Mientras los implicados en ésta guerra sin fin soñaban con un mejor día, el tan deseado viernes había caído sobre Londres.
Corey tenía una increíble visión del futuro, su cerebro funciona de una manera que pocos pueden entender, estaba pensando en todo, en absolutamente todas las variables y lo único que le importaba es mantener a su familia a salvo.
Eligió la casa de Harry como guarida de Rachel, ella había podido hablar con su padre sobre lo sucedido con Robbie y eso le había calentado la cabeza al Black, tanto que no dudó en emprender la cacería contra los Murr, Corey contaba con ello, aunque las consecuencias no siempre pueden ser bien calculadas, el parámetro de la violencia no es ciencia.
Rosaline Prince llegó al parlamento ante la mirada atónita de Gerard Murr y presentó su postulación como alcaldesa interina de Londres. Corey apareció en escena después de dos días de ausencia, ausencia para ellos, porque de algún modo esas cuarenta y ocho horas habían sido muy arduas para él y su equipo.
Robbie apretaba tanto los molares que podría romperse la dentadura en cualquier momento.
—¿Es una broma, Rosaline?
—Oh vamos Gerard, esto podría ser una broma, pero tú qué me dices de este circo, hacerte pasar por el hermano triste con mucha sed de justicia —refirió de manera lírica—, eso sí es un chiste, no lo viste venir ¿O sí?
Robbie notó que Harry tenía esa mirada nauseabunda hacia aquel que llamaba amigo, le daba indicios de que probablemente estaba esperando un momento oportuno para deshacerse de él.
Acto que generó mucha curiosidad en el Murr.
—Esto es un Parlamento, no el mercado ¿Quieren guardar respeto?
—Acepten la postulación de la doctora Prince y acabemos con esto —miró con detenimiento a los miembros que ahí se encontraban, se había encargado de uno a uno, no habría nada que le impidiera proteger a lo que más amaba. Ni siquiera el dinero de los Murr.
Salieron del Parlamento bastante confiados, Corey sabía que la moneda estaba en el aire y que todo saldría mal en cuanto revelaran al ganador, el punto radicaba en qué tan malo sería. El Murr a la cabeza sería un tinte fatal.
Corey decidió abandonar la sala del Parlamento y tomar aire fresco, mientras que, con ayuda de un bastón deambulaba por los pasillos del lugar, la voz amenazante de una mujer le hizo detenerse.
—Will.
—Siento que me desgarras la piel cada que mencionas mi nombre, Amanda —respondió sin mirarle— ¿Qué quieres?
—Solo detente, vas a causar toda una revolución por un capricho.
Sin poder evitarlo, se carcajeó, giró lentamente para mirar a la mujer que le había quitado tanto a voluntad y dado todo sin quererlo, se llevó la mano hacia sus costillas, tosió un poco y negó con la cabeza mientras la miraba.
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▪️𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶▪️
Teen FictionRachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...