Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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Estaba llegando a casa cuando me percaté de que Anwar me estaba esperando, mis hermanas estaban lavando ropa mirando la acción, soy el menor de los varones y también el que menos de deja controlar, saben que Anwar y yo jamás vamos a estar en el mismo canal.
—Ariel.
—Hola y adiós, Anwar.
—Hablemos —rodé los ojos antes de seguirlo mi mamá observaba también, fui detrás de Anwar, mis hermanos varones estaban sentados a la mesa, me senté no queriendo—, creo que todos estamos de acuerdo en que lo que pasó con Samuel no puede quedarse así —suspiré.
—¿Qué hago yo aquí, disculpa?
—Samuel es tu primo —refirió Anatoly, padre del maldito mocoso, hermano de mi papá—, merece tu apoyo.
—¿Estás diciendo que Samuel merece mi apoyo cuando él fue a provocar al Wolffer? Estamos en un error.
—¿De qué estás hablando?
—Que Samuel fue a provocar al Wolffer ¿Qué esperaban? ¿Una invitación a su próximo cumpleaños? No seamos deshonestos con el tema, Anatoly, tú hijo es un idiota.
—¡Ariel!
—Es la verdad, el Wolffer puede ser un hijo de puta, pero no vino al sur a golpearlos, ellos fueron a sentarse afuera de su antro, al cual le hicieron destrozos que yo no vi que tuvieran consecuencias en su momento, para mí fue más que justa la paliza, agradezcan y manden una ofrenda de oro al Wolffer, pudo haberlo matado y todos sabemos eso.
—¿Estás defendiendo al maldito?
—Yo no defiendo a nadie, simplemente digo las cosas cómo son, yo comparto clases con él y jamás he tenido un problema ¿Saben por qué? Porque no, no busco problemas y él tampoco los busca, suficiente tiene con los Murr y nosotros igual, así que deberíamos ocuparnos de nuestros asuntos y decirles a esos idiotas que se quiten del camino de ese lunático, tan simple como aquello.
—El Murr dijo que Corey se iba a disculpar con Samuel y no lo ha hecho, le rompió la nariz y el pómulo.
—Vuelvo a lo mismo, agradece que no lo mató, Corey no es de esos que muerden y suelten, es un maldito cazador, mata y disfruta el proceso.
—¡Fue una ofensa! ¡No podemos dejar que se quede así!
—Bueno, hermano ¿Qué sugieres? ¿Quieres ir por el Wolffer, darle una paliza y esperar que ahí quede el tema? Por favor, no sean ilusos, esto no es Andalucia, ellos mandan aquí.
—¡No mandan!
—¡Sí, sí lo hacen Anwar, solo vas a conseguir que aquí se genere una desgracia, después no digan que yo no se los advertí, no cuenten conmigo para ésto, para mí, Samuel y sus idiotas se lo ganaron! —me levanté de la mesa y salí.
