Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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Según lo que me dice Hannia, los Aragón la están pasando muy mal, si ni los italianos han podido solventarle a José Manuel creo que es momento de que me una a la Liga de la Justicia.
—¿Qué tienes? —preguntó Michael, se sentó a mi lado.
—José Manuel la está pasando mal, tenemos que ir, Mickey.
—Hombre, faltaba menos, tenemos algo de armas que les tomamos a los Murr, creo que sería suficiente.
—Es peligroso, está peleado con mucha gente ese Aragón.
—Tú también y no por eso te abandono, no seas tarado, vamos a resolverlo, de algo podemos ayudar, tenemos buen tino.
—Él los enseñó idiota, obvio que tenemos buen tino —me quitó de mi cigarrillo y le dio una calada.
—Hablemos con Harry.
—No Mick, no quiero que se meta en problemas, ya lo está por haberme ayudado cuando me dispararon los gitanos.
—¿Solo vamos a ir tú y yo?
—Yo también podría ir con ustedes —dijo el gitano mientras lanzaba algo al aire que atrapó con la boca para después masticarlo— ¿México? Tengo amigos en México —sonrió.
—Mi amigo es el más grande de los amigos que puede haber en México, Ariel, no es tu problema.
—¿Ustedes se hablan? —cuestionó Michael algo confundido.
—Si Mickey, es una larga historia ¿Qué quieres Ariel?
—Que me dejes ir, es simple.
—¿Por qué te dejaría ir?
—Dos razones: tengo un buen amigo que puede apoyar y puedo ayudar a tu amigo, un arma más disparando puede hacer la diferencia.
—¿Por qué nos ayudarías? Es la pregunta, gitano.
—Corey.
—¿Sí? ¿Por qué te importa? Estás loco, pero no tanto.
—No tendría porque importarme, pero lo hace cuando escucho que se le están yendo encima a montón a una persona y si ustedes tienen que ir ayudar significa que no la está pasando para nada bien.
—Sigo sin entender tu punto.
—Corey, si ayuda está bien —replicó Michael— ¿Hay algo que no me han dicho que pasó y eso los volvió más cercanos?
—El gitano y yo no somos cercanos —farfullé.
—Oh vamos Corey ¿Qué pasa? —miré a Ariel, suspiré, Michael debe saber lo que pasó.
—Sabemos quién mató a la chica del puente.
—¿Qué?
—Resulta que ambos estábamos ahí cuando sucedió y para desgracia de Peter tenemos todo en video.
