💚 Primera parte de la bilogía |Draco Malfoy| 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼.
Creía que los miedos se proyectaban únicamente en los sueños... Pero, ¿quién pensaría que podrían hacerse realidad?
Desde pequeña mi madre y mi padre me rogaron que m...
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—A Draco no le van las relaciones abiertas —sonrió Pansy, frunciendo sus cejas.
La picardía se asomó por sus labios, como si supiera la respuesta, y cruzó sus piernas sobre las mantas de la cama.
—Tengo que admitir que es obvio, si estamos hablando de la tensión... De la forma en la que se miran... —Daiana compartió una mirada con ella.
A excepción de las demás, la rubia destilaba seriedad en su rostro.
—¿Tiene que ver con lo que nos contaste? —preguntó Ariana, segura de que había acertado.
Las miré, apartando la vista cuando me replanteaba no hacerlo y salir corriendo de la habitación. La brisa y el ambiente me congelaban los huesos, volviéndome ansiosa. Levanté la manga de mi camisa y cerré los ojos. La piel se me había erizado, ardiendo frente a las miradas. La desesperación me recorría el pecho, estremeciéndome. Todo mi sistema dio vueltas, mezclándose con las náuseas. Al exhalar, la marca había vuelto a tatuarse en mi antebrazo izquierdo.
¿Estaba haciendo lo correcto?
No lo sabía. No solía dejar la silueta expuesta, porque verla me generaba un rechazo inminente. Me costaba asumir que se encontraba allí y no podía deshacerme de ella. Durante las primeras noches, cuando me duchaba o la desesperación me consumía, frotaba con una esponja y jabón la marca. Esperaba y, aunque sabía que no se iría jamás, seguía deseando a que lo hiciera. La observé, tragando los recuerdos del Señor Tenebroso enterrando su varita en mi brazo.
La calavera y la serpiente me recordaron que la desgracia me seguía desde que había nacido.
Las tres chicas no pronunciaron ninguna palabra, un estado de shock las atravesó. Moví mi pierna, bajando y subiendo a una velocidad inhumana. Volví a cubrirla con desesperación, deshaciéndome de todo lo que me atormentaba. Pero lo que me atormentaba estaba frente a mi espejo cada vez que lo veía.
—Digan algo —exigí mordiendo la uña de mi pulgar.
Aparté la mirada, descendiendo mis uñas a rasguñar el sarpullido. Pansy abrió su boca antes que las demás, atragantando una palabra para poder hablar.
—Fue... en la reunión, ¿cierto? Luego de que nos fuimos.
Silencio.
Asentí, bajando la vista.
—Tienes que estar con Harry —afirmó Ariana, con una expresión que hizo que todo se sintiera más real.
Asentí nuevamente. La urticaria volvió a mi piel, dejando que la rascara con desesperación. Estaba tan absorta en mis pensamientos, que no pude esconder el miedo en mis ojos. Las lágrimas salieron como cascadas, así que se acercaron y se quedaron a mi lado el resto de la noche.
