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Quien quiera que haya dicho que es fácil seguir adelante debería recibir una bala en la cabeza.
No, eso es indulgente, un cuchillo, y no al corazón. Deberían morir por mil cortes.
El tiempo lo cura todo es la gran mentira de todas las mentiras. Es el maldito epítome de las mentiras.
No hay tal cosa como la jodida curación. Es una herida abierta que se sigue infectando cuanto más tiempo pasa.
Eso es lo que ha pasado desde que me despedí de mi pequeño Pétalo. De verdad. Sin acechar, sin persistir.
Hace un par de semanas que regresé a Sicilia y me hice cargo de la familia.
Ahora que ninguna amenaza Kwon se cierne sobre la distancia, todo el mundo fue capaz de recoger sus vidas y empezar de nuevo.
Las tierras han florecido y todos esperan una gran temporada. Las fiestas y los festivales de bebida han sido alegres y llenos de comida y risas.
Me quedé allí con ellos en medio de toda la alegría y no sentí nada de eso. Sonreí con ellos y comí y bebí, pero estaba muerta por dentro.
Cada vez que entro en la casa como ahora, casi puedo ver su fantasma, oler su aroma a fresa en el aire.
Pero no está aquí.
Está silencioso, incluso espeluznante. No hay rastro de su ligero tarareo o incluso de los malditos sonidos de los gatos. Nunca pensé que pensaría en esos dos cabrones, pero aquí estamos.
Salli se ofrece a hacerme café, pero le digo que se vaya y se divierta con los demás afuera.
Angelo ha traído a Rebecca y a su hija, y ha estado cuidando de la gente aquí conmigo. No sé si se casará con la viuda de Serrano, pero por la forma en que la hizo disculparse conmigo, supongo que tiene la intención de mantenerla aquí por algún tiempo.
Dentro del dormitorio, tiro mi chaqueta en la silla y me desplomo en la cama, la cama en la que ella durmió.
Su olor ha desaparecido con el tiempo. Ahora, es solo una imitación de su fantasma y su vacío.
Vacío profundo y crudo.
Hay algo en sentirse tan jodidamente hueca que harías cualquier cosa para borrarlo. Bebí, dormí, corrí y trabajé, pero nada llenó ese agujero.
Incluso con mi deber para con la gente de aquí, nada podría borrar la persistente necesidad de tomar el primer avión y volver a su lado, o al menos mirar desde lejos.
¿Pero entonces qué?
Me alejará de nuevo. Siempre me mirará y verá a alguien que mató a su padre, le quitó su familia, y no estoy lista para vivir viendo esa mirada en su maldito rostro todos los días.
Enzo me pone al día sobre ella, nada demasiado detallado para no obsesionarme demasiado. Solo me dijo que se hizo cargo de los negocios legítimos de los Kwon y está tratando de eliminar todo lo demás.
La está ayudando, considerando que era el brazo legítimo de los Kwon. Es básicamente una línea entre nosotras dos, y aunque me alegro de que lo tenga, no es... suficiente.
Todo lo que pienso es en esta necesidad por más... por jodidamente todo.
Quiero tocarla, besarla, follarla o simplemente abrazarla.
Sí, echo de menos estrangularla y hacer realidad sus fantasías, pero lo que más echo de menos es tan simple como aquellos días en que me envolvía con sus piernas y dormía acurrucada contra mi cuerpo como si fuera el lugar al que siempre perteneció. Y es así.
Me levanto y me dirijo al balcón, encendiendo un cigarrillo. En el momento en que la nicotina llena mis pulmones, inhalo profundamente y cierro los ojos por un instante.
Vamos, jodido tiempo; es el momento en que todo esto debería terminar, ¿no?
Por alguna razón, ni siquiera estoy segura de que lo haga.
Por alguna razón, sé que seré vieja y gris y seguirá siendo el último rostro que vea antes de dormir y el primero que vea cuando me despierte.
No habrá ningún cambio en eso, no importa cuánto tiempo pase con los demás o cuánto intente ese maldito Enzo convencerme de casarme, de sentar cabeza.
A la mierda con eso y con él.
El matrimonio nunca estuvo en mi radar, y la única persona por la que habría cambiado de opinión nunca será mía de nuevo, al menos no de la manera que espero.
Me deslizo en la silla junto a la mesa y saco un trozo de papel en el que he estado garabateando los últimos dos días.
Tal vez Enzo debería llevarlo en su próxima visita allí.
Tal vez esto termine con todo.
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Dedicado para el par de montoneras q se me fueron encima en whatsapp, lqm.
