💚 Primera parte de la bilogía |Draco Malfoy| 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼.
Creía que los miedos se proyectaban únicamente en los sueños... Pero, ¿quién pensaría que podrían hacerse realidad?
Desde pequeña mi madre y mi padre me rogaron que m...
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Antes de empezar a leer el capítulo, me parece mejor hablar un poco de este tema.
Este capítulo aporta contenido no apto para lectores sensibles.
Soy una persona que está informada del tema que rodea las autolesiones (rascarse la piel hasta lastimarse, generarse alguna herida con el fin de lastimarte, arrancarse el pelo, entre muchas otras), que también tuve que enfrentar. En todo ese camino, que aún sigo enfrentando, siempre creí que era algo común. Para mí, siempre fue cotidiano y NORMAL, lo cual no lo es. El nivel de malestar que uno puede llegar a tener, genera que busques una manera, incorrecta en muchos casos, de drenar lo que pasa. Pero es muy importante siempre darse el beneficio de pedir ayuda aunque creas que no la necesitas. Siempre pueden contar conmigo si lo necesitan, porque esta historia está hecha con el fin de sanarme a mí y acompañar a quienes intentan hacerlo todavía. Nunca están solos.
<3
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Hace algunos días me había enterado, de una forma muy brusca, que Thomas era Mortífago. La Marca Tenebrosa fue tatuada en su brazo y su tarea era vigilar que yo cumpliera con mi mandato. Según sus propias palabras, "Debo tenerte vigilada a distancia para mantener al Señor Tenebroso al margen de la situación". En resumen, no puedo ni moverme por los pasillos sin sentirme perseguida. Repugnante. Me recriminó que podía hacer lo que quisiera con Draco, con la exigente petición de que Harry y todo Hogwarts, no se enteraran de la situación. Básicamente, tenía que darle una enorme despedida a mi libertad. Como si alguna vez la hubiera tenido.
Había logrado entrar una vez en La Sección Prohibida sin que Filch me atrapara en el intento. Rebusqué entre los libros y encontré uno que llamó mi atención.
"La confección de las almas doradas"
La letra de oro era trazada sobre el cuero negro, desgastado. No había logrado leer mucho en él, ya que estaba agotada y el tamaño no me permitía esconderlo en mi túnica para robarlo.
Ahora, me encontraba junto a la puerta en donde Pansy compartía habitación.
Daiana me había dicho que no salió en toda la mañana y que sus compañeras no tenían idea de que le sucedía. Ariana intentó ser discreta al hablar con Theo y Blaise, pero tampoco sabían nada de ella, al igual que Draco.
—¿Pansy? ¿Puedo pasar? —pregunté, golpeando la puerta—. Estoy sola.
Dejé mi cabeza sobre la madera negra.
No escuché nada tras ella, por lo que la preocupación trepó mis venas. Tomé mi varita y desbloqueé el seguro. Abrí una pequeña porción, porque no quería entrar bruscamente, si no me habían dado el permiso.
