la gente suele tener un strike conmigo. En el segundo, están fuera.
Está jodidamente terminado; sus sueños, sus vidas y todo lo demás.
Mi pequeño Pétalo acaba de alcanzar su segundo strike. El primero fue emborracharse y bailar con esos amigos idiotas, el segundo fue tratar de ahuyentarme.
Como si eso fuera a suceder alguna vez.
Mi pequeño Pétalo parece tener la idea errónea de que tiene una puta elección en el asunto.
No la tiene.
Me mira con los ojos muy abiertos mientras la inmovilizo contra su cama por la mandíbula. Puedo sentir el pulso debajo de mi piel, aumentando, acelerándose, como si su corazón estuviera a punto de explotar fuera de sus confines. Es una pena que su corazón deje de latir. Si necesita uno, simplemente arrancaré uno y se lo daré ensangrentado e incluso todavía palpitando.
—Lisa…
—Shh —interrumpo, negando—. Estás en tu segundo strike, Pet.
—¿S-segundo strike? ¿Qué significa eso?
—Significa que deberías estar muerta en este momento, pero estoy pensando en una alternativa. Lo mejor que puedes hacer ahora mismo es callarte.
Traga saliva. Puedo ver su necesidad de hablar, decir algo, incluso protestar, pero hay algo curioso en mi pequeño Pétalo. Cuando está a mi merced, o falta de ella, su boca inteligente suele estar un poco entreabierta como si suplicara por mi polla en su interior.
Esa es una idea.
La suelto y se estremece, visiblemente empujándose contra el colchón. Pobre pequeño Pétalo. ¿De verdad cree que algo la salvará de mí?
—De rodillas, Pet.
Se presiona contra el cabecero, se lleva la sábana al cuello y me mira con los ojos desenfocados. Podría ser por el alcohol en su organismo, pero le está costando seguir el ritmo.
—Lisa, yo… no quiero hacer esto.
Ladeo la cabeza.
—¿Hacer qué?
—Lo que sea que quieras que haga.
—¿Por qué?
Aprieta los labios en una línea pero no dice nada.
—¿Por qué, Pet? —Me pongo de pie, elevándome sobre ella hasta que mi sombra cae sobre su pequeño cuerpo.
—M-me estás asustando.
Una sonrisa curva mis labios.
—¿Es así?
Su boca tiembla mientras aprieta su agarre en la sábana. Mi pequeño y dulce Pétalo es casi como aquellos que suplican por sus vidas en el último segundo. Saben que nada los salvará, pero aun así luchan por esa esperanza de libertad de todos modos.
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# 𝗣𝗦𝗬𝗖𝗛𝗢 ; 𝐉𝐧𝐤 𝐱 𝐋𝐥𝐦
Fanfiction❝Erase una vez un monstruo❞ 𝘌𝘴𝘵𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘭𝘢𝘣𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳, 𝘯𝘰 𝘢𝘱𝘰𝘺𝘰 𝘯𝘪 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘥𝘦 𝘢𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘮𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯 �...