CAPÍTULO XVIII "MATAR O MORIR"

188 30 44
                                    

Me estaba muriendo de ansiedad, tanto así que Harry no me permito conducir, solo trataba de pensar en cosas bonitas como dicen siempre, pero no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me estaba muriendo de ansiedad, tanto así que Harry no me permito conducir, solo trataba de pensar en cosas bonitas como dicen siempre, pero no. Miré el teléfono guiando a Harry por dónde tomar camino, carajo. 

—Derecha Harry, derecha aquí —la pierna me temblaba, estoy a punto de colapsar. 

—Necesito que te calmes, de lo contrario seremos dos histéricos y no podremos ayudar a Corey.

—No me pidas que me calme, es aquí —bajé del auto hecho la mierda, corrí al callejón mirando el teléfono — ¡Corey! 

— Mickey —escuché un susurro — Michey —encendí la linterna y lo busqué, haberlo encontrado me provocó dos cosas, temor y alivio, me apresuré a acercarme. 

—Corey —se estaba desmayando, le tomé el rostro con ambas manos y lo sacudí — ¡Corey! ¡Corey no te duermas! —Harry también se acercó, tragó saliva cuando alumbró y entonces, pude ver qué estaba sentado en un charco con sangre, de inmediato Harry se quitó la sudadera y buscó la vía de escape. 

—Michael necesitamos sacarlo de aquí, no tengo lo que necesito para poder atenderlo.

—¡Necesita un hospital Harry! 

—No, sin, sin hospitales —susurró, negué con la cabeza y me apresuré a levantarlo con apoyo de Harry, se quejó por el dolor. 

—¡No me jodas ahora! 

—Ellos saben que iremos al hospital, me van a estar esperando, tenemos que ir a tu casa, Harry. 

—Mierda, Harry ¡Apóyame!

—Tiene razón, más tardaremos en llevarlo a un hospital cuando los gitanos ya sabrán en dónde está, no hay de otra, lo tendremos que llevar a mi casa. 

—¡Jódete Harry! La idea era que me apoyaras a mi, mierda —farfullé.

—Michey, cálmate, voy a estar bien.

—Cállate maldito. 

—¡Ya! Quieras o no Michael no lo llevaremos, estamos  perdiendo tiempo que literalmente es valioso. 

—Nos vamos —abordamos el auto, subí detrás con Corey y comencé a ver lo que tenía, era una herida de bala, sin duda. 

—Ahora mi ADN está en toda la zona —¿Eso le preocupa? ¿En serio? 

—No le hagas caso y concéntrate en ayudarme, que si no llegamos tanto tú cómo yo lo vamos a lamentar. 

—Ni lo menciones ¡Corey! No te duermas, imbécil, no te duermas. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▪️𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora