Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LONDRES - MESES PREVIOS AL ENFRENTAMIENTO.
Siempre es mejor ser un lobo solitario a ser uno domesticado, mi madre solía decir eso cuando papá se me venía encima con la bronca, después de que ella se fue yo seguí la línea del lobo solitario, domesticado jamás.
Me dolía la pierna, sin embargo seguí corriendo mientras trataba de ubicarme en el lugar, el clima estaba de la mierda, hacía mucho frío y el humo que salía de mi boca me interrumpía de momento a momento para ver mi camino.
- Seguro se fue por ahí, corran - me quité el pasamontañas para poder respirar mejor, esto de ser un ladrón profesional no está del todo bien, pero la única manera en la que podemos mantener seguras nuestras plazas es hurtando las armas directamente a los hijos de puta de los Murr. Me quedé detrás de la pared tratando de controlar mi aliento, ajusté la mochila que tenía mis armas y esperé tranquilamente, cerré un ojo para evitar que la sangre entrara y fuera peor, esos esbirros de cagada.
- Lo perdimos jefe.
- ¡Eres un imbécil! ¡Lleva catorce de las buenas y muchas municiones! ¡Encuentra a ese hijo de puta ahorita! - colgó la llamada, vaya vaya con el Robbie Murr, tiene muy mal carácter ¿Y así se atreven a decir que yo lo tengo peor? Já. Siguió caminando mirando a todos lados, le mostré el dedo medio sabiendo que no podía mirarme desde donde estaba, hijo de puta, me tiene jodido.
- Se fue Robbie - dijo su hermano menor, el retorcido Nicolas, se limaba las uñas con el dorso de la mano -, ese hijo de puta debe ser campeón de atletismo, como el puto diablo corre.
- Ya cállate Nico.
- No es mi culpa que le vayas a tener que decir a papá que te madrugaron un cuarto de cargamento de armas cortas, desquítate con las personas correctas Robbie.
- Dije que te calles, sube al coche - Nico es el menor de no sé cuántos hijos de puta de los Murr que dominan Londres, no domina la ciudad porque su condición física no se lo permite, al parecer nació con una afección que le impide caminar como cualquier otro, usa una muleta y una estructura metálica que le permite mover la pierna. Sonrió de forma maliciosa y abordó el coche, usó su muleta para subir su pierna enferma y cerró la puerta - ¡Me lleva el puto carajo! - tomó la radio -, revisaremos arriba - abordó el auto y dio vuelta para revisar en otro lado, una vez que me sentí a salvo, exhalé con mucho alivio, eso estuvo realmente cerca.
Salté del pequeño risco y seguí corriendo hasta llegar a mi auto, es un buen auto, un hermoso Lamborghini negro mate, mi orgullo y mi fiel compañero -, volví bebé ¿Nos vamos? - abordé y tomé camino a casa, dejé las armas en el compartimento secreto de mi auto y exhalé cuando llegué al restaurante de papá, tengo hambre.
Descendí haciéndome el vil occiso, saludé de forma discreta a nuestros chicos, robé una manzana y fui directo hasta la oficinita del amargado de mi papá, para sorpresa mía, solo estaba Shantall haciendo la contabilidad.