💚 Primera parte de la bilogía |Draco Malfoy| 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼.
Creía que los miedos se proyectaban únicamente en los sueños... Pero, ¿quién pensaría que podrían hacerse realidad?
Desde pequeña mi madre y mi padre me rogaron que m...
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—¡Denme un segundo, tengo que hacer algo! —exclamé, entrando a la habitación de Ginny.
Me acerqué a mi bolso y busqué en él. En cuanto el pergamino hizo contacto con mis dedos, saqué las cosas del interior. Dejé el frasco de tinta sobre el pequeño escritorio, teniendo cuidado. Destapé el cristal y sumergí la punta de la pluma en él.
Pensé unos segundos en cómo redactaría la carta.
"Puedes decirle que todo va en orden.
–C.S."
Doblé rápidamente el papel en cuanto la tinta secó un poco. La dejé dentro del sobre amarronado y puse mi firma en él. Me acerqué al segundo mientras sentía la vibración de ciertos pasos acercándose a la habitación.
Ginny.
Dejé que caminara lentamente hacia mí, sintiendo su presión en mi espalda, clavándose con lentitud. Astillando mi piel, una sonrisa arrogante se desprendió de mis labios.
"Lamento no estar ahí. Tengo trabajo que hacer.
–C.S."
Doblé el papel, aun siendo acechada por Ginny a mis espaldas. Se tambaleaba por descifrar que escribía en el papel.
"Draco Malfoy"
Dejé con una caligrafía diminuta en el dorso e introduje la nota en el sobre. Cerré el frasco de tinta, dejándolo junto a la pluma roja. Me di la vuelta, ignorando a la pelirroja que respiraba, prácticamente, en mi cuello.
—No sé qué intentas —dije, pasando a centímetros de su cuerpo.
—Lo mismo digo.
Me arrebató las cartas de la mano, con fuerza. Desdobló los papeles y pasó sus ojos por la caligrafía negra.
—Ariana, feliz cumpleaños —murmuró por lo bajo.
Abrió la otra mientras me cruzaba de brazos. Extendí mi mano y dejó bruscamente los pergaminos en ella.
—No sé qué buscas, pero estás paranoica —continué arreglando los sobres y bajé las escaleras con fastidio.
No la asesinaba porque, si me veía como la víctima de sus agresiones, salía victoriosa.
—¡Dormiremos todos en mi cuarto, pasaremos la noche ahí! —exclamó Ron.
