Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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Hay dos tipos de preocupaciones. Una es la que sientes por un familiar, como la que yo siento cuando Michael se arriesga siempre al lado de Corey, pero también está la preocupación que sientes cuando la persona que amas está a punto de ponerse en riesgo y por alguna razón esa siempre me pone mal.
Solo pensar que algo le puede suceder a Harry mientras intentamos llevar a cabo esta misión me pone histérica.
Me acerque a él intentando mantener a raya mi preocupación- ¿Tienes todo?
-¿Claire Wolffer Prince está... preocupada por mí? Eso es nuevo.
-Me gusta cuidar lo que es mío.
-¿Acaso soy una res?
-No, pero desde que aceptamos intentar esto, eres mío.
-¿Yo acepté ser de tu propiedad? Eso no lo tenía en mente hasta ahora que lo mencionas, suena bastante perturbador, los que tenían dueños eran los esclavos, Claire, y esclavo tuyo -negué-, ni en el sexo, mi hermosa loba.
-Eres mi novio no mi esclavo, son cosas diferentes darling y mientras seas mi novio tu corazón me pertenece.
-¿Me lo vas a sacar si me enamoro de otra mujer?
-La verdad no. Por dos motivos, uno siendo que tomaste tu decisión y la segunda porque no me gustaría mancharme las manos con tu sangre.
-Eso sonó muy feo ¿No te vas a manchar con mi sangre? ¿Y si me disparan? ¿Me vas a dejar morir? ¿Cómo cuando me quisieron matar los rusos? ¿Dejarás que Yarah haga el trabajo por ti?
-No te dejaría morir, eso sería horrible pero tampoco te sacaría el corazón, no soy un monstruo.
-Si algún día muero, y muero primero que tú, Claire Wolffer, quisiera que incineraran mi corazón muy a parte y después guardaras las cenizas en un corazón de cristal que debes llevar como collar, porque tienes razón, no puede volver a la tierra algo que ya es de Claire Wolffer -se acercó a mí-, es tuyo, tómalo -susurró.
-Ya lo tomé, en el momento que quise intentar esto sin mentiras ni terceros. Tu corazón es mío hasta que tú decidas lo contrario y aún así cuando ya no quieras seguirá teniendo algo de mí, así como el mío de ti.
-Muy bien, entonces deja de mirarme como si fuera a morir ésta noche por favor.
-Eso ya es mucho pedir, el miedo y la preocupación siempre van de la mano.
-¿Qué más quieres de mí? Acabo de aceptar que incineren mi corazón para ti ¿Quieres algo más? -bajó la mirada, le golpeé el brazo, como si hubiera tiempo para estar de sátiro-. No me pegues, Claire, solo estaba especulando.
-Pues no lo hagas, no te sale bien -negué con la cabeza intentando no reír-. Está demás que te diga que tengas cuidado, pero por favor ten cuidado, regresa en una sola pieza entera, nada de a medias -aclaré mirándolo seria.
