusta mucho.
— Yo también te echo de menos ojazos — Me dice en cuanto le suelto— Estaré despierto toda la noche porque tengo que arreglar unos asuntos... llámame cuando queráis volver a casa, ¿vale? — Me da un beso en la frente y vuelve a subirse al coche bajo la atenta mirada de todo aquel que tenemos cerca. No lo puede evitar. Ese coche destaca. Impone. Es sexy. Potente. Y es mío. Aunque no lo conduzca. Es mío.
A las 3 Jimena y yo estamos sudando. Hoy hay mucha gente y estamos apretadas. Ella no ha parado de bailar en todo el rato y yo de mirarla como baila. Me he tomado un par de chupitos. No más. Y porque Blanca se ha empeñado en invitarnos. Jimena si ha bebido más, creo que va por su tercera copa. Va algo piripi. Se le acercan varios tíos. Baila con ellos, pero nada más. Creo que quiere de verdad a Marcos. Porque la Jimena que yo conozco ya se habría liado con alguno de ellos, con dos incluso. Pero hoy no. Hoy los ha rechazado a todos. La veo tambalearse un poco y como me da miedo que vaya a más le quito la copa de la mano. Y al tenerla yo en la mano sin darme cuenta empiezo a bebérmela. A las 4 y media estamos las dos contentas y yo he empezado a bailar. Lucia la bailonga, la que se mueve, la que no tiene vergüenza, la deshinibida, la sexy... ha vuelto y Jimena grita de la emoción. Juntas vamos a pedir unos chupitos más.
— El último que os sirvo — Nos dice Blanca.
— Aguafiestas — Le digo.
—Me lo agradecerás — me dice mi prima.
Como empieza a pasarme cada vez que bebo, me estoy poniendo cachonda y me dan ganas de llamar a Eze, pero son las 5 de la mañana, seguro que duerme. Me ha dicho que quería descansar. Tendré que esperar a verle mañana o al llegar a casa y usar el vibrador que él me compró. No será lo mismo... pero me sacará del apuro.
Un rato después tenemos a unos tíos bailando muy cerca nuestro, para mi gusto demasiado. Se nos presentan. Uno se llama Kai y el otro Gael. Tienen 24 años y la verdad es que no entiendo mucho más de lo que dicen porque entre la música, entre que voy bebida y que no le estoy prestando mucha atención... Gael, es rubio, tiene los ojos marrones, creo y es un poco más alto que yo. tampoco muy alto. Es el que está más pegado a mi. Intenta bailar conmigo. Creo que tengo que ser clara con él.
— oye... tengo novio — Se ríe.
— No soy celoso — Arrugo la nariz. ¿Y eso que tendrá que ver? Sus manos agarran mi cintura y se las aparto de golpe. ¡Vaya! Eze tenía razón. A los tíos les da igual si una tía tiene novio.
— No quiero nada contigo — Le digo intentando ser amable.
Miro en dirección a Jimena para pedirle ayuda, veo que este tío no va a ser fácil de convencer pero no la encuentro. Tampoco el amigo de este. ¡No me jodas Jimena! Vuelve a poner sus manos en mi cintura mientras se mueve y me atrae hacía él. Le miro y al hacerlo me besa. No me lo esperaba así que tardo en separarlo. Nada, unos segundos. Cuando lo hago veo a Eze junto a mi y como de un solo puñetazo tira lo tira al suelo.
— ¡EZE! — Le grito. La gente de alrededor nos mira. Eze coge mi mano y tira de mi para salir de Terry's antes de que el tío se levante y pueda empezar una pelea. Yo siento que el corazón se me va a salir del pecho.
¿Que estaba haciendo aquí Eze? Cuando salimos fuera y llegamos hasta su coche y me hace entrar no puedo más y le grito.
— ¿SE PUEDE SABER QUE COJONES HAS HECHO?— Me mira tranquilo. Yo estoy encendida por dentro pero él está, a mi lado. Tranquilo. No me responde. Enciende el coche y arranca — EZE JIMENA ESTÁ DENTRO. NO ME PUEDO IR SIN ELLA — le grito de nuevo.
— Luego vengo a buscarla — me dice. Conduce un rato sin decir nada. Yo le miro indignada. Tardo en ponerme el cinturón pero al final lo hago. Me está llevando a casa. No me lo puedo creer.
— ¿Que estabas haciendo ahí? ¿Me espiabas?—
— Te vigilaba... — Resoplo. No me lo puedo creer.
— ¿Así es como confías en mi?—
— Te dije que no confiaba en los tíos... y ya ves que tengo razón — NO sé que decir a eso. Tengo que darle la razón.
— Yo me lo estaba quitando de encima.—
— No lo estabas consiguiendo amor... — me dice en tono tranquilo.
— No puedes librar mis batallas Eze... No puedes espiarme, era mi noche con Jimena. Debe de estar buscándome. —
— Se ha metido en los baños con ese otro tío... no te está buscando — No me puedo creer que Jimena al final cayera. Se nota que quiere a Marcos. Debería de haber estado a su lado.
— ¿Estás enfadado? — Necesito saber que es lo que siente.
— Si... porque sabía que esto iba a pasar. Pero no contigo —me mira — voy a llevarte a mi piso. Aunque no te guste hoy vas a dormir ahí. Te voy a dejar ahí. Voy a volver a Terry's a recoger a Jimena y a llevarla a casa y luego voy a volver a casa a follarte hasta que olvides que esos labios esta noche los han tocado otros labios — Jadeo al recordar que Eze ha visto como ese otro tío me besaba.
— Eze... —
— No digas nada rubia... no tienes la culpa. Solo quiero olvidar esta noche. Déjame hacer las cosas a mi manera.—
Esperar a Eze en su piso sin saber cuanto va a tardar ni realmente como es su estado de ánimo tras lo ocurrido, me está matando. Pensaba que estábamos bien. Pensaba que él estaba en casa. ¿Desde que momento me ha estado espiando? ¿Ha estado esperando en el portal de mi casa? ¿O simplemente fue a Terry's a una hora y esperó a que yo ya estuviese allí? Me sorprendo a mi misma sintiéndome por una parte, atraída, por él hecho de que haya estado vigilando mis pasos. Que esté tan perdidamente enamorado de mi que no sea capaz de dejarme sola ni un momento. Es enfermizo, lo sé. Por eso, hay otra parte de mi, que está muy enfadada. Con él y conmigo misma.
Antes de que llegue Eze recibo un mensaje de Jimena.
* Tía... la he cagado. Y al parecer tu y Eze vais a tener noche movidita. Mañana llámame y hablamos. Yo ya estoy en casa sana y salva y sintiéndome como una mierda. Espero que tu noche acabe mejor. Te quiero gorda*
Me alegra ver que está ya en casa, aunque las palabras que me dice no me dejan nada tranquila. ¿Que le habrá dicho Eze para que crea que me espera una noche movidita?
En cuanto oigo las llaves de la puerta me pongo tensa. Me he duchado, y me he puesto una de las camisetas del armario que tanto me gustan de él. Le espero de pie junto al sofá. Entra y se me queda mirando. Aun llevo el pelo mojado.
— Mírate... — me dice nada más verme. Cierra la puerta tras él y deja las llaves sobre una pequeña mesita que tiene junto a la puerta — tan jodidamente sexy y tu sin darte cuenta.—
No sé que decir. Aunque estoy enfadada... estoy excitada. Me ha excitado toda su actitud de macho alfa.
— ¿No piensas venir a darme un beso? — Me dice de repente.
— Estoy enfadada...—
— Vaya... yo también. Te dije que esto pasaría y ha pasado. He tenido que ver los labios de otro tío tocando los tuyos. Y sus manazas en tu cintura. ¿Sabes la rabia que siento? —
— Si no hubieras venido... ¿No decías que necesitabas dormir? ¿Que hacías en Terry's?—
— Ya te lo he dicho... — se acerca unos pasos a mi pero se queda aun así a cierta distancia de mi — quería protegerte.—
— Estaba controlando la situación...—
— No todo lo bien que cabe esperar — Resoplo.
— Oh vamos... —
— Le has besado.—
— No — le corrijo — él me ha besado y yo le he apartado... Ts, vale... — me acerco un par de pasos a él quedando justo enfrente y levanto la cabeza para mirarle — tenías razón. A los tíos no os importa si una tía tiene novio, porque yo le he avisado de ello y ha sido un capullo. Pero te aseguro que por mi parte no iba a pasar nada... nada más. —
Se queda callado. Su respiración es fuerte. No sé si esté enfadado o excitado como yo. Se pega un poco más a mi y sin yo darme cuenta me toca de golpe entre mis piernas. Aparta mis braguitas y me acaricia. Estoy empapada, no me había dado cuenta.
— Estás así de cachonda por mi, o por él... — Me dice gruñendo.
— Me ha puesto muy cachonda tu actitud dominante — le digo. Me introduce un dedo y se me escapa un gemido.
— Eres mía rubia... — Me dice mientras me masturba — Mía...—
Estoy ansiosa de su cuerpo. Llevo deseando tocarle desde que ha aparecido en la discoteca y le ha pegado un puñetazo a ese chico. Incluso desde antes ya estaba pensando en el momento de llegar a casa y llamarle para que viniera a hacerme una visita. Tenía ganas de él y ahora por fin le tengo. Meto mi mano entre nuestros cuerpos y busco su polla, ya está dura y preparada. La acaricio por encima del pantalón, pero enseguida desabrocho el botón del pantalón para poder liberarla. La quiero. En cuanto lo hago. Eze me agarra del pelo y tira de él para llevar mi cabeza hasta su polla.
— Chúpamela amor... hasta que se borren de tus labios las huellas del otro tío — me duele que siga pensando en ello. Cojo la goma que siempre llevo en la muñeca y me hago un moño rápido para que él pelo no me moleste. Cuando lo hago, gruñe.
Me arrodillo en el suelo y la lamo. Lo hago como se hacerlo. Como se que le gusta. Gruñe y jadea a cada lametón. Algunas veces impulsa su cadera y la mueve para pedir más profundidad. La acepto gustosa. Me gusta. Estoy así un rato. Me excito mucho. Coge mi cabeza, me levanta y empieza a besarme con fuerza. Está rabioso y muy excitado. Su liquido preseminal me decía que estaba a punto justo cuando me ha parado. Me sujeta del culo y me alza. Yo me agarro a sus cintura con fuerza y me lleva hasta la cama.
Follamos. Eze me posee de tal manera que acabo corriéndome cuatro veces antes de que él se corra conmigo estando yo encima de él, desnuda, cabalgando mientras él estruja mis pechos.
— Lucía... — gruñe justo cuando se corre — eres el amor de mi vida — jadea en cuanto ha acabado de correrse. Yo me dejo caer sobre su cuerpo y apoyo mi oreja sobre su pecho. Su corazón late como un caballo cabalgando. Sus manos acarician mi espalda desde la nuca hasta el culo. Estamos sudados, extasiados.
— Te quiero — le digo. Y quererlo se queda corto. Le amo. Ojalá nunca se acabe esto porque no imagino mi vida con nadie más que con él.
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Descubriendo a Lucia
RomanceEl tiempo ha pasado y ahora los hijos son los protagonistas. Lucia vive enamorada de Ezequiel desde que tiene memoria. Pero Ezequiel solo la ve como una hermana. Aunque puede que todo cambie. ¿Será demasiado tarde cuando esto ocurra? Ardiente, romá...