Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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C
asi dos semanas desde que no sé nada de Corey y perdí la calma desde el primer día que me dejó de contestar. No sabía nada, absolutamente nada de Corey, no contesta mis llamadas y menos mis mensajes. Ya no sé qué pensar, no sé si vive, si come o...ni siquiera puedo pensar en la posibilidad de que algo haya salido mal. Las malas noticias suelen volar, así que ya estaría enterada si ese fuera el caso.
Revisé de nuevo mi teléfono esperando ver algo, un mensaje, una llamada, tan siquiera que mandé una paloma mensajera, porque estoy a punto de arrancarme el cabello, pero no había nada, me estaba volviendo loca esta situación.
Salí de mi cabeza cuando Robbie movió su mano enfrente de mí—, perdón ¿Qué me estabas diciendo?
—¿Es en serio Rachel? No nos vemos muy seguido porque tengo mucho trabajo y cuando te invierto tiempo estás pensando en bolsos costosos seguramente.
Bolso costoso será el que tendrá de adorno en la cabeza—, te dije que tenía muchos pendientes de la escuela, pero claro no lo tomaste en cuenta.
—¿Piensas en la maldita escuela cuando estás conmigo? ¿Desde cuándo Rachel? No entremos en detalle linda, sabes que irás a la universidad de Londres porque aunque eres preciosa tus neuronas no son suficientes ¿O ahora vas a decirme que quieres ir a Oxford? Eso sería gracioso.
—Si fuera así ¿Estaría mal? Tengo derecho a creer en mí misma y si digo que puedo llegar a Oxford, es que sé que puedo hacerlo ¿Crees que solo soy bonita? No cariño, tengo un cerebro que si uso, no me subestimes Robbie que no te va.
—Eres preciosa, pero no inteligente, no te ofendas, irás a la universidad de Londres porque eres hija de Amanda Black y eso lo sabemos todos, que probablemente no te gradúes porque no puedes entender esa mierda de La Divina Comedia ¿Cuentan chistes o algo así? ¿Por qué comedia? —me miró—, sabes que es la verdad —me tomó del rostro—, serás mi esposa y tendrás tu título colgado en una pared solamente, con lo que yo aporte será suficiente, no te esfuerces, no quiero que te combustiones.
Lo alejé de mi—, en serio que a veces puedes llegar a ser muy estúpido ¿Te estás escuchando? Porque parece que no, si crees que mi madre me va a solucionar la ida a la universidad, estás muy equivocado. Si prestaras un poco más de atención a lo que te digo cuando tienes un poco de tiempo, recordarías las veces que te dije que pase un examen gracias a mis méritos y cariño, déjame decirte que si crees que seré una mantenida, estás por mucho fuera de tu cordura.
—Controla tu lengua Rachel, no olvides que ahora eres parte de mí y yo me importó mucho, así que olvida el tema de la escuela, tu vida está resuelta y todos lo saben ¿Qué más da?
—Controlate tú, me estás llamando inútil y no lo soy, no pienso dejar que me mantengas y menos tener mi título de adorno, si estudió algo es porque voy a ejercer eso. Así que no me vengas con el papelito de hombre que quiere que su mujer esté de adorno es su casa, porque no va a suceder.
