Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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Desperté temprano, creo que después de todo a Rachel no le importó despertarme muy de mañana, apenas pude abrir los ojos y visualizarla ¿Está empacando mi ropa?
—Oye, BabyQueen ¿Me piensas correr de mi propia casa? ¿Tanto te pesa que no te pueda abrazar? No me corras —hice un puchero, en cuanto me miró pude notar que algo no estaba bien, pero no puedo descifrarlo— ¿Estás bien?
—No tengo razón para estar mal —sonrió al mismo tiempo que terminaba de cerrar la maleta—, me quedé pensando en tu pregunta de anoche y ya sé a dónde quiero ir para nuestra luna de miel.
—¿Iremos a Italia a conocer todo lo referente a Dante? —no pude ocultar mi emoción, ya sé, parezco un bebé— ¿Me vas a llevar a Italia?
—Así es, creí que sería un buen lugar para celebrar nuestro matrimonio, podríamos visitar muchos lugares.
—Fantástico —no, algo no está bien, pero no puedo definirlo, carajo— ¿Cuándo nos vamos?
—El fin de semana, ya tengo los boletos y tus maletas están listas, solo tendría que recoger unas cosas de mi departamento y nos iríamos —se sentó en la cama—, al fin cumpliremos uno de nuestros sueños.
—¿Estás segura de que estás bien? Noto que estás muy tensa, dime que no estás preocupada por mí culpa, no te preocupes, podré tener la mano rota y no puedo vestirme ni comer bien solo, pero podría defenderme, que casualidad que eliges Italia, donde están todas las personas que bien nos protegerían y me voy a tirar de cabeza por la ventana si me equivoco ¿Vas a decirme qué es lo que tienes o me harás caso de que no soy un hombre totalmente inútil y lo dejarás pasar?
Agarró mi mano sana—, todo está perfecto, yo estoy bien y pronto estaremos bien pero en Italia. No estoy tensa, estoy emocionada por este viaje, creo que es una buena oportunidad para tener una escapada tu y yo, no me puedes juzgar por querer pasar más tiempo contigo fuera de Londres.
Suspiré, creo que debo rendirme por ahora, asentí —. Bien ¿Te irás ahora? —no quiero preguntar a dónde y tampoco con quién, no me hará bien lo sé, probablemente por eso está tensa— ¿Nos vemos antes de clase? Llegaré más o menos a las nueve ¿Desayunamos juntos escondidos en la oficina de la doctora G?
Me dió un beso—, yo encantada, te veré ahí o te enviaré un mensaje cuando ya esté en camino pero —miró la hora en su teléfono—, ya me tengo que ir —me dió otro beso—, te amo por siempre y para siempre.
—Yo te amo muchísimo, Rachel.
Salió del departamento, es obvio que ya no pude dormir solo de pensar en lo que estaba pasando, algo pasa y tiene que ver conmigo, de pronto quiere celebrar nuestra luna de miel en medio de una catástrofe ¿Debo preocuparme de ese modo? ¿Me estoy comportando como un loco? Sí, probablemente estoy exagerando las cosas porque ella me importa demasiado.
