María. (TimePrincessGame) Terminada.

Feliz cumpleaños, María I

María despertó con el movimiento de su marido saliendo de la cama, se giró sobre sí misma para ver hacia dónde se dirigía. Después de recoger la ropa del suelo, Auguste se acercó a la puerta y susurró algo a alguien que María no fue capaz de reconocer. Seguidamente, salió de la habitación hacia su vestidor, aquello no era el comportamiento habitual de Auguste, pues siempre se vestía en la habitación y se dirigía a desayunar o incluso directamente al despacho. La joven apartó las sábanas y se miró las piernas, todo seguía limpio, no debía perder la esperanza. Una de las criadas abrió la puerta y junto a madame Deniau, la ayudaron a ponerse algo cómodo hasta que Leonard trajese al fin su nuevo vestido, estaba sentada en un taburete mientras que madame Deniau peinaba su pelo, pero no lo preparaba para la peluca, en su lugar estaba realizando tirabuzones con su pelo natural.

-¿No está lista mi peluca?

-Monsieur Leonard ha insistido en que este vestido no llevará pelo artificial. 

La puerta volvió a sonar, María dio permiso para que pasaran, pero tardaron más de la cuenta en entrar. La puerta se abrió tímidamente, María giró la cabeza alzando una ceja sin entender qué estaba pasando. Aglaé, la hija mayor de Gabrielle y la favorita de María, caminaba hacia ella con un gran ramo de rosas blancas, llevaba un vestido coral muy pomposo a juego con su sombrero. Justo detrás de ella venía Gabrielle con la pequeña Rosalie en brazos y otro ramo de flores, ambas llevaban un vestido rosa muy claro al igual que Josefina que llevaba al pequeño Auguste en sus brazos y de nuevo un ramo de flores.

-Feliz cumpleaños, majestad.-sonrió Aglaé realizando una reverencia.

María llevó las manos a la boca totalmente emocionada, recogió todos los ramos de flores, detrás de las damas llegaron varios sirvientes con bandejas de postres austríacos y todo tipo de tés. María abrazó a las jóvenes una por una. Auguste entró el último con otro ramo de flores. 

-¿Esto ha sido idea tuya?

Auguste sonrió y besó sus nudillos de María. Iba vestido de manera muy elegante y una pequeña rosa en el pecho de color rosa muy claro, quizás algo cursi pero iba a juego con todas las damas por lo que eso le daba una pista de como sería su vestido. El detalle había sido precioso la cara del rey desprendía mucha emoción en su cara debido a la gran sonrisa de María.

-Disfruta con tus amigas, yo tengo que terminar de organizarlo todo. 

Auguste era demasiado tímido como para mostrar afecto de forma íntima en público y María era totalmente consciente de eso. Después de despedirse cordialmente de todos salió de la habitación. María se sentó en la cama junto a sus amigas y disfrutaron del desayuno.

-Jamás me había imaginado que el rey fuera tan detallista.-admitió Gabrielle. 

-Es un hombre muy bueno y un buen marido, trabaja mucho, pero siempre intenta tenerme contenta. 

Aglaé se sentó sobre las piernas de María mientras comía trozos de fruta, las damas charlaban animadamente hasta que la puerta volvió a sonar. Leonard entró, sus ojeras dejaban ver que había trabajado toda la noche. 

-¿Lo tienes?-preguntó Gabrielle más emocionada incluso que la propia María. 

Leonard asintió lentamente con la cabeza. María se colocó en su taburete con una copa de vino blanco en la mano esperando a que Leonard enseñase según él, "su mejor obra hasta ahora". 

-¿Cuál es el nombre de tu obra, mi señor?

Leonard se aclaró la garganta para hablar, se colocó la corbata en su lugar pues ya estaba vestido para todas las actividades que irían sucediendo durante el día y de las que María no tenía ni idea.