𝐋𝐗𝐗𝐈𝐈𝐈: 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐝𝐞𝐧𝐚.

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Se necesitaba un poco de paz entre tanta niebla.

En este último tempo, comprendí que lo único que nos quedaba, era aprovechar cada momento. Aún más importante, si era con la persona que sentía más de lo que alguna vez pude imaginar.

—Se avecina una tormenta —exhaló el humo mientras admiraba el paisaje desde sus ojos grises.

Pequeñas gotas de agua cayeron a partir del cielo. 

Las cenizas se acumularon junto a mis botas, las cuales pisaban el pasto y las pequeñas ramas del suelo. La brisa y los arreglos del campo, proyectaban la tranquila frialdad de la residencia Malfoy. Baladas de música salieron por las ventanas de la mansión, envolviéndonos en agradables melodías. Apagué el cigarrillo y lo hice desaparecer. Draco exhaló el humo hacia el cielo, sintiendo las gotas que se volvían más espesas con el tiempo. Lanzó la colilla y permaneció junto a mí, observando el paisaje. Sintiendo algo de paz en mi pecho, tomé su mano mientras nuestra piel se humedecía con cada salpicadura. 

Avancé frente a él y di una vuelta, sacándonos una pequeña sonrisa a ambos.

Mis manos rodearon su cuello, acariciando su cabello empapado. Sus brazos rodearon mi cintura en el silencio de la lluvia. Nos acercamos a los labios del otro con ese sentimiento extraño, atravesándonos el pecho. 

—Quiero disculparme —susurré.

—¿Por qué? —preguntó, algo desconcertado.

—Por ser tan egoísta, por todo. No lo sé —suspiré, dejando mi cabeza sobre su pecho.

—Me gustarían unas disculpas más amplias. Algo como un "amor de mi vida", "padre de mis hijos". Esfuérzate la próxima vez —contestó con cierta diversión en su voz.

Reí.

—Draco Malfoy, el amor de mi vida, padre de mis hijos, me disculpo por ser la mierda que soy.

—Me suena falso —negó con la cabeza.

Cerré los ojos.

—Suelo actuar más de la cuenta y no es sano para ninguno de los dos —negué, abriéndolos—. Ni siquiera sé por qué hago esto.

Nuestros rostros desviaban gotas lluviosas.

—Acepto tus disculpas, sólo porque somos muy parecidos —contestó, riéndose de mí.

—Nos criamos juntos, la única diferencia es que soy mujer.

—¿Será por eso que te odio tanto?

—Porque, ¿soy igual de manipuladora que tú? —deslicé su cabello mojado hacia atrás.

"Slytherin" 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora