Caminaba por los pasillos, siguiéndolo con delicadeza en mis pasos. Lo notaba nervioso e impaciente, acomodando su corbata en busca de aire. Se ahogaba. Se ahogaba con la oscuridad de los pasillos. Entró al baño con desesperación y se dejó caer sobre el lavamanos, hiperventilando frenéticamente. Comenzó a sollozar. Las lágrimas caían como ríos por sus ojos, mantenía su propio peso en la cerámica fría. Tras el espejo, podía ver el dolor que cargaba.
Mojó su piel pálida con agua helada. Lo observé, detrás suyo. Él no pareció poder verme. Se miró al espejo, clavó sus propios ojos grises en el reflejo.
Se odiaba a sí mismo.
Sus rasgos habían cambiado. Era más alto, su piel era aún más blanca, sus ojos plantaban terror. Sus manos eran venosas, frágiles y sus ojos continuaban en ese gris que me hipnotizaba. Un gris que se veía tan bonito y roto que me tenía atrapada en la duda. Sollozó en busca de aire. Me acerqué más a él, como si pudiera sacarlo de esa manera. No se dio la vuelta, nada cambió en lo absoluto. Di dos pasos para tocar su hombro, pero mi mano atravesó su cuerpo.
—¿Qué...? —susurré, observando la palma de mi mano.
—¡Sé lo qué le hiciste, Malfoy! —Me da la vuelta, en busca de su rostro—. Una maldición.
Volví a hacia Draco, aterrado mientras sus manos temblaban. Arrancó la varitas de su ropa y soltó un hechizo, el mismo que atravesó mi pecho y estalló contra la pared. Harry lanzó otro, partiendo el espejo en mil pedazos. Ambos se escondieron. Mi pecho subía y bajaba, mareada en medio de la batalla. Continuaron lanzando hechizos en silencio, solo oyendo sus respiraciones agitada. Uno de ellos explotó las cañerías y ahora el agua brotaba por todo el suelo.
—¡Cru...! —exclamó el rubio, pero otro hechizo lo interrumpió.
—¡Sectumsempra! —exclamó Harry.
El hechizo salió, buscando a su presa. La luz lo atravesó, derribándolo. Draco cayó al suelo, la sangre tiñendo su camisa blanca. El aire se fue de mi pecho, las palabras se ahogaron en mi garganta.
Y con todas los fuerzas grité:
—¡Draco! —con la respiración agitada.
Un punzante dolor de cabeza nubló mi vista en cuanto me levanté. Las venas me latían desesperadas. El corazón me goleada el pecho, gritando por auxilio.
—Chiara, ¿estás bien? —dijo una voz desesperada a mi lado.
Mis manos temblaban mientras me desesperaba en busca de aire. El miedo me corría por la sangre mientras las imágenes paseaban delante de mis ojos.
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"Slytherin" 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼
Fanfiction💚 Primera parte de la bilogía |Draco Malfoy| 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼. Creía que los miedos se proyectaban únicamente en los sueños... Pero, ¿quién pensaría que podrían hacerse realidad? Desde pequeña mi madre y mi padre me rogaron que m...