Advertencia, escena +18, temas delicados, se recomienda discreción.
Todo el camino de vuelta a la casa, mi pequeño Pétalo ha hecho todo lo posible para escapar. Arañándome, mordiéndome, pataleando.
Eso solo consiguió que la electrocutara, que se cansara de pelear y que se me pusiera la polla más dura, si es que eso es posible.
Cuando llegamos a la habitación en la que despertó, su energía ha disminuido y está jadeando como si acabara de terminar un maratón.
La tiro a la cama y se pone a cuatro patas, tratando de arrastrarse. Agarrándola por los tobillos, la esposo con las correas de cuero en las barras de metal de la cama. Su estancia aquí está preparada desde que estaba durmiendo.
Pétalo tira de las cuerdas, retorciéndose, pero solo hace que las ataduras se ajusten alrededor de su piel, y debe jodidamente doler.
Cuando se trata de supervivencia, la gente ignora muchas cosas como el dolor y la incomodidad. El objetivo final se convierte en todo lo que quieren, todo lo que ven.
Es un error. Tarde o temprano, ese dolor los alcanzará.
Para el momento en que termina exhausta hasta el punto de no retorno, ya le he esposado las piernas y las muñecas a la cama, haciéndola extenderse para mi placer.
Una vez se da cuenta de eso, Pétalo deja de agitarse inútilmente, sus labios retorciéndose cuando su cabeza cae sobre la almohada.
—Lisa… no hagas que te odie.
—No me odiaste cuando estaba haciendo realidad todas tus fantasías —murmuro.
—Lo hice.
Doy la vuelta a la cama para estar a su vista y me quito la camisa, el pantalón y los zapatos a patadas.
Sus ojos se llenan de lujuria mientras observa cada uno de mis movimientos con una cierta expresión que solo me da a mí. Una expresión donde sus labios se separan y sus mejillas se enrojecen. Una expresión que dice que quiere devorarme tanto como quiero comérmela viva.
—No parece que odies lo que estás viendo ahora mismo, mi mascota.
Atrapa su labio inferior entre sus dientes antes de soltarlo rápidamente.
—Si haces esto, no te perdonaré.
Sus palabras me enfurecen y rodeo de nuevo la cama hasta que estoy a la vista detrás de ella.
Le doy una descarga y simultáneamente le doy una bofetada en la nalga de su culo de porcelana. El sonido de carne contra carne hace eco en el aire. Jadea y pronto se convierte en un gemido mientras masajeo su piel asaltada.
—¿Hacer qué? ¿Hmm? ¿Hacerte mi puta? —La azoto una y otra vez y se retuerce contra sus ataduras incluso cuando su culo se mueve en mi dirección—. ¿Puedes oler tu excitación en el aire, mi sucia puta?
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# 𝗣𝗦𝗬𝗖𝗛𝗢 ; 𝐉𝐧𝐤 𝐱 𝐋𝐥𝐦
Fanfiction❝Erase una vez un monstruo❞ 𝘌𝘴𝘵𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘭𝘢𝘣𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳, 𝘯𝘰 𝘢𝘱𝘰𝘺𝘰 𝘯𝘪 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘥𝘦 𝘢𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘮𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯 �...