— Claro que puedo, pero si el señor Wolffer me deja de presionar cada que llego al salón lo haré mucho mejor. No sé cómo este acostumbrado con sus otros alumnos, pero yo no trabajo bajo presión.
— Es una pena, si no está preparada para la presión, debería considerar su arribo a la universidad, y no, absolutamente no es posible preparar una exposición decente del paraíso de Dante en dos días, recibí el informe del señor Wolffer, creo que no tiene asesor, así que tendrá que trabajar directamente conmigo y soy diez veces peor — su móvil sonó —, disculpen, es de Manchester - se levantó y salió de la oficina, exhalé y sonreí para después reírme, negué con la cabeza y traté de calmarme.
— En serio que eres un maldito, sabes lo importante que es para mi está puta materia y te pones en tu lugar de vengarte por alguna estúpida razón, sino te interesa mi vida y tampoco yo, déjame en paz.
— ¿Disculpa? Tú eres la aquitecto de tú destrucción, lo que pasa es que estás acostumbrada a tener todo fácil, si no te lo ponen fácil, somos los malos, solo te voy a decir que la doctora Ginzburg asesora a dos tipos de personas, los brillantes y los que quieren serlo, si no encajas en alguno de los dos te va a comer viva sin importarle que tu madre descubra la cura contra el cáncer, tenías la oportunidad de hacerlo bien, pero no, eres cuadrada, de mente cerrada y pequeña, ese no es problema mío ¿Entiendes?
— Habíamos quedado en algo, estaba todo bien, perfecto me atrevería a decir pero todo se arruinó cuando sucedió la propuesta. Estaba dispuesta a entender todo, quería aprender, quería entender todo a lo que tú te referías pero lo echaste todo a la basura con tu maldita actitud.
— ¿Yo lo eché a perder? ¿Crees que vales tanto la pena como para arruinar mis planes contra los Murr por ti? Oh vamos, entre más involucrada estés con los Murr, menos puedes estarlo conmigo, tomaste una decisión, solo para informarte, si yo fuera tú averiguaría por qué Robbie te pidió matrimonio y espero que no seas tan estúpida de creer que fue por amor, porque no es así, son negocios Rachel, es obvio que eres como yo en ese sentido, no descansas en paz siendo lobo, pero oveja tampoco.
— Parece que no entiendes que a mí lo que sucede entre tú y los Murr no me interesa, yo no planeo estar en medio de un campo de fuego. Si quieres matar a Robbie, házlo, si te quieres matar házlo, si quieres acabar con el maldito mundo házlo, nada me interesa, solo quería llegar a la universidad con mis calificaciones intactas, con la felicidad de saber que todo eso lo logré gracias a mi misma, sin la ayuda de mis padres, pero apareciste tú.
— No me culpes, que no te exijas a ti misma es asunto tuyo.
— En serio que tú hablas por hablar, porque si en verdad supieras lo que me he esforzado no estarías diciendo ésto. Yo no te juzgué, no te exigí nada, solo te pedí que me ayudaras, que me enseñaras sobre un tema del que yo no entendía, pero tú sí, pero tú solo disfrutas ver a las personas rogar ¿Verdad? Odias tanto a los Murr, pero te pareces a ellos más de lo que tú crees.
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▪️𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶▪️
Dla nastolatkówRachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...