¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi plan para escapar se mueve lento pero seguro.
He logrado convencer a Lisa de que estoy aburrida y, por lo tanto, me deja salir con Salli cuando va a buscar comida a los camiones de reparto. No se nos permite salir de la granja, y hay incontables guardias, pero aun así es mi oportunidad de observar a todos los que están alrededor.
Desde esa reunión que Lisa tuvo hace una semana, la casa está llena de hombres y trabajadores que Salli mencionó que trabajan en la bodega o en los campos de olivos.
Me enteré de que la mansión Vitallio está lejos de la ciudad más cercana, así que cuando me escape, tendré que hacerme con un auto para llegar allí.
Como no hablo el idioma, tendré problemas para comunicarme con los locales.
Además, aunque aprenda italiano, Salli dice que el dialecto siciliano es completamente diferente de las otras regiones de Italia, así que debo tenerlo en cuenta si aprendo de los libros de texto.
Francesco, el nieto de Salli, me ha estado enseñando pequeñas palabras como saludar y despedirme y el nombre de algunos alimentos y los gatos. Estoy empezando a aprender algunos verbos, pero la parte de género de la gramática me descoloca, lo que hace que Francesco se ría de mí.
Lisa dijo que puede enseñarme si quiero, pero prefiero morir antes que aceptar su ayuda. Además, dijo que solo me enseñará si me folla por el culo y me quedo quieta mientras me folla la boca.
Aunque la oferta es un poco tentadora, de acuerdo, mucho, no quiero que se percate de mi plan.
Es demasiado intuitiva y realmente quiero dar el primer paso en esto.
No puedo ganar contra ella, no importa lo que intente. Siempre se le ocurre algo impredecible que baraja todas mis cartas, pero no ahora.
Esta vez, seré la que gane. Mi captora no tendrá la última palabra en esto. No puede robar mi vida, mi libertad, e incluso impedirme ver al único miembro de mi familia que me queda.
Odio a Lisa. Es él único sentimiento que se me permite sentir a su alrededor, no cualquier emoción caótica que me recorre cada vez que me toca o me toma despacio y sin prisa como si estuviera reaprendiendo mi cuerpo.
Hoy, en lugar de cenar en el comedor o en el dormitorio, Salli me dice que Lisa me está esperando afuera.
Me recojo el cabello con una cola de caballo y me pongo un suéter sobre el vestido porque hace frío por las noches. Lisa me consiguió un armario entero de ropa que puede arrancarme fácilmente. Dice que no necesito ropa interior cuando está cerca y lo ha demostrado cada vez que está a mi alrededor.
Por mucho que quiera volver a Chicago, no puedo negar lo claro y limpio que es el aire aquí. Es como si hubiera estado limpiando mis pulmones y desintoxicándome desde el día que llegué.
