Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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Estaba en el jardín de la iglesia, habíamos elegido Oxford para casarnos, a Rachel le gustó una iglesia de aquí y como yo no sé nada de estas cosas, le dije que si a todo lo que dijo.
Ya que por razones obvias José Manuel no podía asistir, tuvo a bien asistir Yordan, es de humor más negro ahora que está ciego, suele hacer bromas que hasta para mí son incómodas.
—¿Estás transpirando Lobito?
—Como una gordita en su primer día de gimnasio —se carcajeó, vaya, les dije, tiene humor negro de tiempo a la fecha.
—¿Y por qué razón estás así? Oye, Ariel ¿Cómo luce tu cuñado? ¿Cómo un idiota o como alguien que da pena ajena? Solo puedes elegir una de las dos —dijo mientras jugueteaba con su bastón.
—Prefiero no responder a esa pregunta, apenas logré que me acepte cerca de él.
—Yo digo que luce como ambas.
—Oye ¿En dónde esta mujer que te vigila y que besaste y te bateó?
—Eres un hijo de puta, cuando tú madre te parió estaba de pie la guerrera, te caíste de cabeza y quedaste así.
—¿Dónde está Nadia? ¡Nadia!
—No la llames, estoy indignado con ella, además no está aquí, oigan, Michael, Harry ¿Siguen aquí? El tarado debe verse bien para su boda, la boda está más prohibida que la de Chema y Jossie en su momento, caramba.
—En eso tiene razón Yordan, Corey, no creí que tu boda fuera tan pronto —Harry resopló.
—No hay mucho tiempo, la verdad para esta hora la cabeza de zanahoria ya debería estar embazada, no solo prometida, y luego está prometida con otro, y se va a casar contigo, es una locura.
—Locura es que tengas tres mujeres detrás de ti.
—Déjame en paz, soy atractivo, es obvio ¿Todo bien? Sino no te daré los anillos que te mandó José Manuel.
—Eso sería muy mala fe.
—Espero que sean anillos de suerte porque es lo que esta pareja de casados van a necesitar —Ariel miró mal a Harry—, es la verdad, me pone de nervios que alguien se pueda enterar de esto.
—Está todo bien mientras yo esté aquí —Yordan sonrió—, mandaron mucha gente a cuidar mi trasero, es el segundo más valioso del mundo ¿El segundo? ¿Acaso José Manuel tiene más trasero que yo? Qué le pasa al mundo, en fin, no quiero verme tan guapo, podrían pensar que soy el novio y no me pienso casar con tu chica, William.
—Yo tampoco quisiera tener a José Manuel de enemigo por matarte.
—Oh, eso suena serio, realmente está nervioso, habla de más como siempre.
—Qué soberbio.
—Acusación seria viniendo de ti ¿Listo Lobito? Esto será para siempre ¿Lo sabes no?
