O52

3.6K 465 272
                                    

Cuando mi pequeño Pétalo entra en la habitación, me encuentra apoyada sobre mi codo en su cama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando mi pequeño Pétalo entra en la habitación, me encuentra apoyada sobre mi codo en su cama.

Una sonrisa aparece en sus labios, es discreta, pero puedo ver la felicidad detrás de ella y una vez más, el alivio.

Se siente aliviada de encontrarme aquí después de pensar que la había dejado para siempre.

Planeaba castigarla mucho más tiempo, hacerla mirar por la ventana, dejando la puerta del balcón abierta y básicamente rogándome que viniera a tomarla.

Estar con ella.

Sin embargo, me he dado cuenta de que soy realmente débil cuando se trata de mi pequeño Pétalo.

No puedo alejarme. Eso es igual a respirar aire no limpio. El acto de respirar está ahí, pero también está sofocando tus propios pulmones.

Mientras paso mis días encerrada en la oficina con Enzo y Angelo, planeando nuestro próximo movimiento, todo lo que puedo pensar es en la noche donde puedo observar a mi pequeño Pétalo y verla, incluso desde lejos.

Fuerza una expresión neutral en su rostro.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Lo que sea que jodidamente quiera.

Un suspiro escapa de ella cuando se sienta en el borde de la cama, está cerca, pero no lo suficiente para que invada su espacio. Rasca distraídamente bajo el mentón de Señor Bingley y ronronea encantado.

Pequeño cabrón.

Estoy reconsiderando mi sistema de ataques contra los animales.

—Jiyong acaba de amenazarme —suspira—. ¿Crees que le hará daño a papá?

—Si tiene la oportunidad, no solo lastimará a Taeyang, sino que los matará a ambos y guardará sus restos en frascos.

Traga de forma audible. Bien.

Ahora, conoce la guarida de los leones en la que se ha metido.

Y voy a aprovechar la oportunidad para tenerla pegada a mi lado de una forma u otra.

No puedo seguir entrando a hurtadillas en la casa de Taeyang. Tarde o temprano, uno de los guardias se dará cuenta y todo se irá a la mierda.

Me mira de soslayo.

—¿Qué debería hacer?

—¿Por qué me preguntas?

—Bueno, estás más familiarizada con este tipo de vida que yo.

El hecho de que pida mi opinión debería halagarme, pero no lo hace. Solo me la pide para unirse más a su puto padre y su apellido.

Señor Bingley ronronea fuerte otra vez y lo alejo. Salta de la cama, pero no antes de arañarme.

# 𝗣𝗦𝗬𝗖𝗛𝗢 ; 𝐉𝐧𝐤 𝐱 𝐋𝐥𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora