Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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Llegamos a la fiesta de los Prince en manada, como solo los Keane pueden, mi hermano Anwar encabezaba la manada mientras tomaba el brazo de mi mamá como el jefe que se cree después de la muerte de papá, mi hermana Yara me miraba buscando respuestas de algo, Samuel se mantenía cerca de mi hermana mayor y yo quería estar en otro lado.
- Pero si es mi querido amigo el tiburón de Andalucía.
- Harry, tú siempre tan animado - los Prince son todo lo que está bien en Londres, son los decentes que mantienen la paz entre los tres clanes que dominan, se dedican a bienes raíces y la metalúrgica, son poderosos y muy inteligentes, el único poder que no han podido tener es el del gobierno, la señora Rosaline Prince es la mujer de mediana edad que pondría nervioso a cualquier adolescente como yo.
- ¿Cómo estás Shark?
- Normal, sabes cómo es todo esto, no pude decirte que siento mucho lo que pasó con tu padre, sé exactamente lo que es eso, espero que al volver puedas sentirte mejor.
- Necesito hablar con alguien de algo sobre el tema, lo haré contigo y con alguien que no le va agradar pero necesito llegar al fondo de esto Ariel.
- ¿Es muy malo?
- Encontré documentos que prueban que mi padre fue invitado a participar en las nuevas elecciones para el dominio de Londres, creo que lo mataron por eso.
- ¿Mataron a tu papá?
- La necropsia no arrojó eso amigo, no necesito pruebas, sé que lo mataron y todo tiene que ver con el gobierno.
- Okay Harry, vamos a resolverlo amigo.
- No puedo hacerlo solo, no podemos hacerlo solos, la verdad necesitamos a uno más - exhalé.
- ¿De qué me estás hablando? ¿Wolffer?
- El mismo.
- Oh vamos, sabes que quiere clavar su navaja en mi cuello, no puedo permitirlo.
- Van a tener que hacerlo por mí.
- Sí tú lo dices.
- Gracias amigo - miré a lo lejos a los Wolffer entrar, debajo del traje se me subió un calor intenso, me aflojé el moño, ladeé la cabeza, al parecer algo había salido demasiado mal para el bronco de Corey, estaba en una silla de ruedas que mantenía su pierna derecha un poco elevada, miraba a los lados, la sangre se me subió a la cabeza cuando vi al padre de éstos aquí, mi mamá tragó saliva y miró a otro lado, me puse frente a mi mamá para evitar que el Wolffer la mirara.
- Harry Potter - vociferó Corey antes de acercarse a nosotros, mantuve la copa sujeta con la elegancia a la que no estaba acostumbrado, Shan me miraba y yo lo evité a toda costa -, Ariel.
- Corey - miré a otro lado después de susurrar su nombre.
- Ariel ¿Conoces a Shantall? - cuestionó Harry sin que Corey pudiera interferir.
